SALVAVIDAS

AL DIA SIGUIENTE EN EL HOSPITAL.

-👩Buenos días Doctor.

 -👧Buenos días Doctor Ferrer ¿ cómo está?.

-Doctor ten un lindo día.

-Hola chicas buenos días, ¿Cómo están sus pacientes?. No no se olviden de tratarlos muy bien,  la paciencia es una gran virtud.

- Si Doctor  (en conjunto) *hay que guapo es*,***que lindo*** *** es tan gentil***(Todos murmuraban en voz baja, suspirando a profundidad mientras lo veían pasar por el pasillo a grandes zancadas).

Todas se morían por el guapo y apuesto doctor, pero el solo tenía a alguien en su corazón, a quien conoció en su juventud.

Emil sin hacer caso ya había avanzado a su consultorio cuando de pronto alguien tocó a la puerta.

Toc Toc,

-¿Doctor buenos días puedo pasar?.

-Hannat hola, buenos días pasa, justo estaba revisando el informe de tu mamá, buenas noticias

el tumor es detuvo dejó de crecer, pero necesitamos operar de urgencia, ya que el tumor está oprimiendo otros nervios.

-Eeentiendo doctor...-Hannat palideció solo con pesar lo costoso que saldría la cirugía-. Doctor disculpe me retiro más luego vendré- Salió a toda prisa, fingiendo una sonrisa-.

-Hannat espere, no he terminado....

Hannat salió corriendo y se dirigió a prisa a la ventanilla invadida por la curiosidad.

 -Disculpe Señorita me podría decir ¿Cuánto cuesta una cirugía?.

- Ah hola, buenos días, el costo es según el tipo de cirugía, por ejemplo una de Cerebro es un aproximado de 1 millón de Dólares, como sabes es una de las más caras.- Hannat sintió que el aire abandonaba su cuerpo y se puso más blanca que un papel. -. Hey ¡Señorita! está usted bien, porque está muy pálida, -dijo la encargada mostrando preocupación-.

 Hannat sosteniéndose de la mesa se mordí la mejia y fingió una sonrisa. Ni quiera generar lastima.

-Descuide, estoy bien, muchas gracias, me retiro.

Ella se dio la vuelta como un cuerpo sin alma, cabizbaja y temblorosa, salió al patio y estuvo sentada durante varias horas, muy triste luego se dirigió a la habitación de su mamá.

-Mamá vine, ¿ya comiste verdad?, mamá yo...lo siento tanto... ¿sabes? la cirugía es muy costosa, es la única forma de salvarte, perdón que te lo diga, mamá, mamá....¡soy una inútil!, sólo veré como mueres lentamente, -exclamó ella destrozada y su cuerpo no aguantó más y se sentó en el piso -.

-Mi niña no llores levántate del piso, ¿estas comiendo verdad?, ¿Por qué estas tan pálida?...

Cariño ya sabía que algo así pasaría, y que ni los ahorros de tantos años ayudarían, ya me resigné hace mucho..........

Dió un profundo suspiró, cogió la mano de su hija y continuó hablando.

- Hannat, mi pequeña Hannat, ser tu madre es lo mejor del mundo, viví una vida muy feliz junto a ustedes, aún en medio de las carencias económicas, quiero que me lleves a casa, ya no quiero estar aquí, debo esperar mi muerte en casa. -Dijo ahogada por las lágrimas-.

-Madre no digas eso, nuestra vida es tan patética, ¿por que la vida es tan injusta?.

Al otro lado, Emil las escuchaba en silencio, quería entrar pero sólo se quedó en la puerta, mientras observaba tras la pequeña abertura la desgarradora escena. Le dolía el corazón, nunca antes había visto una situación tan lamentable. Dió la vuelta y se encerró en su consultorio, pensativo por lo que acababa de presenciar.

 Llegó la noche, Emil se dirigía a su mansión en medio de una fuerte lluvia, una figura familiar se veía a lo lejos, se acercó y miró que era Hannat completamente empapada con la mirada perdida, estaba acurrucada en una esquina de la vereda.

-¡Hannat! - se apresuró a bajar del auto con un paraguas en mano, la levantó con gentileza, sacó su abrigo y se la puso.

 - (¿Estoy soñando? ¿es mi ángel guardián quien me sostiene?, que hermoso, ahora si podría morir tranquila..) "Doc", dijo esa palabra y cayó desmayada entre sus brazos.

-¡Hannat!, ¡despierta!, no cierres los ojos, estas muy fría.... Vamos....-exclamó él muy angustiado-.

A mucha prisa, soltó el paraguas y la cargó varonilmente en sus fuertes brazo, la miró y no puedo evitar suspirar, pronto la subió a su coche y manejó muy a prisa, ni bien llegaron el la subió a su habitación, secó sus cabellos con delicadeza y con los ojos cerrados le cambió la ropa, como no tenia prendas femeninas le puso su pijama...

A LA MAÑANA SIGUIENTE

Abrió los ojos perezosamente, y miró que se encontraba en una habitación muy elegante...

 -Dios, ¿Dónde estoy? ¿Qué me pasó? volvió la mirada y se encontró con Emil, que estaba

recostado al borde de la cama. Se veía tan atractivo, tan angelical, tanto que Hannat intentó tocarle el rostro.

(Dios, no fue un sueño, mi Ángel vino por mi, al parecer me cuidó toda la noche) pronto volvió su vista hacia su cuerpo.

-¡DIABLOS Y MI ROPA!, -exclamó muy agitada-.

Echó un vistazo a sus pechos, maldición estaba sin sujetador, pronto gritó muy fuerte, pues estaba muy avergonzada,  imaginó que el doctor la había visto como vino al mundo.

Con los gritos, Emil se despertó.

-¡Dios que susto!, ¿que sucede? ¿estas bien?, -dijo el muy consternado-.

-Tu..tu, ¿me viste desnuda?, -preguntó Hannat muy ruborizada-.

-Hannat, no es lo que te imaginas, no vi nada, yo cerré mis ojos para no verte, veo que estas mucho mejor, haber déjame, medirte la temperatura, Esto es  genial ya no hay fiebre, - dijo él con una gran sonrisa-.

No te muevas de la cama, estas muy débil, cogiste un resfriado, te voy a traer el desayuno.

 -Pero yo no.... Doctor yo..tengo que ir...

(interrumpiendola)

-Hannat tranquila, si es por tu hermanito, está muy bien atendido, ayer después de que te estabilizaste, fui a tu casa para traerme a Thiago, pero dijo que no, que tenía muchas tareas, por lo contraté a un empleada para que le atienda, Ah...sobre tu mamá, ya programé la cirugía, este viernes, sólo necesito que firmes la autorización.

-Pero Doctor. -Estalló en lágrimas-. No tengo el dinero... como voy a pagar...

-Hannat tranquila, voy a solicitar apoyo al hospital, yo me encargo de eso.

-Yo no se como pagarle tanto.

Sin darse cuenta Hannat saltó de la cama y le  abrazó .

- ( Hannat como te atreviste a abrazarlo, contrólateee)

Ruborizada se soltó inmediatamente.

 - Yo me disculpó  me emocioné tanto, que no me di cuenta de

cuando lo abracé.

 -Descuida voy por tu desayuno, -respondió el muy nervioso-.

Al cerrar la puerta, Emil se detuvo, agarró su pecho y suspiró.

-Dios, que fue eso, no estoy nervioso o ¿si?, porque el corazón me late tan rápido, debe ser porque no me esperaba eso, estos días he estado trabajando mucho, estoy inestable en todo aspecto, si debe ser eso, uffff que día.

Pronto Emil volvió sosteniendo un plato de comida...

 -Hannat tengo una urgencia en el hospital, toma el desayuno tranquila, no salgas por favor y

no te preocupes por nada yo me encargo de todo. Volveré en la noche.

Hannat sólo afirmó con la cabeza, y miró partir a su ángel.

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