Un Matrimonio Por Conveniencia.

Abi y Luca pasaron unos días increibles juntos. La llevo a cenar todas las noches, después paseaban por la ciudad y por último la llevaba a dormir a su hotel. Sin embargo, lo bueno siempre dura poco y Abi debe volver a España mañana mismo, separándose de Francesco para seguramente no verlo jamás o eso es lo que ella piensa.

Como todas las noches Luca la lleva a cenar. Esta noche le regalo un precioso vestido que le debe haber costado una fortuna, ya que el restaurante es muy exclusivo, solo para gente millonaria y con renombre. Abi está muy sorprendida por todo el dinero que Francesco gasto para ella estos días, pero se queda tranquila porque sabe que se lo devolverá una vez que llegue a España, aún así ella está muy intrigada de saber a que se dedica Francesco y porque tiene tanto dinero.

—Este restaurante es maravilloso Francesco, ¿sabes venir seguido aquí?

—Si Abi, es mi lugar favorito, todos me conocen — por suerte se acordó de decirle al encargado que por nada del mundo lo llamen por su apellido, no quiere arruinar su última noche con ella, ya que después de este día, Abi, será su esposa y nada volverá a ser igual.

—Dime Francesco ¿A qué te dedicas? Tienes mucho dinero ¿Verdad? —Luca sabia que tarde o temprano le iba a preguntar, así que no tiene otra opción que contarle la verdad, pero a medias.

—Trabajo en la industria automotriz, Abi.

—¿De verdad? —pregunta sorprendida, no lo puede creer, "hasta en eso somos parecidos, así que si el trabaja en la industria debe conocer a Luca Chiaraviglio" piensa Abi, quien no aguanta su impulso y le pregunta sobre el-conoces a Luca Chiaraviglio ¿Verdad?

—Si Abi—contesta Luca titubeando — en realidad mi empresa trabaja para él, ¿Por qué lo preguntas?

—Porque mi familia también esta en la industria automotriz y mi padre cayó ante la maldad de Luca Chiaraviglio. Mi familia esta en la ruina.

—Lo siento mucho Abi, dicen que el es implacable, que no tiene compasion por su competencia.

—Asi dicen. No tengo el agrado de conocerlo. En realidad no quisiera hacerlo. Pero no tengo otra opción-contesta Abi muy triste.

—¿A qué te refieres con que no tienes otra opción?

—Mi padre le pidió un préstamo a Luca Chiaraviglio y no pudo pagarlo—explica Abi— Perdimos todo. Nuestra empresa que con tanto sacrificio creo mi bisabuelo, nuestras propiedades, todo. Mi padre nunca sirvió para los negocios, pero es una buena persona y no se merece lo que esa persona le esta haciendo.

—Ay Abi, no se que decir...

—Sin embargo, Luca Chiaraviglio me ofreció un trato.

—¿Un trato?—pregunta haciéndose el sorprendido.

—Si, me pidió que me case con el durante un año y perdonaría nuestra deuda. ¿Puedes creer la clase de demonio que es? — Luca sabia que Abi pensaba muy mal de él, pero no imagino que tanto. Que pensaría si se enterara que el, en realidad, es la persona que tanto odia.

—¿Casarte con él? ¿Y tu aceptaste?

—Si, Francesco acepte, no puedo permitir que todo mi patrimonio se pierda. Que tantos empleados se queden sin trabajo, debo sacrificarme por un año y volveré a recuperar todo.

—Eres muy valiente Abi, y más si odias a ese hombre.

—No lo odio, no lo conozco, simplemente que no me gusta que se abuse de las pequeñas empresas que confían en el.

—Ten mucho cuidado Abi, dicen que él no tiene sentimientos —a veces le duele que la gente hable así de él, sin embargo se lo ganó, con sus actitudes.

—Lo tendré, aunque no quiera casarme con él.

—Dime Abi ¿Cuándo vuelves a España? —pregunta Luca, no quiere separarse de ella, la va a echar mucho de menos, ya que cuando se entere quien es , va a odiarlo por mentirle.

—Mañana Francesco, no quiero irme, pero debo hacerlo, te echaré mucho de menos, llego el momento de despedirnos—manifiesta Abi, con mucha tristeza en su voz.

—Yo también voy a extrañarte Abi y no sabes cuanto. Esta semana contigo la pasé increíble —exclama Luca, tomando la mano de ella entre las suyas. Por primera vez, siendo sincero con una mujer y sus sentimientos.

—Quisiera seguir manteniendo contacto contigo, sin embargo, no creo que mi futuro esposo me lo permita.

—Y lo entiendo Abi. Eres demasiado hermosa. Si fuera él, sería muy celoso.

—¿Puedo pedirte un favor Francesco? —pregunta Abi, quisiera que él la acompañe hasta el aeropuerto y se quede alli con ella para despedirse.

—Dime Abi—dice Luca apretando delicadamente la mano de ella.

—Quisiera que me acompañes al aeropuerto, y te quedes conmigo hasta que salga el avión—Abi se pone colorada y Luca tiene unos deseos inmensos de besarla.

—Por supuesto que si, mi bella Abi, yo mismo te llevare.

Cenaron en paz y pasaron varias horas, hasta que se dieron cuenta que se había hecho tarde. Después de pagar la cena y subirse al auto dieron unas vueltas por la ciudad, finalmente la deja en la puerta del hotel, sin embargo, Luca no quiere dejarla ir.

—Abi... No te vayas, quédate conmigo—le ruega.

—Francesco yo... No quiero irme... Pero debo hacerlo, si estuviera en mis manos me quedaría contigo, creo que me enamore de ti —le confiesa Abi, entregándole su corazón, algo que hace sentir un poco culpable a Luca, por estar engañandola.

—Yo también me enamore de ti, Abi - contesta siendo completamente sincero con ella, nunca imagino que en una semana podría enamorarse de una mujer y menos con esta intensidad, sin embargo lo hizo y ahora no tiene vuelta atrás. Ella va a odiarlo cuando se entere de toda la verdad.

Sin pensarlo, Abi se acerca a él y le da un tierno beso en los labios , pero el lo profundiza más. Luca la acerca a su cuerpo y comienza a besarla con pasión, besa su cuello, el lóbulo de su oreja y vuelve a besarla en los labios. El introduce sus manos bajo el vestido de Abi y acaricia sus pecho, haciendo que ella emita un pequeño gemido , sin embargo, Abi reacciona y se separa de él, haciendo que Luca se sienta mal, no debería haber llevado las cosas tan lejos.

—Lo siento Abi, fui demasiado lejos — se disculpa Luca.

—Esta bien Francesco, si quieres podemos ir a tu casa —Contesta ella, sin pensarlo, si es la última vez que verá a Francesco, al menos quiere entregarse a él.

—¿Estás segura Abi? — pregunta sorprendido.

—Si Francesco, nunca estuve tan segura de algo en mi vida, si es la última noche que nos veremos, quiero que sea una noche especial.