Capítulo XII - Deja la timidez a un lado

Basil no quitó su mirada penetrante del rostro de Adara, ella al contrario desviaba constantemente sus ojos porque se sentía avergonzada. El príncipe sentía que la mujer imponente que él vio defender a una jovencita públicamente se volvía un conejito a punto de ser cazado cuando él estaba a su lado.

Al ver que no había nadie observando, el príncipe tomó la mano de la doncella y con la otra levantó su rostro, siempre era agradable sentir aquella piel tan suave, hacerlo le transmitía tranquilidad, pero cuando lo hizo pudo notar que sus mejillas tenían un tenue color rosa.

- ¿Por qué se siente avergonzada mi Lady? Creo que no me veo como alguien temible en este momento. – indicó mostrando una sonrisa coqueta.

Adara rio como pensando en que iba a responder, recordó lo que le dijo su madre y claro no tenía sentido que se quedara callada cuando fue ella quien solicitó verlo, su sentido le decía que no debía intimidarse por la mirada del hombre, eso solo la dejaría en evidencia.

Su rostro reflejaba timidez e incluso algo de miedo pero en su interior en realidad moría por lanzarse sobre él y sentir sus labios rozar con los suyos otra vez.

- Claro que no su majestad, gracias por asistir, creo que este encuentro era necesario para ambos… Aquella tarde dije algo de manera apresurada, y después me lamenté porque siento que no fui sincera ni con usted, ni conmigo.

- Adara no tiene porqué sentirse mal al respecto, yo entiendo cómo se debió sentir en aquel momento, no debí presionarla… no tiene idea de cuán feliz me hizo recibir su carta – El cruce de miradas entre Basil y Adara cada vez era más intenso, tenerse frente a frente era un peligro para ambos.

Basil no quería que nadie los vea, así que se levantó, tomó la mano de Adara y la puso sobre su brazo. - Creo que debemos ir a tomar aire fresco por allí, no quiero que se sienta incómoda al platicar conmigo, caminar un poco es una buena idea.

- Me parece bien. Entonces déjeme mostrarle el jardín su excelencia.

- Vamos – Ambos asintieron con un gesto, el príncipe suspiró y luego mencionó. - No he podido dejar de pensar en usted desde el primer momento en que la vi, algo me dice que hizo un sortilegio, un hechizo o algo parecido, y me ató a usted. - Sus palabras sonaron muy francas y a Adara eso le alegró demasiado.

- Ja, ja, ja. Su majestad… creo que ambos fuimos hechizados – Después de decir eso Adara paró, se puso frente al príncipe y miró fijamente los ojos color miel del hombre, él no entendió que se proponía la doncella en ese momento y se quedó estático frente a ella, Adara muy decida tomó su camisa por el cuello provocando que sus labios quedaran a un par de centímetros, Basil mostró una sonrisa de lado a lado y luego ella lo besó.

Basil estaba deseando besarla desde el momento en que estaban sentados en la mesa del té, nunca se imaginó que la mujer tímida de hace pocos minutos tomaría la iniciativa de besarlo ahora, pero ¡Santo Dios! Cuánto le gustaba que lo hiciera.

Tomó la cintura de Adara y la pegó más a su cuerpo, sintiendo más cercana su respiración. La bella chica aún era inexperta en el tema de besar así que constantemente sentía que se ahogaba, al joven príncipe eso le parecía muy tierno y marcaba el ritmo de respiración para que ella aprendiera que no debía asfixiarse mientras lo besaba.

- Adara me voy a volver adicto a esto, creo que la arrebataré de casa de su madre si eso me da la facilidad de poder besarla todas las mañanas al despertarme, ¡Por todos los cielos! Sería la gloria si pudiese abrazarle antes de dormir. – La chica al escucharlo sonrió genuinamente, sus palabras le alegraban el alma, lo abrazó por el cuello y siguió besándole.

- ¿Y si alguien nos ve? – Preguntó Adara después de unos segundos jadeando suavemente.

- Si es su madre la duquesa, mejor, así aprovecho y pido su permiso para cortejarla oficialmente. - Respondió él mientras volvía a rodearla por la cintura con ambos brazos, después dejó un suave beso en su frente.

- Ja, ja. Seguro recibirá una negativa rotunda. Peor aun, si ella sabe que ya me ha besado en dos ocasiones.

Basil la calló con un beso profundo, al parecer no tenía pensado parar. Como no había nadie viéndolos ambos se dejaron llevar por el deseo interior de sentirse el uno al otro.

De un momento a otro Basil ya tenía a Adara pegada a un tronco de un alto y frondoso álamo, separaron sus labios y se miraron presos de lujuriosos pensamientos, el príncipe tocó la frente de la doncella con la suya y jadeaba, haciendo que Adara sintiera su rostro arder, su cuerpo quemaba con cada segundo que pasaba.

Basil era mucho más alto que ella, de hecho su estatura hacía que se vea muy intimidante ante la gente, aunque con Adara era más bien como un perrito que solo deseaba ser acariciado tiernamente (claro cuando había aquella conexión especial entre ambos se asemejaba más bien a un lobo hambriento que iba a devorarla).

Mientras sus penetrantes miradas se cruzaban, un deseo de poseer a Adara había crecido en el interior de Basil, el bulto ahí abajo lo confirmaba, pero él no quería lastimarla, tampoco asustarla o hacerla sentir incómoda, así que apoyó su cabeza en el hombro de la joven y respiraba profundo para calmarse.

En un instante sus cuerpos quedaron pegados, tanto que ella podía sentir todo el cuerpo de él sobre ella, Adara sintió algo rozando su vientre, al mirar disimuladamente que era, su rostro se tornó carmesí, y sintió un hormigueo que le recorrió la piel de todo su cuerpo. Vino entonces a su mente la noche en que se tocó en su cuarto, recordó las sensaciones placenteras que pudo probar por sí misma, y presa de aquella atmósfera del placer le surgió la curiosidad de percibir lo que sucedería si ahora el que provocara esas sensaciones era Basil.

Cómo si se tratase de una mujer experimentada en el arte de amar tomó el rostro de Basil colocándolo sobre su espalda baja cerca de su trasero, y lo besó con más deseo que antes. Poco le importó si era correcto que una dama noble haga eso, solo quería sentir que el príncipe era suyo, que le pertenecía en cuerpo y alma.

Basil estaba confundido por aquel arrebato, pero gustoso correspondió el beso, aunque después de unos segundos de juguetear con sus bocas pensó que lo mejor era parar porque no creía apropiado lo que estaba sucediendo en aquel lugar.

- Adara para, no puedo contenerme más, no quiero hacerte daño, te prometo que algún día te haré sentir la mujer más dichosa del mundo, pero por ahora es mejor parar – Basil jadeaba y con un brazo se apoyó al árbol y con el otro sostenía por la cintura a Adara, quien tenía los ojos perdidos de placer.

- Basil no pares, se siente bien – Dijo Adara sin soltar el rostro del príncipe.

Basil que intentaba pensar con cabeza fría al escuchar eso inmediatamente perdió el control de sí mismo, lanzó su chaqueta en el piso y tomó con ambos brazos a Adara, le acostó sobre la prenda tendida en el suave pasto que rodeada el árbol, se deshizo rápidamente de la ropa de Adara descubriendo sus pechos, se detuvo ante la excelente vista que obtuvo, eran redondeados y bonitos, pudo observar tres pequeños lunares marcados debajo de su clavícula en línea recta y le pareció curioso.

Después continuó besándola, bajó sus besos a su cuello, y la acariciaba con deseo en sus puntos sensibles, encendiendo todo.

La chica se olvidó de la pena, le sacó la chaqueta y desabotonó la camisa, pudiendo así divisar el perfecto torso desnudo del hombre que nublaba su razón, que le quitaba el aire y que se había convertido en su peor locura; él quitó del todo el vestido que llevaba puesta y lo colocó a un lado.

El príncipe se sostuvo con un brazo, con el otro recorrió lentamente la delgada y suave piel de su muslo, haciendo que ella sintiera escalofríos con cada centímetro que tocaba, hasta que llegó a su lugar secreto, la mujer se quedó paralizada por un segundo para luego arquear su espalda por el placer que sentía por aquellos movimientos, y tal vez estaba mal, pero ella quería más.

Basil masajeó despacio provocando que Adara comience a jadear cada vez más fuerte, no quitó la mirada de los ojos de la chica, lo que aumentaba sin duda la conexión entre ambos, luego decidió jugar dentro de ella con uno de sus dedos, en ese momento ella tuvo una sensación leve de dolor e incomodidad, y con su mirada parecía suplicarle que parara pues de su boca no salió una sola palabra; él estaba cegado de placer y no paró, besó de nuevo a Adara pegando más su cuerpo hacia ella.

Al sentirla tensa una vez más comenzó a recorrer con sus labios el hermoso cuerpo de la doncella haciendo que ella se volviera a relajar, cuando la sintió más húmeda continuó allá abajo con habilidad provocando sonidos de satisfacción; cuando se percató que ella movía sus caderas de manera inconsciente, aumentó la velocidad de sus movimientos, lo hizo sin piedad hasta que Adara no pudo más y llegó al clímax, una sensación de inconsciencia combinada con debilidad y satisfacción se apoderó de ella, entonces echó su cabeza hacia atrás sintiendo toda su fuerza desvanecida en un gemido, aún cuando tenía los ojos bien abiertos parecía no ver nada, fue simplemente perfecto.

Adara creyó haber experimentado mejores sensaciones que en la soledad su cuarto, lo miró a los ojos y se le escapó una sonrisa inconsciente, por unos minutos quedó atrapada en esa atmósfera de la lujuria sin poder recomponerse de inmediato.

¿Debía el príncipe parar?

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Comments

Lilia Lucia Bernacchi

Lilia Lucia Bernacchi

,😱😱😱😱

2022-07-05

0

Ma De Jesus Lima

Ma De Jesus Lima

claro, como realeza debe demostrar que es un caballero y respetar a la dama o
por mas ardientes que estén

2022-06-12

3

Sarah Fridriksson

Sarah Fridriksson

Ufffff 🔥 🔥 🔥 🔥 🔥 🔥 🔥 🔥

2022-06-12

1

Total
Capítulos
1 Prólogo
2 Capítulo 1 - El inicio de una odisea
3 Capítulo II - Solo curiosidad
4 Capítulo III - Angustia
5 Capítulo IV - Inesperado
6 Capítulo V - Primer beso
7 Capítulo VI - Mi reina
8 Capítulo VII - No cierres tu corazón
9 Capítulo VIII – Dudas
10 Capítulo IX - Agradable sorpresa
11 Capítulo X - Tócame
12 Capítulo XI - Conversación necesaria
13 Capítulo XII - Deja la timidez a un lado
14 Capítulo XIII - Esperaré
15 Capítulo XIV - No llegó
16 Capítulo XV - Búsqueda incansable
17 Capítulo XVI - Corazón herido
18 Capítulo XVII - Cuatro años después
19 Capítulo XVIII - Entrada secreta
20 Capítulo XIX - Baile
21 Capítulo XX - Inicio de la travesía
22 Capítulo XXI - ¿Dónde está Basil?
23 Capítulo XXII – Sobrevivió
24 Capítulo XXIII – El nuevo continente
25 Capítulo XXIV – Conozco esos ojos
26 Capítulo XXV – Me quedo con ella
27 Capítulo XXVI - Inquilino persistente
28 Capítulo XXVII - Vendida
29 Capítulo XXVIII - Háblame de nosotros
30 Capítulo XXIX - Comenzar de cero
31 CAPÍTULO XXX - Quédate conmigo esta noche
32 CAPÍTULO XXXI - No te vayas
33 Capítulo XXXII - Esto acaba de empezar
34 Capítulo XXXIII - No puedo estar lejos de ti
35 Capítulo XXXIV - Sospechas
36 Capítulo XXXV - Extraña pesadilla
37 Capítulo XXXVI - Te amé
38 Capítulo XXXVII - Preparativos para el regreso
39 Capítulo XXXVIII - De vuelta a Inglaterra
40 Capítulo XXXIX - Bienvenida peligrosa
41 Capítulo XL - No la soporto
42 XLI - Recibimiento
43 Capítulo XLII - En busca de la duquesa
44 Capítulo XLIII - Juntas de nuevo
45 Capítulo XLIV - Eres tú
46 Capítulo XLV - Una prometida para el príncipe
47 Capítulo XLVI - Un baile de bienvenida para la duquesa
48 Capítulo XLVII - El secreto
49 Capítulo XLVIII - Una explicación
50 Capítulo XLIX - Un baile de sorpresas
51 Capítulo L - Todo por ti
52 Capítulo LI – Cerca de nuevo
53 Capítulo LII - Visita
54 Capítulo LIII – Intento fallido
55 Capítulo LIV – Satisfacción
56 Capítulo LV – El interrogatorio
57 Capítulo LVI – El honor de una dama
58 Capítulo LVII – Compromiso
59 Capítulo LVIII – Cena con los reyes
60 Capítulo LIX – Una pista
61 Capítulo LX – La carta del duque
62 Capítulo LXI - Tras el traidor
63 Capítulo LXII - Sorpresa
64 Capítulo LXIII - Dulce amargo
65 Capítulo LXIV - La familia también traiciona
66 Capítulo LXV - La boda de Clare
67 Capítulo LXVI - De amores
68 Capítulo LXVII - Vivir cada segundo
69 Capítulo LXVIII - Llegada a Londres
70 Capítulo LXIX - Ser uno solo
71 Capítulo LXX - Para siempre
72 Capítulo LXXI – EXTRA
Capítulos

Updated 72 Episodes

1
Prólogo
2
Capítulo 1 - El inicio de una odisea
3
Capítulo II - Solo curiosidad
4
Capítulo III - Angustia
5
Capítulo IV - Inesperado
6
Capítulo V - Primer beso
7
Capítulo VI - Mi reina
8
Capítulo VII - No cierres tu corazón
9
Capítulo VIII – Dudas
10
Capítulo IX - Agradable sorpresa
11
Capítulo X - Tócame
12
Capítulo XI - Conversación necesaria
13
Capítulo XII - Deja la timidez a un lado
14
Capítulo XIII - Esperaré
15
Capítulo XIV - No llegó
16
Capítulo XV - Búsqueda incansable
17
Capítulo XVI - Corazón herido
18
Capítulo XVII - Cuatro años después
19
Capítulo XVIII - Entrada secreta
20
Capítulo XIX - Baile
21
Capítulo XX - Inicio de la travesía
22
Capítulo XXI - ¿Dónde está Basil?
23
Capítulo XXII – Sobrevivió
24
Capítulo XXIII – El nuevo continente
25
Capítulo XXIV – Conozco esos ojos
26
Capítulo XXV – Me quedo con ella
27
Capítulo XXVI - Inquilino persistente
28
Capítulo XXVII - Vendida
29
Capítulo XXVIII - Háblame de nosotros
30
Capítulo XXIX - Comenzar de cero
31
CAPÍTULO XXX - Quédate conmigo esta noche
32
CAPÍTULO XXXI - No te vayas
33
Capítulo XXXII - Esto acaba de empezar
34
Capítulo XXXIII - No puedo estar lejos de ti
35
Capítulo XXXIV - Sospechas
36
Capítulo XXXV - Extraña pesadilla
37
Capítulo XXXVI - Te amé
38
Capítulo XXXVII - Preparativos para el regreso
39
Capítulo XXXVIII - De vuelta a Inglaterra
40
Capítulo XXXIX - Bienvenida peligrosa
41
Capítulo XL - No la soporto
42
XLI - Recibimiento
43
Capítulo XLII - En busca de la duquesa
44
Capítulo XLIII - Juntas de nuevo
45
Capítulo XLIV - Eres tú
46
Capítulo XLV - Una prometida para el príncipe
47
Capítulo XLVI - Un baile de bienvenida para la duquesa
48
Capítulo XLVII - El secreto
49
Capítulo XLVIII - Una explicación
50
Capítulo XLIX - Un baile de sorpresas
51
Capítulo L - Todo por ti
52
Capítulo LI – Cerca de nuevo
53
Capítulo LII - Visita
54
Capítulo LIII – Intento fallido
55
Capítulo LIV – Satisfacción
56
Capítulo LV – El interrogatorio
57
Capítulo LVI – El honor de una dama
58
Capítulo LVII – Compromiso
59
Capítulo LVIII – Cena con los reyes
60
Capítulo LIX – Una pista
61
Capítulo LX – La carta del duque
62
Capítulo LXI - Tras el traidor
63
Capítulo LXII - Sorpresa
64
Capítulo LXIII - Dulce amargo
65
Capítulo LXIV - La familia también traiciona
66
Capítulo LXV - La boda de Clare
67
Capítulo LXVI - De amores
68
Capítulo LXVII - Vivir cada segundo
69
Capítulo LXVIII - Llegada a Londres
70
Capítulo LXIX - Ser uno solo
71
Capítulo LXX - Para siempre
72
Capítulo LXXI – EXTRA

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