Héroes: Parte Uno

En una ciudad a seis horas de distancia de donde vivía Junior, se produjeron varias explosiones en el centro. Todos los héroes conocidos de la ciudad acudieron a detenerlas. Los cinco héroes más fuertes y renombrados eran: Maxi, Pedro, Elizabeth, Marcos y Carol. Al llegar al centro, se encontraron con varios bomberos que estaban intentando controlar la situación. Todos esperaban con tensión lo que iba a suceder.

Elizabeth utilizó su poder de sanación para atender a los heridos, mientras que Carol usaba su habilidad elemental para reparar los edificios dañados. Mientras tanto, los hombres buscaban al villano responsable de las explosiones y a más heridos. La situación era caótica cuando, de repente, una nueva explosión resonó. Sin pensarlo, Pedro creó un campo de fuerza para proteger a todos.

Los héroes se dieron cuenta de quien era el responsable de las explosiones y comenzaron a buscarlo. Sin embargo, Carol resultó herida, y Elizabeth se apresuró a sanarla. A pesar de los esfuerzos, las explosiones continuaban. Pedro retiró el campo de fuerza, y Marcos comenzó a levantar escombros con su poder de gravedad en busca del villano. Finalmente, lo encontraron: un hombre con ojos negros y cicatrices por todo el cuerpo. Se llamaba Torres, un supervillano conocido por haber asesinado a numerosos políticos y que había sido condenado a cadena perpetua.

Maxi aumento de tamaño su mano e intentó atraparlo, pero Torres logró escapar y generó otra explosión. Maxi quedó herido por la onda de choque, mientras Marcos lanzaba rocas hacia el villano, aunque no logró darle. Torres creó más explosiones, y Pedro nuevamente generó un campo de fuerza para proteger a los demás, mientras Carol lanzaba piedras afiladas que atravesaron la pierna de Torres, provocándole una gran hemorragia.

A medida que la batalla avanzaba, un humo negro comenzó a llenar el aire. De repente, todos los héroes empezaron a escupir sangre y a caer al suelo. Reconocieron ese humo; era el mismo que había estado presente en sus encuentros anteriores. Torres también se vio afectado y comenzó a escupir sangre. Carol, a pesar de su poder de sanación, no podía ayudar, y todos se tambalearon, incapaces de mantenerse en pie.

Justo en ese momento, una explosión más fuerte resonó y apareció el responsable del humo negro, gravemente herido. Antes de que pudiera hacer algo, murió en el acto. Carol se apresuró a sanar a todos, y al mirar al hombre caído, se dieron cuenta de que el Señor Luz fue quien derrotó al tipo, el superhéroe más poderoso del país y muy conocido en el mundo. Sin decir una palabra, se alejó volando con sus botas propulsoras. El Señor Luz tenía el poder de crear esferas de luz, razón por la cual todos lo conocían. Nadie sabía su nombre real, pero su reputación era suficiente.

Mientras tanto, el video de la pelea de Junior con Figueroa ya había alcanzado las quinientas mil visitas, causando revuelo entre los estudiantes de la academia.

En la Academia Técnica

En la academia, a los estudiantes solo les enseñaban a pelear y a usar sus poderes. Junior había hecho amistad con Duvan, un chico un poco más bajo, de cabello rubio y largo, con ojos azules. Duvan le contó que los estudiantes de noveno debían enfrentar una prueba para ascender a décimo, una evaluación muy importante, pero que podía ser sorpresiva e impredecible. El año anterior, a los novenos les hicieron pelear en la sala de simulación. Sin embargo, los profesores aún no habían decidido cuál sería la prueba para este año.

Junior continuaba entrenando, pero el profesor Rubén le mencionó que él tenía un punto débil. Junior no sabía cuál era y eso lo preocupaba mucho. Nicole y Ome tenían dos puntos débiles, mientras que Karoth, Daniela y Figueroa solo tenían uno. Todos estaban decididos a entrenar y descubrir sus debilidades antes de la prueba, con la esperanza de superarlas.

Los estudiantes intentaban desesperadamente encontrar sus puntos débiles, pero no había éxito. Ya se les había informado que al día siguiente se revelarían sus debilidades, lo que aumentaba la tensión y la expectativa en el ambiente.

En la capital

El Señor Luz se dirigía a la oficina del presidente para informarle que había resuelto el problema de las explosiones en el centro de la ciudad y la muerte de los villanos responsables. Mientras volaba, notó que muchas personas estaban mirando sus celulares, asombradas. Al principio pensó que estaban siguiendo las noticias sobre los villanos que había derrotado, pero se dio cuenta de que era todo lo contrario: estaban viendo la pelea de Junior con Figueroa. El video ya había alcanzado millones de visitas y la gente ignoraba por completo las noticias sobre él.

Al llegar a la oficina del presidente, comenzaron a conversar.

-Ya acabé con ellos. Te diré algo: esos cinco casi se mueren -dijo el Señor Luz con seriedad y un toque de presunción.

-Muchas gracias -respondió el presidente, agradecido.

-¿Hay algo más? -preguntó el héroe.

-Sí. Mira esto -contestó el presidente, mientras le mostraba su pantalla.

El rostro del Señor Luz cambió al ver el video de la pelea de Junior contra Figueroa. No podía creer lo que estaba viendo.

-¿Eso está editado? -preguntó incrédulo.

-No. Lo hemos revisado bien y no está editado -respondió el presidente.

-¿Qué? ¿Cuatro poderes? ¿Y cuáles son? -inquirió, cada vez más sorprendido.

-Súper fuerza, volar, ataques eléctricos e híper movilidad -enumeró el presidente.

-No puedo creerlo. ¿Cómo se llama? -preguntó, asombrado.

-Juan Pablo Saavedra -contestó el presidente.

-No está mal -murmuró el Señor Luz, mientras se pasaba la mano por su cabello rubio y ajustaba su mirada de ojos azules. Un joven con cuatro poderes, pensó, pero aún carecía de entrenamiento y no llegaría muy lejos.

-¿Qué grado cursa? -preguntó con un tono presuntuoso.

-Noveno -respondió el presidente.

-Bien. Me retiro, señor -dijo el Señor Luz, sintiéndose satisfecho.

-Hasta luego -despidió el presidente mientras el héroe se alejaba, convencido de que Junior no llegaría muy lejos, especialmente en comparación con la chica que había despertado su poder a los trece años.

En la Academia Técnica, al día siguiente

Los estudiantes estaban ansiosos por descubrir sus puntos débiles, y aún les faltaban algunos por evaluar: Junior, Nicole, Karoth, Daniela, Ome y Figueroa. Todos estaban nerviosos, querían conocer sus debilidades antes de la prueba. Mientras tanto, el video de la pelea de Junior con Figueroa seguía creciendo en popularidad, alcanzando ya los dos millones de visitas.

La tensión en el aire era palpable mientras se preparaban para la evaluación. Cada uno de ellos se preguntaba cuáles serían sus puntos débiles y cómo podrían superarlos antes de la prueba final. La sala de simulación se llenó de murmullos de expectativa y ansias de demostrar su valía.

Cuando llegó el momento de que Figueroa entrara, todos los estudiantes contuvieron la respiración. La puerta se cerró tras ella, y los demás esperaron con gran curiosidad lo que sucedería a continuación. Mientras tanto, la fama de Junior seguía en aumento, y la presión sobre él para demostrar su valía solo aumentaba con cada visita al video.

De vuelta en la capital

El Señor Luz daba golpes a la pared, desatando su furia. La causa de su ira era simple: el video de Junior había ganado una popularidad abrumadora. Ahora, en otros países hablaban de él, algo que le había costado mucho esfuerzo al Señor Luz alcanzar. Y todo lo que Junior necesitó fue un video viral. Sin embargo, decidió no caer en la misma trampa de la envidia y trató de calmarse, pero las noticias continuaban hablando de Junior. Así que decidió salir a salvar a más personas y a detener villanos.

Cada vez que el Señor Luz rescataba a alguien, las voces de admiración resonaban a su alrededor:

-¡Todos queremos ver al chico Saavedra en acción!

Ese constante eco solo alimentaba los celos del héroe. A medida que pasaba el tiempo, comenzó a sentir un odio intenso hacia Junior, convencido de que lo estaba dejando atrás en la carrera por la fama. Con furia, el Señor Luz murmuró para sí mismo:

-No voy a ser olvidado. No perderé algo que nunca tuve en mi vida.

Miró su celular y vio que el video de Junior había llegado a los tres millones de visitas. La rabia lo consumió aún más. Desesperado, encendió el televisor, pero el único contenido que pasaban eran clips de la impresionante pelea de Junior.

De vuelta en la Academia Técnica

Figueroa, Nicole, Karoth, Daniela y Ome habían conocido sus puntos débiles, pero el costo había sido alto: todos salieron de la sala de simulación muy lastimados, con cortes y moretones en sus cuerpos, dejando manchas de sangre por el suelo. El profesor Rubén los llevó a la enfermería para que recibieran atención médica. Los demás estudiantes también estaban en condiciones similares.

Mientras tanto, Junior aguardaba su turno para entrar a la sala y descubrir su propio punto débil. Sin embargo, tuvo que esperar un poco más, ya que su prima Sharon estaba en la sala y salió también lastimada. Finalmente, cuando le tocó a Junior, entró a la sala de simulación. El ambiente era blanco, y miró a su alrededor, sintiéndose un poco ansioso.

De repente, la sala comenzó a transformarse, y una ciudad destruida apareció ante sus ojos, con una nave espacial en el cielo. Junior sintió una mezcla de emoción y determinación, pero pronto se dio cuenta de que un ejército de alienígenas verdes con partes metálicas lo atacaba. Sin dudarlo, Junior comenzó a combatir, lanzando puñetazos, patadas y ataques eléctricos.

Los alienígenas intentaron golpearlo, pero Junior esquivaba con agilidad la mayoría de los ataques. Sin embargo, algunos lograron darle golpes en la espalda. Recordando la pelea con Figueroa, se concentró en observar los movimientos de sus oponentes, decidiendo que su punto débil era la distracción. Tenía que mantenerse alerta.

Con un potente ataque eléctrico, destruyó a varios alienígenas, pero la llegada de naves con armas letales complicó la situación. Junior salió volando y derribó algunas de ellas, pero su atención se desvió cuando vio que sus primas estaban en peligro. Corrió hacia ellas, pero recibió un misil en el camino, estrellándose contra un edificio.

Recuperándose, se dirigió hacia sus primas. Un robot intentó atacarlas, pero Junior lo destruyó con rapidez, salvándolas de una situación peligrosa. Sin embargo, más enemigos llegaron. Junior, decidido, se levantó y comenzó a destruir a todos los robots a su alrededor. En un momento de distracción, uno de los robots logró herir a Nicole, lo que hizo que Junior se desviara de su objetivo y recibiera un fuerte ataque en el estómago.

Escupiendo sangre, cayó al suelo, sintiendo cómo el dolor se apoderaba de él. A pesar de la herida en su estómago, se levantó y se dirigió hacia el robot que le había causado daño, destruyéndolo en un instante. Sin embargo, su atención fue atraída por una mujer que estaba cayendo, y aunque la reconoció, no pudo evitar que la situación se complicara. Corrió hacia ella, atrapándola justo a tiempo, pero en el proceso, recibió varios misiles que lo lanzaron contra el suelo.

La explosión fue devastadora, y aunque la mujer cayó a un edificio cercano a salvo, Junior quedó gravemente herido. Se esforzó por recuperarse, pero sabía que estaba en problemas. Con cada segundo que pasaba, se daba cuenta de que había descubierto su verdadero punto débil: la distracción en momentos críticos.

En la capital

El Señor Luz no pudo soportar más la situación y estalló de furia. La creciente fama de Junior lo estaba devorando por dentro. Era frustrante para él ver que alguien tan joven, con una mente tan inexperta, acaparaba la atención que le había costado tanto esfuerzo alcanzar. Con rabia y odio, murmuró para sí mismo:

-Él no me lo va a quitar. No perderé el amor. No quiero terminar como hace años.

Sin pensarlo dos veces, tomó su celular y llamó a David, el anti héroe conocido por su despiadada fama. Era temido por muchos debido a que mataba tanto a villanos como a héroes; había fallado una vez, pero eso no había sido suficiente para que dejara su buena racha. El Señor Luz comenzó a darle instrucciones:

-Sí, sé que es un menor de edad. Pero si nadie se entera, todo estará bien -le dijo con determinación.

-¿Quieres que lo intente como con ella? -preguntó David, recordando el intento fallido de eliminar a la chica que despertó su poder a los trece.

-No. Quiero que muera. Él sí lo logró. No sabe lo que ha hecho, y va a pagar por ello.

El Señor Luz, con rencor acumulado, también planeaba eliminar a la chica que había despertado su poder a tan temprana edad. Aunque su intento anterior había fracasado y no había logrado quitarle la atención, decidió que era hora de actuar de nuevo. David aceptó la misión, sin dudarlo.

En un barrio de la capital

Una chica observaba el video de la pelea entre Junior y Figueroa. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras murmuraba:

-Vaya. ¿Quién diría que terminarías como yo? Espero que estés bien. ¿Cómo estarás?

La chica que despertó su poder a los trece conocía a Junior tan bien como él la conocía a ella. Sin embargo, había una historia entre ellos que se negaban a compartir. La distancia y el silencio que había surgido entre ellos planteaban muchas preguntas: ¿Por qué no se quieren ver ni hablar? ¿Qué sucedió en el pasado que los separó?

En la Academia Técnica

Junior salió de la sala de simulación, completamente exhausto y herido. Se sentía peor que los demás y, en un momento de debilidad, se desmayó. Aunque había descubierto su punto débil, la idea de no poder superarlo lo atormentaba. Para colmo, la chica que había salvado durante su simulación resultó ser la misma que había despertado su poder a los trece años. La sala de simulación tenía la capacidad de materializar lo que estaba en la mente del estudiante, y, por lo tanto, había traído a la vida una representación de sus pensamientos más profundos: la ciudad destruida, sus primas y, por supuesto, la chica.

Junior comprendió que debía superar su punto débil: la tendencia a bajar la guardia. Además, la presencia de ella lo distraía y lo dejaba vulnerable. Era hora de enfrentarse a sus miedos y encontrar la fuerza para seguir adelante, no solo como héroe, sino también como persona.