Capítulo 9

KENDRA:

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Abrí mis ojos al escuchar el sonido de mi alarma que indicaba que eran las 11 de la mañana. Después de estirarme en la cama mismo, me levanté y me metí al baño para darme una ducha. Al salir del baño, me puse una licra deportiva de color gris, una pequeña blusa de mangas cortas, y mis zapatos deportivos.

-- Que bueno que llegó el sábado, necesitaba descansar de usted, jefecito-- me puse los audífonos y puse una música en inglés, mis favoritas.

Fui al parque y empecé a trotar en cada esquina del gran lugar de más de 200 metros de largo y de ancho.

Una llamada interrumpió la música que estaba escuchando, por lo que me detuve y al ver la pantalla de mi celular, veo que es nada más y nada menos que el jefecito.

-- Ahora qué carajos quiere?!-- respiré profundo y contesté la llamada-- ahora qué quiere señor? acaso no se ubica en la fecha? estamos sábado, hoy no soy su asistente, así que...

-- Hola Kendra-- habló Mila al otro lado del celular con si tierna voz y sonreí.

-- Corazón! que gusto escuchar tu voz. Por un momento pensé que tu padre era el que me había llamado. Cómo estás corazón?

-- Estoy muy bien. Kendra hoy harás algo importante?

-- Lo mismo de siempre, encerrarme en mi departamento. Por qué?-- sonreí y me senté en la banca más cercana.

-- Es que quisiera que vengas a mi casa para divertirnos, que dices Kendra? aceptas venir a mi casa para estar las dos juntas.

-- A...tu casa?-- puse mi mano en la pantalla-- tendré que ver al jefecito, pero no puedo negarme ante esta niñita que me derrite el corazón-- susurre y volví a poner el celular en mi oído.

-- Dime Kendra, vienes?

-- Está bien, voy hoy a tu casa corazón.

-- Si!-- gritó y sonreí-- te espero Kendra, adiós.

-- Adiós-- cortó la llamada y respiré profundo-- tendré que verlo de nuevo.

THEO:

Miré a Mila la cual terminó de hablar con Kendra mientras se sentaba en mis piernas.

-- Acepto venir papá-- me entregó el celular y sonreí.

-- Sabía que Kendra no se resistiría ante un angelito como tú.

Si, yo le dije a Mila que hablara con Kendra, no soporto estar lejos de ella, necesito volver a verla.

Después de un par de horas de estar hablando con Mila, decidí hacerle una pregunta.

-- Mila-- la miré a los ojos-- dime, que opinas de Kendra? te cae muy bien?

-- Claro, ella es mi mejor amiga, ella es muy dulce conmigo y siempre me trata bien-- sonreí.

-- Tu estarías de acuerdo si yo tuviera un tipo de relación con ella?

-- Claro que sí papá. Además hace mucho tiempo me di cuenta que te gusta Kendra, y me parece muy bonito. Hace mucho tiempo mi mamá se fué al cielo, y ya es hora que vuelvas a ser feliz con una persona-- sonreí.

-- Es increíble que una niñita de cinco años diga palabras muy bonitas-- sonrió.

-- También sé que Kendra no te quiere. Pero no te preocupes papá, yo haré todo lo posible para unirlos-- sonrió y me dió un beso en la mejilla.

La puerta del despacho se abrió, dejando a la vista a la hermosa asistente, Kendra.

-- Kendra!-- corrió Mila hacia Kendra y la asistente la agarró en sus brazos y le dió un beso; como quisiera en este momento ser Mila y recibir todas esas caricias, y estar entre los brazos de mi asistente-- Veniste muy rápido.

-- Ansiaba verte mi hermosa niña. Buenas tardes señor.

Le guiñe el ojo a Mila y ella sonrió.

-- Iré a ver algo, no tardo-- se fué corriendo Mila antes de que Kendra hablara.

-- Y a esta pequeña que le pasa?

Me acerqué a Kendra.

-- Sabía que no te negarías a la invitación de Mila.

-- Sí claro, la invitación de Mila. Sé muy bien que usted está detrás esto. Como es posible que use a la niña para traerme aquí, se pasa-- negó con la cabeza y reí.

-- Me descubriste.

-- Riase todo lo que quiera, pero no piense que conseguirá algo de mí. Por qué no se fija en la pobre señorita Alexa? ella está enamorada de usted.

-- Qué?

-- No lo sabía?-- rió-- ayer me insultó y se puso como loca...se puso molesta ya que yo fui la que apareció en esas fotos de la campaña.

-- Te insultó?

-- Pero ya no tiene caso. Lo que importa es que ella está enamorada usted, fíjese en ella, ella tiene mucho dinero, no es como yo, una don nadie.

-- Kendra, acompáñame, quiero enseñarte mis juguetes-- agarró Mila la mano de Kendra y amabas salieron del despacho.

-- Cómo te atreviste a insultar a Kendra, Alexa? me vas a escuchar, pero ahora no.

Subí a la habitación de mi hija donde se encontraba jugando con Kendra.

Me alegra saber que Mila está de acuerdo en lo que siento por Kendra, me dá gusto que ella la quiera y la acepte, ya pasé por una de las pruebas más importantes, saber si mi hija aceptaba a Kendra; ahora solo falta pasar la prueba más importante, hacer que Kendra se enamore de mí.

Pasaron las horas, y ya había anochecido, y para la suerte de Kendra, empezó a llover.

-- Kendra está lloviendo, no puedes regresar a casa, que tal si hoy te quedas a dormir aquí en casa?-- opinó Mila mientras guardaba todos sus juguetes.

-- No quiero molestar.

-- No es molestia, no es así papá?-- sonreí.

-- Claro que no. Mila tiene razón, está lloviendo, quédate Kendra. No quiero que mi asistente se enferme.

-- Tiene razón, me quedaré.

-- Mandaré a arreglar una habitación para ti.

KENDRA:

Después de que Theo saliera de la habitación de la pequeña, Mila se acercó a mí.

-- Kendra, te puedo hacer una pregunta.

-- Dime.

-- Te gusta mi papá-- abrí los ojos de par en par.

-- Y esa pregunta?-- reí nerviosa.

-- Es que a él le gusta, y quería saber si hay una posibilidad de que estén juntos...

-- Ay corazón, creo que el sueño te está haciendo decir cosas raras-- la llevé a la cama y la acosté en ella-- duermete. Es tarde-- sonreí y la arrope.

-- Listo, ya mandé a preparar una habitación para ti-- se acercó Theo a nosotras.

-- Papá, me puedes leer un cuento?

-- Claro que sí.

Iba a levantarme pero Mila me agarró de la mano.

-- Quédate tu también Kendra.

-- Claro.

-- Papá comienza.

-- Bien. Hace mucho tiempo existía una señorita muy bonita que trabajaba en una escuela donde conoció a una princesita llamada Mila...-- está hablando de mí?.

-- Yo?-- preguntó riendo Mila.

-- No sé, hay muchas niñas con ese nombre; Un día la princesita Mila hizo una travesura, por lo que la hermosa maestra fué a la casa del padre de la pequeña. Cuando él conoció a la hermosa señorita, quedó encantado con ella. Días más tarde, despidieron a la señorita bonita de la escuela, pero, él la ayudó, le propuso trabajar en su empresa como su asistente-- sonreí-- el jefe y la asistente se lavaban muy bien, hasta que un día discutieron por un pequeño problema que cometió el jefe. Desde ese día la asistente se volvió una malcriada, insolente, rebelde...

-- Yo no soy ninguna malcriada, insolente y rebelde-- lo interrumpi.

-- Y quien te dijo que estaba hablando de ti?

Borré la sonrisa de mi cara y me puse seria de nuevo.

-- Y qué pasó con la asistente y el jefe?

-- Bueno, la asistente no se llevaba tan bien con él, pero el jefe nunca dejó de quererla. Un día el jefe quería ayudar a la asistente, proponiendole que se casé con él, a cambio de ayudar a su madre, dándole dinero para una operación que necesitaba...

-- El jefe en parte es algo malo, por qué tuvo que hacer eso? se supone que si la quiere tiene que ayudarla sin nada a cambio-- sonreí ante las palabras de Mila.

-- Verdad que sí? el jefe es muy malo-- la apoyé.

-- Bien, ya es hora de dormir-- se levantó el jefecito.

-- Y que pasó con el jefe y la asistente? que dijo la asistente?

-- Rechazó la propuesta.

-- Pero quedaron juntos?

-- Aún no es el final de la historia, el próximo capítulo saldrá mañana. Ahora mi señorita, a dormir-- le dió un beso a su hija.

-- Buenas noches papá, buenas noches Kendra.

-- Buenas noches corazón-- le di un beso en la frente-- sueña con los angelitos-- salimos de la habitación de Mila.

-- Kendra, tu habitación será esta-- entramos a la habitación que estaba a lado de la de Mila.

-- Es muy grande. Gracias.

-- Si necesitas algo, no dudes en llamarme. Te traje algo de ropa que era de mi esposa. Descansa Kendra-- asenti con la cabeza y salió de la habitación.

THEO:

Entré a mi habitación y sonreí.

-- Me encanta saber que estás a unos pasos de mí, Kendra-- me quité la corbata y el saco.

Entré a mi baño y me quité la ropa para darme un baño. Será posible que esa arisca mujer se interese en mí? Por lo poco que me ha dicho, sé que no quiere volver a enamorarse ya que su prometido la engañó y piensa que todos los hombres son iguales, si tan solo me conociera más, supiera que clase de hombre soy.

Al terminar de bañarme, salí del baño.

****KENDRA****:

Estaba por sacar el celular de mi bolso, pero no había celular.

-- Dónde dejé ese bendito aparato?...Cierto, lo dejé en el escritorio del despacho del jefecito, le preguntaré si lo tiene-- salí de la habitación y me detuve al frente de la puerta de la habitación del jefe-- porque tienen que pasar este tipo de cosas?-- abrí la puerta de la habitación-- señor, por si acaso usted no vió mi celular en su...-- por casi se me salen los ojos de la órbita al ver el escultural y desnudo cuerpo del jefecito--...despacho...-- terminé la palabra. Estaba congelada, no podía moverme, y sin disimular, seguí con la mirada cada gota que recorría aquel cuerpo bien formado. Pestañee un par de veces-- señor!-- volteé y cubrí mi rostro-- que le pasa? porque está desnudo?

-- Estoy en mi habitación y yo puedo estar como quiera-- me agarró del brazo-- por qué entraste?-- me acorraló en la pared y pegó su cuerpo al mío-- acaso tu propósito era...encontrarme así, desnudo?

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