Teresa, antes de que Zoe se fuera a su casa, fue a su oficina a darle una información. — Señorita, Zoe, ya confirmaron el evento.
— ¡Que bien, Tere!
— Todos los gerentes deben asistir, incluyendo al señor Godoy.
— ¿Es necesario que asistamos todos? — preguntó Zoe.
— Por supuesto, señorita, el señor Nicolás Barriola, es un hombre muy exigente, de ese evento depende el contrato millonario que beneficiará a la empresa.
— Bien, Tere, entonces hay que avisarles a todos, también el señor Godoy, bueno, eso sí se presentan. Ya me voy, feliz resto del día.
——
Carlos habló con sus padres, el señor Godoy está furioso, le reclamó porque no se presentó en la empresa, estaba demostrando que es un irresponsable sin remedio. Él solo se disculpó
El tiempo transcurría sin previo aviso, así llegó el día siguiente.
Todos estaban todos reunidos en la sala de juntas, excepto Zoe y Alison. Carlos llegó a la empresa, y se dirigió a la secretaria.
— Buen día, mi nombre es Carlos Godoy.
— Buen día, bienvenidos, señor Godoy, lo están esperando en la sala de juntas.— ella los condujo a la sala, los presentó y ellos se sentaron.
Después de unos minutos y sin escuchar a nadie decir, “Soy yo”, Carlos preguntó. — ¿Quién es el presidente de la empresa?—preguntó mirándolos a todos.
En ese instante, Zoe entró a la sala de juntas, acompañada de Alison. — Aquí estoy, señor Godoy.
Se miraron fijamente, quedando ambos muy sorprendidos.
Alison le dijo a Zoe en un susurro. — Esto es una broma. Dime qué estoy viendo mal.
— Estás viendo bien, continuemos. — caminaron hacia adelante.— Buen día, es un placer tenerlos aquí, mi nombre es Zoe castillo, ella es mi asistente, Alison Gil.
Carlos la miraba insistente, analizando cada gesto que hacía la mujer. Después decidió presentarse. — Buen día, señoritas, soy Carlos Godoy.— se levantó y le extendió la mano.
Empezaron a hablar de la empresa, de su nuevo proyecto, y del evento al cual todos deben asistir. Zoe tenía el control de la junta, Carlos solo la escuchaba hablar.
Terminó la junta. Zoe salió inmediatamente de la sala, y Carlos le siguió los pasos. Se acercó a ella caminando a la par. — Señorita, me puedes indicar ¿dónde está mi oficina?
— La secretaria le dará esa información.— dijo con indiferencia.
— ¿Podemos dejar de tratarnos de usted? Digo, si no te molesta.
— Prefiero tratarlo de usted, no somos amigos, ahora puede ir con la secretaria, permiso.— entró a su oficina nerviosa, minutos más tarde entró Alison.
— Zoe, revisa estos documentos. Oye, te ves abrumada.— dijo al sentarse.
— No puedo creer que ese hombre es Carlos Godoy. Es un irresponsable.
— Sí, una gran sorpresa, ¿cómo te sientes después de verlo? Porque sé que te agrada.
— No me agrada.
—Te conozco, puedo ver tu actitud.
— ¡Caray! Ese hombre me pone nerviosa, no lo puedo negar, pero no es mi tipo. Es muy creído, patán, mujeriego.
— ¡Ay, no! Pobre de él, ya lo crucificaste.
— Sabes que tengo los pies sobre la tierra, no cualquier cara bonita y cuerpo perfecto me sorprende.
——
La secretaria le informó a Carlos cuál sería su oficina, también había una disponible para Yeison. Él entró al lugar y le pareció perfecto, se sentó en su nuevo sillón y se dibujó una sonrisa en su rostro. Estaba muy emocionado por ver a Zoe.
Yeison, después de ver su oficina, fue a donde Carlos, y ambos estaban sonriendo satisfactoriamente.
— Yeison, la vida me la puso en bandeja de plata, esa mujer me gusta mucho, hasta no tenerla en mis brazos no voy a estar tranquilo.
— Te veo demasiado interesando. Ten cuidado con eso.
— Me conoces, sabes que lo mío es solo sexo.
— No parece, a mí me agrada Alison.
— Pues trata de llevártela a la cama.
Una semana después
Carlos estaba tratando por todo los medios de conquistar a Zoe, pero lo único que recibía eran humillaciones.
Era la hora de salida en la empresa Cas. Proyección. Carlos demoró un poco para salir, terminó de revisar unos documentos y se dispuso a irse. El ascensor estaba a punto de cerrarse, pero él adelantó sus pasos para entrar, encontrándose con Zoe.
— Señorita, qué agradable compañía.— ella hizo un gesto con la boca y volteó la marida.
— ¿Por qué me ignora?— preguntó él acercándose a ella.
— Por favor, señor Godoy, mantenga la distancia.— dijo nerviosa.
— Y si no quiero, ¿qué pasa?
— Usted no tienes vergüenza, le he dicho que no me interesa hablar nada con usted, a menos que sea de trabajo.— se alejó de él.
— ¿Y por qué estás tan nerviosa? No muerdo.
— No me agrada estar cerca de usted.
El ascensor dio unos movimientos fuera de lo normal, se apagó la luz y se detuvo. Zoe tocó la puerta, y dijo con sustracción. — Maldición, esto no puedes estar pasando.
Carlos permaneció tranquilo en el mismo lugar, mientras ella estaba nerviosa y empezaba a sudar.
— Cálmate, es peor si te altera.— dijo él acercándose a ella.
— No pedí tu opinión.
Carlos estaba cansado de ser amable y recibir insultos, sujetó a la pared y la besó rudamente. Ella se resistió y logró separarse de él, luego lo abofeteó.
— ¿Cómo te atreves? Jamás lo vuelvas a intentar.— dijo muy molesta.
— Soy capaz de recibir unas cuantas más, si puedo volver a besar tus labios.
— Usted es un oportunista, me ve indefensa y piensas que puedes hacer lo que quieras conmigo.
Carlos se quedó callado y se alejó de ella.
Tenían unas dos horas ahí, encerrados, ninguno se dirigía la palabra. Los encargados de mantenimiento lograron abrir el ascensor, Zoe salió inmediatamente.
Zoe regresó a su casa, al entrar su nana la estaba esperando, preocupada por su retraso.
— Gracias a Dios, estaba desesperada.— expresó feliz al verla.
— Hola, nana, hubo un fallo en el ascensor, pasamos unas horas encerrados.
— ¿Estás bien? ¿Encerrados, quiénes?— preguntó confundida.
— El imbécil de Carlos Godoy y yo, pero te cuento más tarde, me urge un baño.
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Updated 48 Episodes
Comments
Viviana Bustos Aldana
Ya veras como te tragas tus palabras
2025-01-17
0
Magda Infante Quintero
buenísimo
2024-09-05
0
Silvana Maria LLanos Cantillo
Esta muy buena la novela
2023-01-10
10