Niken presencia la infidelidad de su esposo con una mujer mayor, casada y vecina de él. No solo Niken fue testigo de la ardiente traición de Reyfan, su marido, con Zahra, su amante. También Hans, esposo de Zahra, vio la escena oculta detrás de Niken, justo cuando ella sorprendía a Reyfan y Zahra haciendo el amor en el taller de su esposo.
Hans sostiene el cuerpo débil de Niken, devastada por lo que acaba de presenciar.
—¡No llores, gente vil como ellos no merecen tus lágrimas!
—¿Tío Hans?
—¡Venguémonos de lo que nos hicieron!
—¿Cómo?
—¡Salgamos nosotros también!
Niken acepta la propuesta de Hans, y así sellan un pacto de infidelidad. Pero, ¿qué ocurrirá cuando la venganza empiece a mezclarse con verdaderos sentimientos? Sobre todo porque Hans ya llevaba tiempo enamorado de Niken, desde la primera vez que la vio.
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Capítulo 9
Niken disfrutó de inmediato su nuevo espacio de trabajo. Sí, consideraba ese cuarto su nuevo y cómodo espacio de trabajo. Consentida con el olor de los libros que tanto extrañaba, porque hacía mucho tiempo que Niken no visitaba la biblioteca nacional. Hans hizo realidad su sueño de tener un espacio especial para disfrutar de sus libros favoritos.
"¿Qué te parece, te gusta?", preguntó Hans.
"Me gusta, me gusta mucho, tío", respondió Niken.
"En ese caso, felicidades por tu trabajo, espero que te sientas cómoda. Escribe una historia interesante, luego la promocionaré a uno de mis amigos que trabaja en una editorial de libros. Me voy a trabajar, nos vemos durante el descanso", dijo Hans.
"¿Tiene que ser durante el descanso?", preguntó Niken.
"¿Quieres que me quede aquí para acompañarte a trabajar? Eso no sería profesional, cariño. También quiero ver a algunos de mis contactos comerciales, tengo bastante trabajo hoy, pero me haré un tiempo para que descansemos y almorcemos juntos", dijo Hans.
"Está bien, entonces que tengas un buen trabajo, tío guapo", dijo Niken, comenzando a coquetear.
"No me tientes, ¿quieres que sea como ayer?"
"Ehm... sobre ese tema, no hablemos de eso todavía, tío. Me da vergüenza, lo siento por cómo fui ayer, me siento avergonzada porque mi cuerpo no es perfecto, como el cuerpo de la esposa del tío", dijo Niken.
"No te menosprecies ni te sientas tan insegura, Niken. Si es así, haré que las curvas de tu cuerpo sean hermosas. Ahora ve a trabajar, solo te pido que escribas una historia interesante, me gusta leerlas", dijo Hans, y luego dejó un beso en la frente de Niken.
Ella sintió una vibración diferente, Hans parecía quererla mucho más que cualquier otra cosa, y realmente la aceptaba tal como era.
Después de que Hans se fue, Niken comenzó con su trabajo. Se sentía cómoda con su nuevo lugar de trabajo. Ahora podía concentrarse en escribir, creando una historia interesante que dedicaba a Hans.
Antes de escribir, Niken recorrió las estanterías donde los libros estaban ordenados.
"¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué tiene que ser el tío Hans? Sí, tenía la intención de ser infiel para vengarme de Mas Rey, pero no con el tío Hans. No importa, ¡Tú robaste a mi esposo, yo robo a tu esposo! Estamos a mano, ¿verdad, Mbak Zahra?", pensó Niken con una sonrisa triunfal, porque el esposo de Zahra la trataba como a una reina.
Niken tomó un libro de la estantería, leyó un libro de su autor favorito antes de escribir la historia. A Niken se le ocurrió escribir una historia con el título ¡Tú robaste a mi esposo, yo robo a tu esposo! Sí, Niken estaba decidida a escribir esa historia, después de que terminara la historia que aún estaba en curso en una plataforma de escritura.
Niken continuó con su escritura que aún estaba pendiente y no había terminado. Muchos lectores le habían pedido que actualizara su nuevo capítulo. Con entusiasmo, especialmente con un nuevo y cómodo espacio de trabajo, Niken comenzó a verter sus ideas en la historia, hasta que se olvidó de la hora, de que pronto llegaría la hora del almuerzo.
¡Ding!
Hubo una notificación de un mensaje entrante, solo lo miró de reojo, porque todavía estaba ocupada con su escritura que estaba a punto de terminar.
¡Ding!
¡Ding!
¡Ding!
Tres mensajes más entraron, y Niken todavía los ignoró, porque estaba acostumbrada a ser así cuando estaba escribiendo, no le importaba su teléfono, aunque escuchaba una notificación de mensaje entrante.
¡Clic!
Se escuchó el sonido de la puerta abriéndose, afortunadamente la escritura de Niken había terminado, y solo tenía que actualizarla a su historia.
"¿Niken? ¿Estás ocupada?", preguntó un hombre que no era otro que Hans.
"Sí, estaba ocupada hace un momento, ¿ya terminé, tío?", respondió Niken.
"¿Vamos a comer?", invitó Hans.
"¿Ahora?"
"Ya es hora de descanso, ¿no dije que a la hora del almuerzo comeríamos juntos?", dijo Hans.
"Está bien, esperaré un momento para arreglar esto primero".
"¿No quieres leer mis mensajes primero?"
"¿Para qué leerlos? ¿No está el tío aquí? ¿Frente a mí?", respondió Niken.
"Está bien, vamos a comer".
**
Reyfan estaba disfrutando de una aventura amorosa con su amante, que no era otra que Zahra, la esposa de Hans. No se sabe por qué Reyfan eligió tener una aventura con una mujer mayor que él, cuando afuera todavía hay mujeres que son mucho más jóvenes y más hermosas que Zahra.
"Rey, ¿cómo te despediste de Niken?", preguntó Zahra.
"Salí con los niños, ya sabes con quién suelo salir", respondió Reyfan.
"Tu cuerpo es hermoso, cariño", susurró Reyfan.
"Es que mi cuidado es caro, a menudo lo cuido, hago ejercicio, gimnasia, incluso cuido la comida", dijo.
"¿Con razón tu esposo está feliz?", dijo Reyfan.
"¡No lo menciones cuando estamos juntos, Rey!"
"¿Por qué?"
"¡Quiero divorciarme de él!"
"Tu esposo es muy perfecto, rico, ¿por qué lo dejas ir? Es una pena, ¿verdad? Solo disfrutemos todo esto, de todos modos, aunque no lo atiendas, todavía te da dinero, ¿verdad?", dijo Reyfan.
"Sí, pero ya me he enamorado de ti, Rey. Estoy lista para ser tu segunda esposa", dijo Zahra.
"No tengo nada, ya lo sabes, ¿verdad?"
"¡Necesito un esposo como tú!"
"¿Por qué dices eso?"
"Hay una razón por la que te elegí", respondió.
Reyfan miró tristemente el rostro de Zahra. Sin embargo, su corazón se agitó, sintió culpa hacia Niken. No se sabe por qué, cuando salió con Zahra, seguía recordando el rostro de su esposa a la que había engañado en secreto durante un año. Especialmente al ver el mensaje de Niken que decía que Niken se había despedido del trabajo y que volvería al anochecer.
"¿En qué trabaja Niken? ¿Por qué no quiero que trabaje?", pensó Reyfan.
No se concentró cuando estaba con Zahra después de imaginar la figura de Niken que lo había acompañado desde cero. Incluso habiendo caído y levantado junto con él durante casi diez años.
"Cariño, no nos quedemos hasta la tarde, ¿de acuerdo? Tengo una clase de gimnasia aeróbica hoy", dijo Zahra.
"¿No puedes tomarte un descanso primero? Todavía te extraño, todavía quiero estar contigo", susurró Reyfan.
Recordando a Niken, pensando en Niken, pero su deseo aún quería expresarlo a Zahra. De hecho, el hermoso cuerpo de Zahra lo hipnotizó, especialmente en casa Niken se está poniendo más gorda, cada vez más sin pasión. También hay muchas manchas negras en su cuerpo, porque Niken no se preocupa por su apariencia. Ella solo está ocupada escribiendo y cuidando a su esposo todos los días. Sí, claramente cuidando a su esposo, desde su comida, desde su ropa, la limpieza de su habitación, y otras cosas.
Todo depende de Niken. Todo lo que Reyfan necesita, Niken siempre lo prepara, en realidad no puede estar sin Niken en casa, pero Reyfan ha perdido un poco el amor por Niken. Hasta el punto de que rara vez toca a Niken.
"Cariño, si no hago gimnasia, mi cuerpo se aflojará, ya no podré apretar lo tuyo", susurró Zahra provocativamente.
"Hmm... en realidad todavía quiero quedarme hasta la noche", dijo Reyfan.
"¿No tienes una esposa en casa? Pídele a tu esposa también, ¿verdad?"
"No digas eso, ¿alguien se pondrá celoso?", dijo Reyfan.
"Sí, celosa, pero ¿no es esa la realidad? Además, si le pides a tu esposa es legal, ¿no es su esposa?"
"Hace mucho que no la toco. Su cuerpo es cada vez más deforme, incluso la pasión desaparece de inmediato cuando veo su cuerpo", dijo Reyfan.
"Ya te dije, ¿tu esposa tiene que moverse mucho, hacer gimnasia, ejercicio? Ella solo se sienta, alucina, come bocadillos, ¡sí, su cuerpo se vuelve más ancho!", dijo Zahra.
"Ya no hablemos de ella, te quiero a ti, por favor... ¿toma un descanso de la gimnasia, de acuerdo? ¿No tomes la clase de gimnasia? Solo por hoy, hacemos gimnasia aquí. ¿Vamos, cariño?", rogó Reyfan.
Zahra, que fue tocada por Reyfan, se rindió de inmediato, accedió a lo que Reyfan quería. Y se produjo una batalla caliente con Zahra liderando la batalla esta vez sobre el cuerpo de Reyfan.
"Eres genial, Zahra... sacúdete más fuerte, cariño, ¡sí, así! Estoy satisfecho si es así, solo tú puedes hacer esto, ¿cariño?", balbuceó Reyfan extasiado.
Zahra se volvió más entusiasta subiendo y bajando sobre el cuerpo de Reyfan, hasta que liberaron sus deseos juntos.
