Capítulo 13

KENDRA:

Le grité...le grité al jefe diciéndole que estoy enamorada de él...estos son los casos en los que quiero que la tierra me trague y me escupa en Júpiter.

-- Lo siento, lo siento de verdad, lo siento-- suspire y retrocedi sin mirar atrás-- no se que pasa conmigo maldita sea-- susurre.

-- Ves Kendra? si estás enamorada de mí por que no me das una oportunidad?-- iba acercándose a mí lentamente.

-- Yo no estoy enamorada de usted señor-- volteé sin dejar de cubrir mi rostro de la vergüenza.

-- No hay caso de que sigas mintiendo Kendra. Tu mismo lo dijiste, estás enamorada de m...

-- Theo-- escuché la voz de Alexa la cual se acercó al jefe que estaba a tan solo unos dos metros de mí.

Volteé y miré al jefe que tenía una leve sonrisa y Alexa una mirada molesta sobre mí.

-- Ella es la mujer perfecta para usted "jefe". Usted y yo nunca tendremos un tipo de relación más allá del de asistente y jefe, usted y yo somos de mundos diferentes. No me llevo muy bien con el amor, deje de insistir. Buenas noches-- me subí a un taxi y poco a poco me fui alejando de ellos.

Pero que estúpida, como pude decirle eso...

THEO:

La sonrisa de felicidad que cargo en mi rostro nadie me la va a quitar; así que en verdad Kendra está enamorada de mi, ni yo mismo lo creo.

Volteo para entrar de nuevo a la empresa, pero me detengo al darme cuenta de el problema que acabo de tener con Kendra por culpa de Alexa. Miro a Alexa y la agarro de la muñeca.

-- Te lo dije Alexa, tu y yo solo podemos ser amigos. Ahora por tu culpa acabo de perder la más mínima oportunidad de conquistar a esa fierita-- apreté más su muñeca y soltó apenas un audible quejido-- No me vuelvas a besar, tampoco a abrazar. Y antes de volver a cometer una tontería que me aleje de Kendra, piénsalo dos veces-- sonreí-- buenas noches-- solté su mano-- caminé de nuevo hacia mí oficina mientras de mi pantalón sacaba el celular de Kendra-- ahora que sé que tengo tu corazón, mucho menos dejaré que te alejes de mí-- coloqué un GPS en su celular y lo guardé en el bolsillo de mi saco.

▪︎▪︎▪︎

《Estoy enamorada de usted!》

Anoche ni siquiera pude dormir de recordar cuando Kendra gritó diciendo que estaba enamorada de mí.

Me levanto temprano y después de dejar a Mila en su escuela voy de camino a mi empresa. Al llegar a mi empresa, le entrego las llaves de mi auto a uno de mis empleados y entro al lugar donde anhelo volver a ver a Kendra y aunque ella lo niegue, también me quiere ver...

KENDRA:

Estoy entre la espada y la pared. No quiero ver al jefecito obsesivo pero al mismo tiempo quiero verlo, como todas las mañanas; Le confesé lo que sentía por él, la palabra vergüenza no es suficiente para describir lo que tengo en mi cara; no creo poder mirarlo a la cara.

Entré a la empresa y arreglando mi cabello. Camino hacia el ascensor; nunca he tomado el elevador ya que siempre uso las escaleras, pero no quiero cruzarme con el jefe en las escaleras como casi todos los días. Entro al elevador suspirando y cuando las puertas estaban por cerrarse, entra el jefe con una sonrisa.

-- Buenos días Kendra-- las puertas se cerraron sin dejarme oportunidad de salir del elevador donde me encontraba a solas con el jefe.

-- Jefecito obsesivo-- susurre.

-- Jefecito obsesivo?-- camine hacia el otro extremo y desvie la mirada-- tu y tenemos una conversación pendiente fierita.

-- En primer lugar no me diga así, y en segundo, usted y yo no tenemos nada de que hablar.

-- Acaso no recuerdas lo de ayer?-- paso sus dedos por mi mejilla con una sonrisa-- dijiste que...

-- Yo no dije nada, y ya deje de tocarme así que me pone nerviosa-- le di la espalda-- no se cansa de acosarme? le dejé las cosas en claro ayer señor.

-- Sabes Kendra? eres realmente extraña y bipolar-- lo miré fijamente-- ayer gritabas como loca al verme besandome con Alexa, estabas celosa. Y ahora me dices que me quede con ella? estas bien?

-- Me está diciendo que soy una loca bipolar?-- me acerqué a él.

-- Así parece. Porque estás enamorada de mí, simplemente tienes miedo de que te vuelvan a engañar, o me equivoco?-- lo agarré de la corbata.

-- Mire señor, ni me gusta usted, ni nadie volverá engañarme. Ayer simplemente estaba algo estresada por el trabajo y con el problema de mi madre, por lo que terminé haciendo el papel de loca bipolar como usted dice. Déjeme en paz, no estoy enamorada de usted. No estoy enamorada de usted! y si estoy mintiendo que en este momento se detenga este elevador!

1...2...3...

De repente se detuvo el ascensor y las luces que nos alumbraban se apagaron.

-- No puede ser...-- susurre sin dejar de soltar la corbata del jefe--...esto no puede...esto no puede estar pasando!-- solté su corbata y empecé a golpear las puertas. Volteé a mirarlo con los ojos de par en par.

-- Se fué la luz-- sonrió.

-- Y lo dice así de tranquilo?! se fué la luz! nos vamos a morir aquí adentro. Y si esto se cae de repente y los cables se desprenden? estamos en el piso 30, si caemos moriremos de hecho. Todas las partes de nuestro cuerpo quedarán hechas trizas por el golpe del impacto...Ah!

-- Kendra, te viste todas las películas de destino final, no? Ey cálmate, esto no se va a caer, mi empresa está construida con lo mejor. Simplemente se fué la luz, ya mismo ha de regresar...

-- No entiende? nos vamos a morir-- di vueltas de un lado a otro-- soy muy joven para eso. Tengo 24 años, apenas soy una rosa que está creciendo. Tengo toda una vida-- rió-- deje de reírse que me pone más nerviosa por Dios!

-- Kendra, si ves lo que causan tus mentiras? Dijiste que el elevador se detenga si era mentira que te gusto, y ya ves, aquí está la prueba que necesitaba.

-- Ay usted es insoportable-- se sentó en el suelo en una esquina y rió negando con la cabeza-- Pero todo es por su culpa.

-- Por mi culpa?

-- Sí, porque yo me subí a esto para no verlo a usted. Por cierto, por qué se subió a esto si nunca lo ha hecho.

-- Porque sabía que también lo harías tu-- rió.

-- Ah!-- grité y tiré mi cartera a las puertas.

-- Lamentablemente no hay señal-- movió su celular de un lado a otro y de su saco sacó mi teléfono-- ten, ayer se te quedó en la oficina-- lo agarré.

-- Por qué no hay señal?!-- iba a estrellar el celular en la pared pero me detuvo.

-- El celular no tiene la culpa de nada.

-- Es verdad, todo es por su culpa-- me senté en el suelo al otro extremo de él. Alcé la mirada-- es enserio Diosito? Por que me tienes aquí encerrada con el jefecito obsesivo? por qué? cometí un error en mi vida pasada? perdóname si lo hice, de verdad. Sacame de aquí, no quiero estar más tiempo con él, es insoportable.

-- Pero así me quieres.

-- Ya callese! si ves? es muy insoportable.

-- Ten-- deslizó una barra de chocolate en el suelo y eso se detuvo en mis piernas-- para que te calmen los nervios.

Agarré la barra y la abrí lentamente.

-- Hace mucho tiempo no probaba el chocolate. De vainilla, fresa y este, el chocolate es mi favorito-- sonreí-- recuerdo que en todas las fiestas que asistía con mis padres, lo primero que hacía era robar los chocolates-- reí y el me miró con una sonrisa-- pero dejé de comerlos cuando mi padre murió, era tan solo una niña de 12 años. Mi madre me tuvo que cuidar sola, a mi y a...mi hermana. Owen, era mi mejor amigo desde mis 10 años, mi único amigo, desde niña me gustaba, y en mis planes estaba casarme con él. Empecé una relación con él cuando cumplí mis dieciséis y él unos diecisiete.

-- Lo amabas?

-- Demasiado, por él yo daba todo, le entregué todo, mi pureza, mi corazón. Nos íbamos a casar...-- se asomó una lágrima en mis ojos-- Estaba tan feliz, parecía una niña esperando la navidad para abrir los juguetes. Hasta que escuché como mi hermana estaba hablando por teléfono con él...-- cerré mis ojos-- ese día se fué algo de mí...En parte estoy feliz porque abrí los ojos a tiempo. Ya que si no lo hubiese hecho, en este momento estaría casada con un hombre que me engañó con mi hermana-- suspire.

-- Y si no hubiese sucedido eso, no te hubiese conocido-- se acercó a mí-- por algo suceden las cosas Kendra. Yo perdí a mi esposa hace un año en un accidente en auto. Mi hija iba en ese mismo coche, pero gracias a Dios no le pasó nada. La muerte de mi esposa fué un golpe muy duro para Mila, pero tu...tú le devolviste la felicidad, a ella...y a mi-- retiró los mechones que cubrían mi rostro y con una sonrisa secó mis lagrimas-- si tan solo me dieras una oportunidad. Yo no soy el hombre que piensas que soy. Lo que siento por ti, ni siquiera lo sentí con la madre de Mila. Tu eres diferente. Me rechaces a no, sigo siendo feliz. Cásate conmigo Kendra.

-- No puedo-- apenas solté un audible susurro.

-- Puedes, pero no quieres-- apegó su frente con la mía. Sentir su respiración tan cerca me deja inmóvil. Theo sabe como hacerme temblar sin besarme-- Déjame demostrarte que soy diferente.

THEO:

-- Déjame demostrarte que te amo-- sus labios son como un imán, me atraen demasiado, hasta el punto de querer devorarlos. Apenas rosé sus labios y justo la luz volvió. Se levantó rápidamente con una sonrisa.

-- Gracias a Dios! ya no me voy a morir-- sonrió y le di la espalda. Toqué mis labios.

Mierda! la iba a besar y justo tuvo que llegar la bendita luz.

Salimos del elevador y con una sonrisa entramos a la oficina.

-- Sabía que aún no era mi hora de morir. Que hermoso es estar con vida. Bien, el trabajo empezó-- arregló su blusa-- a trabajar se ha dicho. Quiere que haga algo?

-- No-- la miré fijamente y noté su incomodidad.

-- Tengo algo en la cara?

-- Kendra, acércate-- hizo lo que le dije.

-- Ocurre algo señor?

Puse el anillo de compromiso en el escritorio.

-- Señor, le dije que no aceptaba casarme con usted. Yo reuniré el dinero para la operación de mi madre sin...

Saqué un cheque en blanco y una pluma y se lo entregué.

-- No entiendo señor.

-- Pon la cantidad de dinero que necesitas para operar a tu madre. Te juro por Mila, que no me tendrás que dar nada a cambio por esto-- agarré su mano-- Yo te ayudaré a darle la vida que tanto deseas para tu madre sin nada a cambio.

-- No entiendo. Usted me hizo una propuesta. La de casarme con usted a cambio de...

-- Mi propuesta sigue en pie, solo que cambio algo. Cuando te cases conmigo será por amor. Vamos Kendra-- volví a sentarme-- pon la cantidad que necesitas para aquella operación. Un millón, un billón, la cantidad que desees te la daré, todo con tal de que seas feliz-- sin moverse y sin dejar caer en papel y el bolígrafo, lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, mientras lentamente formaba una sonrisa en sus labios.

Esta es mi primera muestra de amor hacia Kendra. Así tenga que renunciar a la única oportunidad que tenía para casarme con ella. Ya no me importa, todo con tal de verla feliz.

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