DOLOR

Todo seguía su curso y Hannat, acompañó una vez mas a Jeicob para una importante reunión en  FERRER CLINIC, llegaron muy temprano, estaban a punto de entrar, cuando ella sintió la necesidad de ir al baño.

-Jeicob ve tu, tengo que ir al baño, -dicho esto salió a toda prisa-

Después de vomitar, se miró al espejo, con una dulce sonrisa, cuando de pronto alguien apareció.

-No entiendo como puedes ser tan descarada, eres un perra sin vergüenza, ¡por que no renuncias?, así no vería tu horrorosa cara siempre, -Dijo ella desafiante mientras se ponía labial-.

Te cuento, estoy en la dulce espera, Emil y yo tendremos un hermoso bebé y es mejor que no te metas, porque ya sabes de lo que soy capáz.

Hannat no podía creerlo ¿un bebé?, se mordió los labios y salió sin decir nada, no quería ser parte de las provocaciones de Jadai. Ni bien salió ella corrió y la tomó del brazo.

-Querida porque eres así. ¿No vas a felicitarme?.

-¡Tu! hipócrita, no me provoques, eres una diabla, estas enferma, -gritó ella furiosa-.

Jadai era un verdadera serpiente, de reojo vio que Emil junto a un grupo de personas se aproximaban, cuando ella empezó a llorar muy fuerte.

-Hannat se que me odias pero no lastimes a mi bebé.

-¿Que estas loca?  ¿de que hablas?, -dijo ella muy sorprendida-.

Jadai forcejeó y se soltó a propósito con fuerza, haciendo ver que Hannat la había empujado, pronto cayó al piso, llorando desconsolada.

- Hannat no hagas eso\, querida se que me odias pero no lastimes a mi bebé es inocente\, -Dijo llorando escandalosamente-.

Pronto Emil se apresuró desesperado a levantar Jadai, quien lloraba sin parar.

-¿Está loca Señorita del Prado?, ¿ Como se atreve a intimidad a una mujer embarazada?, -dijo el muy furioso-.

-Querido me duele el vientre, temo que nuestro hijo se haya lastimado. -Dijo ella alarmada-.

-Emil yo yo, no la empujé ella misma se hizo daño, me está acusando falsamente como de costumbre.-Dijo ella temblorosa-.

-¡Cállate!, encima la calumnias, eres toda una joyita, no te creía capáz de esto. -Dijo el mirándola con odio-.

Pronto Emil la cargó con delicadeza, y se fue molesto, Jadai volteó a ver a Hannat con una gran sonrisa de bruja.

Hannat estaba devastada, las miradas de odio de todos la estaban matando, sólo mordió sus labios, y un sabor a sangre se esparció por sus papilas gustativas, se tocó el vientre inconscientemente y susurro en voz baja.

-Bebé ese tonto y ciego es tu padre, por tu bien no lo conocerás jamás.

Jeicob que lo esperaba al otro extremo se asomó a verla, cuando la vio pálida y con sangre en las comisuras de sus labios corrió desesperado hacia ella.

-Preciosa ¿Qué tienes? que fue lo que pasó,  déjame secar la sangre.

-Jeicob Hola, no es nada sólo me mordí accidentalmente, -dijo ella con una sonrisa fingida-. Me siento un poco mal quiero ir a casa, me siento cansada.

-Te llevo. -Dijo el muy angustiado-.

-No es necesario, debes estar en la reunión.

Sin decir mas, ella salió muy dolida, una ves más el volvió a herirla...

Hannat volvió a casa, secó sus lágrimas con amargura, estaba decidida a  cambiar su vida, pronto su pancita crecería y eso la ponía muy nerviosa, decidido buscar un nuevo cuarto para que ella viviera sola,  al fin y al cabo las cosas estaban mejorando en su trabajo, podía mantener a su familia sin problema.

-Mamá voy a mudarme, encontré un lugar cerca a mi trabajo, vendré a menudo a verles ¿ siii?, no se preocupen de nada, les depositaré dinero cada 15 días. Me esforzaré mucho en trabajar para así comprarles una casa y mudarnos juntos.

-Mi niña hermosa, me duele que te vayas a mudar, pero no te lo impediré quiero que tengas una vida mejor.

-Claro que si mami.

Pronto ella hizo un pequeño equipaje, le dió dio un gran beso a su mamá, luego llamó llamó un taxi y se marchó entre lágrimas.

Pronto llegó a su nuevo cuarto, que había alquilado con anticipación,  era muy pequeña y humilde, pues no podía darse el lujo de derrochar dinero en otra mejor, tenía que ahorrar lo mínimo, muy contenta empezó a ordenar todo.

Al cabo de unas horas terminó, se sentó a descansar tomando un vaso de agua, mientras acariciaba a su bebé quien crecía día a día.

Pronto se animó a salir a dar un paseo, estaba caminado por las calles cuando una bella tienda de bebés atrajo su atención, pronto entró muy emocionada, empezó a acariciar los hermosos conjuntos y zapatitos, cuando de pronto alguien invocó su nombre.

-Oh Queridita que casualidad, ¿Qué haces en una tienda así?.

Hannat tembló por un instante al oír esa terrorífica voz, tragó sus nervios la miró con firmeza y dijo.

-Yo sólo estaba de paso, mi prima está embarazada y quise escoger algo para su bebé, además porque tengo que darte explicaciones a una mujer falsa y enferma como tu. -Dijo ella llena de repudio-.

-Ja ja ja, falsa tu zorrita, ya veo, pues yo vine con Emil a comprar  muchas cosas para nuestro hijo. -Dijo ella

con un sonrisa sarcástica-.

Ya sabes, zorrita debes mantener tu distancia mantente lejos ¿siii? ambas no podemos estar en un mismo lugar, que ¡esperas lárgate!

Hannat no quería caer en sus provocaciones así que estaba marchándose en paz, cuando de pronto la serpiente de Jadai la tomó de la muñeca.

-Jajaja muy bien zorrita, veo que eres muy obediente, me das mucha pena, eres una idiota repugnante.

 -Hannat no podía aguantar una sola humillación más y le dio una bofetada con todas sus fuerzas, ella quería devolverle pero al doble, cuando estaba a punto de levantar la mano se percató que Emil estaba dé vuelta y empezó a hacer de las suyas.

-Te lo imploro, no lastimes a mi bebé, hazme lo que quieras pero no atentes con la vida de un inocente.-Dijo ella llorando sin parar mientras se sostenía la mejía-.

Hannat estaba sorprendida se lo falsa que era.

Estaba apunto de decir algo cuando  Emil se aproximó corriendo al escuchar los gritos escandalosos de Jadai. Él tenia la expresión de cara de hielo, miró a Hannat con mucha rabia.

-Cariño ella quiere lastimar a nuestra bebé, puedo aguantar sus cachetadas, pero no que mate a nuestro hijo. -Dijo sobando su mejilla-.

-¿Otra ves tu?, como te atreves. -Gritó el muy furioso-.

Estuvo a punto de darle una bofetada, Hannat cerró los ojos con fuerza, pero se contuvo.

Hannat no pudo contenerse y gritó con rabia.

-¡Vamos pégame!, te convertiste en un demonio por eta puta mentirosa, eres un completo imbécil por creerla, -dijo ella exaltada con los dientes rechinado-.

 El volteó y la abofeteó, mientras que Jadai sonreía disimuladamente.

-Te lo buscaste, -dijo el sin remordimiento  alguno-.¿Jadai estas bien? ahora si vamos a hacerte un chequeo para

ver como se encuentra el bebé.

-No es necesario cariño, a pesar de todo nuestro hijo es fuerte, vamos a casa estoy muy cansada.

Ambos salieron muy acaramelados, mientras que Hannat se quedó parada en shock, jamás imaginó que el la lastimaría, lágrimas de amargura brotaban por sus suaves mejías, al ver como el padre de su hijo la trataba con tanta injusticia...

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