Intimidada.

Sus profundos ojos verdes escudriñaban mi rostro, mientras me sostenía en el aire. Como una completa idiota al borde de babear me estaba perdiendo en el mar de sus ojos, descendí hacia sus labios, buscando escapar de sus ojos, pero ese pedazo de músculo liso era más peligroso, eran realmente seductores gritándome que los muerda, trague saliva sintiendo sofocarme por tenerlo a un centímetro de mi.

"También me gustas" susurró mi príncipe azul devolviendome a la tierra.

"Q......ue" Balbucié con incredulidad mientras abría los ojos como platos. Pensé que era un sueño así que me pellizqué la mejilla. "Auch", gemí al sentir el dolor latente.

Pero esta situación parecía divertirle, ya que una exquisita sonrisa se formaba en sus lindos labios.

Entonces ¿era cierto?. 'Imposible debo de estar sorda'. Sacudi la cabeza sintiendo enloquecer.

"En serio me gustas" volvió a repetírmelo, mientras acariciaba mi mejilla roja, por el buen pellizco que me di.

Me solté de su agarre y me planté firme en el suelo.

"¿Estás jugando conmigo?". Mi rostro se llenó de seriedad, era imposible que un chico super guapo y popular se fijara en una nerd como yo.

En realidad no era guapa, más parecía a Betty la fea. Todos me llaman cerebrus y por lo único que se acercan a mi es porque soy la estudiante más destacada de la prepa.

"Claro que estoy hablando muy serio Katty Velásquez", habló con bastante seriedad, mientras colocaba un mechón rebelde de cabellos tras mi oreja.

Santo cielo, sabe hasta mi nombre, ya que era invisible para todos, claro cuando les convenía.

Mi corazón se aceleró como burro sin mecate al oír su confesión, amenazandome con un infarto al miocardio.

"Este ¿A caso me mori?" Pregunté, no podía procesar esa bomba de noticia, pensé que partí al más allá y San Pedro me estaba haciendo un gran favor al cumplir con mis más locas fantasías.

El sólo sonrió de manera hechizante mientras se pasaba la mano por su alborotado cabello.

"¿Quieres ser mi novia?.

'Santa madre, que hice para merecer a tremendo lomo' susurré en mis adentros mientras dejaba caer mi mandíbula, miles de mariposas revoloteaban en mi estómago queriendo subir por mi garganta.

"¿Dónde están las cámaras?", empecé a buscar por todo sitio con mis ojos, como una loca, de seguro que esto se trataba de un pésima broma.

Cuando estaba distraída mirando para todo extremo sentí sus labios en mi cachete, quitándome el aliento. Mamita mia, el besó mi mejia. Se sintió tan suave y caliente.

"Te lo preguntaré por última vez ¿aceptas ser mi novia?". Su aliento caliente de filtro por mi oído, calentando mis mejillas.

Sería una estúpida si dejo pasar está gran oportunidad, así que sin pensarlo dos veces acepte.

"Si quiero". Grité emocionaba sin dejar de verlo.

"Muy bien, entonces a partir de hoy somos novios".

Estaba tan contenta que quería brincar de felicidad, pronto nos dirijimos hasta el salón de clases para la siguiente materia.

Toda la clase estaba distraída riendome como loca, volteando a cada instante para verlo, el sólo sonreía con discreción y me hacia señas para volverme y prestar atención a las clases.

Ya era hora de salida y estaba llenando mis libros con mi santa paciencia, para esperar a Daniel, quien había sido llamado a la dirección, no porque había echo algo malo, sino que era el capitán del equipo de natación y pronto se acercaba una competencia, cuando de pronto un grupo de 3 chicas se acercaron a molestarme.

"Que ilusa fantasear con nuestro Daniel" escupió su veneno Milka, la chica más linda y popular de la clase.

"¿Cómo te atreves? ¿a caso no te viste en un espejo?, con esa cara horrorosa sólo asustas".

Dijo Kimmy, la segunda divina, mientras arrojaba mi mochila al suelo.

"Oh My Good" Murmuró por último Mildred con cara de asco, me quitó mis gafas y los aventó al suelo. "Yo que tu no volvía después de tremenda escena, eres el hazmereir de toda la escuela".

Como no tenía mucha visión, solo vi muchas caras borrosas rodeándome mientras se reían de mi, me incline al piso para buscar mis lentes, estirando mi mano por el lugar con desesperación, cuando escuché que alguien pisó mis lentes a propósito provocando un ruido de cristales crujiendo, apreté los dientes conteniendo mis lágrimas, de pronto sentí una cálida mano coger mi mano.

"¡Qué diablos creen que hacen!", esa voz profunda sólo pertenecía a Daniel. Por el timbre de su voz estaba realmente molesto.

Me levantó de piso y recogió mis lentes para luego dármelo.

"Gracias" balbucié al borde de romper en llanto, limpie mis lentes en mi suéter y me los puse.

Los lentes eran de un buen material así que sólo se partieron los cristales, me permitieron ver aunque fuera sólo un poco.

Entonces vi que sus ojos se clavaron en los míos, con una profunda compasión. "¿Estás bien?, lo siento demoré en la dirección".

Preguntó tomando mi mano, juro que me sentí como un polluelo bajo las alas de mamá.

"Estoy bien", murmuré mientras una lágrima se me escapaba.

El dirigió su mirada de Halcón hacia el grupo de revoltosos, y con voz de arcángel dijo:

"¡No se atrevan a molestarla de lo contrario les irá muy mal!"

Todos estaban desconcertados recogiendo sus mandíbulas, mi Príncipe Daniel era un chico muy popular y respetado, el que se metía con los suyos se estaba metiendo directamente con el y era hombre o mujer muerta.

"Desde hoy Katty Velásquez es oficialmente mi novia".

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Comments

Eva Doello

Eva Doello

mmmmm será una broma 😔❓❓❓

2024-04-06

0

Lucya Uribe

Lucya Uribe

autora me encanta tu forma de escribir ✍interesante comienzo

2024-03-18

0

Viviana Bustos Aldana

Viviana Bustos Aldana

Lo más seguro es que sea alguna apuesta

2024-01-29

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