PLAN

Pronto llegó al hospital y entró como un loco a la habitación, pero se dio con la sorpresa de que su paciente estaba muy bien, pronto se dirigió a su consultorio e ingrata fue su sorpresa, sus padres y hermana estaban esperándolo junto a Jadai.

-Querido, perdón por mentirte pero sino no te hubieras aparecido, ya que decidiste tomarte el día libre.

-Hola hijo, como no te aparecías en la casa optamos por hacerte venir, -dijo su papá mientras tomaba una taza de café-.

-¡Que diablos está pasando!, -gritó Emil muy enojado-.

-Tranquilo querido, -Dijo su mamá mientras lo forzaba a sentarse-.

-Adivina hermanito......, ¡pronto te casarás!, -dijo ella mientras lo abrazaba por detrás-.

Emil puso el rostro como hielo, con una mirada afilada miró a Jadai quien se sentó en medio de sus padres como una niña buena.

-Esto es una locura, ¡jamás me casaré con ella!, es obvio que ustedes planearon esto.

Jadai empezó a llorar como una magdalena.

-Su hijo me odia, pero yo lo amo, hice tanto por el y así me paga, -dijo ella mientras se cogía el pecho-.

Todos le consolaban, mientras Emil ardía de coraje.

-Esto es demasiado, no lo soporto, además no la amo. -dijo muy serio mientras se levantaba lentamente-.

Yo amo a otra persona y pronto nos casaremos.

Todos se quedaron helados al oír eso, mientras que Jadai empezó a llorar con más fuerza.

-No me digas que es la naquita de quinta, -preguntó Samahara llena de asco-.

-¡Su nombre es Hannat!, -Gritó el muy furioso mientras sostenía su mano con fuerza!, no te metas con ella te lo advierto.

-Hermano me lastimas. -respondió ella soltándose de su agarre-.

Pronto su papá se le acercó y le dió una bofetada.

-Maldito mocoso, como te atreves, -dijo el mientras lo miraba con furia-.

Eres un maldito malagradecido, ella convenció a sus padres para que inviertan el el proyecto, pero por tu terquedad lo estas echando a perder, si insistes en ese matrimonio ¡olvídate de que tienes padres!, Jadai es perfecta como nuera, ¡jamás aceptaremos a esa mocosa!.

-Hijo ¿A caso perdiste la razón?, ¿Cómo puede gustarte una chiquilla así?, no tiene clase, eres un hombre maduro, ¡esa mocosa podría ser tu hermana!.

-Eso no me importa mamá, ¡la amo!, ya sea que me deshereden o me quiten su apellido yo seguiré con mis planes, es mi vida no se metan, -Dijo el muy desafiante-.

-Pequeño idiota,- exclamó su padre, mientras alzaba su mano para darle otra bofetada-.Cuando Jadai lo detuvo.

-Suegro no lo lastime, lo amo tanto que no puedo soportarlo,-Dijo ella sin dejar de llorar, tan lamentable-.

Emil no podía soportarlo más, y salió a prisa cerrando la puerta a furia, pronto tomó un taxi y se dirigió a su mansión se dió un buen duchazo y volvió a salir.

Se subió a su auto y se fue rumbo a la casa de Hannat, pronto ella la recibió muy cariñosa en la puerta.

-Hannat mi vida vine para llevarte a una cita, -Dijo él mientras besaba su frente-.

-Pero no estoy vestida para la ocasión, -dijo ella mientras se observaba-, llevaba su sudadera y jeas flojo como de costumbre.

-Estas perfecta mi amor, eres la mujer mas bella del planeta, iremos al parque de diversiones, ¿Qué te parece?.

-¡Me encanta! hace mucho que no voy. -Exclamó ella muy emocionada-.

Muy a prisa se subieron al coche y se enrumbaron al mejor parque de diversiones, poco después ya habían llegado.

Hannat al ver el lujoso lugar se quedó perpleja, estaba  muy emocionada, se pasaron toda la tarde entre juegos, fotos, comida y más, todo era perfecto, ella deseaba con todo su corazón que nunca se termine eso, vivía en un cuento de hadas, pronto se hizo de noche y volvieron, Emil muy amoroso se despidió de ella con un gran beso en la boca, esperó a que ella entrase a su casa y luego se marchó muy feliz.

A la mañana siguiente el entró al hospital con su carta de renuncia, cuando Jadai miró eso estalló en llanto.

-Querido no hagas eso, por favor, piénsalo mejor.

Pero él hizo caso omiso, dejó el papel y salió muy a prisa sin decir palabra alguna, Jadai se quedó llorando de impotencia maldiciendo a Hannat con todo su ser, tenía que jugar sus cartas sucias, ella no iba a rendirse, estaba dispuesta a vender su alma al diablo con tal de tener a Emil.

Pronto ella sacó su teléfono y marcó a un contacto desconocido, mientras conversaba mostraba una gran sonrisa demoniaca.

-Ya sabes lo que tienes que hacer, no me decepciones, pronto te depositaré el dinero, ok, bye.

Pronto colgó y soltó una gran carcajada, sin dudarlo entró en su consultorio y cerró la puerta con furia.

Eran las 10 de la noche cuando Hannat volvía sola a casa, de pronto alguien la tomó por sorpresa por detrás con un paño húmedo, que en seguida la dejó inconsciente....

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