Capítulo 17

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Paso la toalla por mi frente por quinta vez después de haber terminado con mi primer día de ejercicio.

Me dolía el cuerpo como si me hubiera pasado un camión por encima y no me quiero imaginar como sentiré mi cuerpo mañana, seguro que me dolería cada rincón de mi cuerpo teniendo una gran agujetas.

-Por hoy hemos terminando... - asiento con mi cabeza cuando lo escucho.

-Menos mal yo ya me pensaba que me quedaría sin piernas – le respondo escuchando segundos después una gran carcajada de su parte.

-Tranquila tu cuerpo se ira acostumbrando, las primeras semanas siempre son las más duras – me intenta animar él.

-Me voy a dar una ducha – le digo comenzando a caminar fuera del gimnasio.

Poco a poco iba acostumbrándome a esta casa y conocer donde estaba cada sitio porque no dejaba de ser un lugar enorme.

Necesitaba una ducha con urgencia estaba toda sudada y la verdad que no me sentía a gusto estando así delante de Dante.

Llego al cuarto en él que me estaba quedando, cojo ropa limpia del armario caminando hasta el baño comenzando a desnudarme para meterme en la ducha.

La ducha me viene de maravilla porque mis músculos se relajan y quedo como nueva cuando salgo.

Me visto después de haberme secado en el baño para después comenzar a cepillar mi pelo mojado quitando algunos nudos.

El tema de ir a donde estaba mi madre seguía presente en mis pensamientos, tenía que hablarlo con Dante, seguro que la policía estaba buscándome y tendría que salir a la calle con mucho cuidado.

Cuando termino con mi pelo me miro por última vez en el espejo caminando hasta la puerta en busca de Dante para comentar lo que tenía pensando hacer.

Supongo que él también se habría ido a darse una ducha por eso camino hasta llegar a su cuarto dando a la puerta con mis nudillos.

La puerta a los pocos segundos se abre apareciendo un Dante con solo una toalla en su cintura dejando su pecho al descubierto.

-Perdón pensé que ya te habías duchado no quiero molestarte – me disculpo dándome la vuelta dispuesta a irme para dejarle en paz.

-Emma espera – su mano me detiene cuando me atrapa mi brazo impidiendo que me fuera. - Dime si necesitas algo – vuelve a decirme cuando le miro.

-Solo quería comentarte una cosa, pero puede esperar – estoy dispuesta a irme de nuevo, pero él me vuelve a detener.

Me sentía un poco incomoda al tenerle al lado mío con solo una toalla en su cintura.

-No dejare que te vayas hasta que no me digas lo que quieres – me sorprendo un poco por la forma en que me lo dice ya que su voz suena un poco seria.

-Está bien – me rindo.

Él se hace a un lado abriendo más la puerta para que pueda pasar dentro de su cuarto.

Trago fuerte saliva porque después de verle así no pensaba entrar en su cuarto se lo quería comentar en la puerta, pero al parecer eso no puede ser posible.

Camino entrando a su cuarto acercándome hasta la silla que tenía sentándome.

-Dame un momento – me dice Dante mirándose la toalla para caminar hasta el baño.

Carraspeo tocándome mi pelo aun mojado nerviosa por tenerle a poca distancia de mí casi desnudo.

Él no tarda en salir con un pantalón de chándal cómodo, pero seguía sin camiseta, se acerca arrastrando una silla que estaba contra la pared para sentarse dejando una distancia normal entre nosotros dos.

-Dime sé que es algo importante para ti lo veo en tus ojos – le miro detenidamente.

-Es sobre el tema de mi madre, quiero verla, pero supongo que necesitare de tu ayuda para salir por el tema de que me pueden estar buscando la policía – estaba claro que no estaría toda mi vida escondiéndome, pero las cosas aún estaban muy recientes.

-Si quieres salir a la calle en estos momentos no lo tendrás fácil, la policía empieza a sospechar sobre todo de tu supuesta desaparición porque ahora tienen que investigar si se trata de un secuestro o que tú te fuiste por tu voluntad – asiento entendiendo la mala situación.

-Lo sé por eso pido tu ayuda, tú sabes muy bien cómo se mueven ellos yo no tengo ni idea – le digo sincera.

-Tendrás que cambiar tu pelo no hace falta tintarlo puedes ponerte una peluca y tu forma de vestirte para que ellos no sospechen si te llegas a encontrar con ellos o alguien te ve y te reconoce porque tu foto esta por internet en tu búsqueda - asimilo lo que me estaba diciendo.

-Si me lo imaginaba la primera sospecha sin duda es como si fuera un secuestro porque deje mi casa con todo dentro menos mi ropa - él asiente.

-Ellos si se dan cuenta de que falta mucha ropa entonces descartaran el secuestro para pensar en que te fuiste por ti misma por miedo, se cómo se mueven así que no te preocupes yo te voy a ayudar – le medio sonrió.

-Gracias, a lo mejor cometo un gran error por querer saber de mi madre, pero algo me dice que tengo que hacerlo - él niega con su cabeza.

-Es una decisión tuya y hay que respetarla yo te conseguiré pelucas y ropa diferente para que podamos planearlo todo – me levanto para irme.

Él se levanta a la misma vez que yo quedando los dos frente a frente.

Un escalofrió pasa por mi columna vertebral al sentir su cuerpo casi pegado a mí, podía sentir su respiración bastante cerca de la mía.

Levanta su mano cogiendo un mechón de mi pelo colocándolo detrás de mi oreja, ese gesto me parece tierno, siento un escalofrió en mi mejilla cuando roza un poco sus dedos con mi cara.

Nos quedamos mirándonos sintiendo como poco a poco él se va pegando más a mí hasta que nuestros labios son rozados por la cercanía.

Una de mis manos empieza a cobrar vida por si sola cuando la subo hasta su pecho pasando mis dedos subiendo a su clavícula, por su cuello hasta su nuca acariciando su pelo rebelde que también estaba mojado por la ducha.

No sabía que estaba pasando en estos momentos, porque hace unos minutos estábamos hablando tan normal para ahora acabar así con el acariciándolo apreciando su belleza.

Su forma de mirarme cambia mirándome diferente a como me suele mirar...

-¿Me permites? - frunzo mi ceño cuando le escucho.

-¿A qué te quieres referir? - le pregunto sin entender.

-A probar de nuevo tus labios... - no me da tiempo a responder cuando une sus labios con los míos pillándome por sorpresa hinchándose mis mofletes por unos segundos.

Rápido sigo su beso pegando más nuestros cuerpos sintiendo su pecho desnudo contra él mío cuando él pasa su brazo por mi cintura atrayéndome más hacía el.

-No sé qué tienes, pero lo que tienes me encanta – se separa para decírmelo para de nuevo besarme.

Me derrito en sus labios porque esta vez me está besando despacio, pero con pasión.

No iba a mentir me gustaba su boca, sobre todo cuando me decía cosas bonitas como lo que me acababa de decir.

Me gustaba su boca cuando me besaba de esta manera porque empezaba a flotar.

Es como si cayese para luego levantarme cuando siento sus labios pegados a los míos como si estuvieran predestinados a estar juntos para siempre...

-¿Qué estamos haciendo? - me separo mirándole a los ojos confusa aun por lo que estaba pasando.

-No sé, pero tú me quieres matar con tus besos y yo quiero morirme en tus labios – le miro con deseo cuando le escucho.

Esta vez soy yo la que toma la iniciativa besándole haciendo que él se chocara con la mesa que había detrás de él.

Comenzamos a caminar sin saber dónde vamos a acabar, solo no queremos que nuestros labios se separen que se mueven al compás sin despegarse un solo segundo...

Suelto un pequeño grito de sorpresa cuando mi cuerpo cae botando sintiendo las sábanas frías contra mi piel.

-Admítelo que te mueres de ganas como yo – me dice Dante antes de comenzar con los besos en mi cuello mándame más escalofríos por mi cuerpo.

-¿Debería? - le digo con tono de broma.

Él se separa mirándome detenidamente para después asomar una sonrisa por sus labios.

-Oye que si quieres dejarlo yo... - se mueve levantándose para bajarse de la cama.

Pero antes de que pueda hacerlo me adelanto posando mi mano en su nuca pegándole de nuevo contra mi cuerpo.

Eso provoca una risa de su parte, no sé porque hice eso solo que no me gusto cuando se apartó de mí.

Me gustaba como estaba así conmigo sintiendo su calor juntarse con mi cuerpo.

-Espero no arrepentirme de esto... - se me escapa de mis labios porque en realidad quería pensarlo para mí misma.

-Yo puedo hacer que no te arrepientas de esto... - acerca su cara rozando nuestros labios aposta.

Me alzo un poco para besarle de nuevo, pero él echa su cabeza hacía atrás impidiéndolo.

-¿Te gusta jugar? - me atrevo a decirle.

-Contigo demasiado más de lo que me pensaba yo...

Para el siguiente capítulo tenemos que llegar a 400 👍

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Emma

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