DESTINOS OCULTOS

Los días transcurrían lentamente para Arianna, cargados de expectativa y reflexión. Desde que Kai le hizo la oferta, su mente había estado ocupada en imaginar el impacto de la inversión. Sabía que no podía apresurarse, necesitaba sopesar cada detalle antes de comprometerse. Finalmente, el análisis de Santiago llegó, y con él, la claridad que tanto buscaba.

El sonido de su teléfono la sacó de sus pensamientos. Era Santiago: —"Arianna, he terminado de revisar todo lo que me diste. Estoy listo para hablarte sobre la inversión cuando quieras."

—"Perfecto, Santiago. Estoy en casa, si puedes pasarte." —"Voy en camino."

Arianna se levantó, repasando mentalmente sus dudas mientras esperaba a Santiago. Poco después, el abogado llegó con su habitual aire tranquilo y profesional. Se sentaron en la sala, donde Santiago sacó una carpeta gruesa llena de notas y gráficos.

—"Vamos directo al punto," comenzó Santiago, desplegando los documentos sobre la mesa—. "Kai te presentó una propuesta ambiciosa y bien estructurada, pero como toda inversión de este tipo, tiene sus riesgos."

Arianna asintió, observando atentamente los papeles que él le mostraba.

—"Para empezar, estamos hablando de una inversión inicial de 3.5 millones de dólares. Esto cubriría todo: desde la compra del terreno, la construcción del centro de entretenimiento, hasta los costos operativos para los primeros meses de funcionamiento," explicó Santiago, apuntando a un gráfico que mostraba la distribución del capital.

—"La parte que más me llamó la atención es la que involucra tu rol como socia mayoritaria. Kai está proponiendo que tú tengas el 60% del control, lo que significa que tendrías que invertir aproximadamente 2.1 millones de dólares. Él cubriría el 40% restante, unos 1.4 millones de dólares. En teoría, suena equilibrado, pero el riesgo principal está en el hecho de que tu inversión es la más grande y, por tanto, tú asumes mayor responsabilidad en caso de que el proyecto no salga como se espera."

Arianna observaba las cifras mientras Santiago continuaba hablando.

—"Ahora, el concepto que Kai propone, un centro de entretenimiento de lujo, tiene un nicho específico. Está enfocado en una clientela de alto poder adquisitivo, lo que puede ser positivo, ya que es un mercado que siempre busca exclusividad y experiencias únicas. Sin embargo, también es un sector competitivo, y entrar en él con una propuesta nueva implica enfrentar barreras de entrada considerables."

Santiago hizo una pausa para que Arianna asimilara la información antes de continuar.

—"Mi mayor preocupación," dijo mientras la miraba directamente, "es el tiempo de retorno de la inversión. Según los cálculos de Kai, el proyecto comenzaría a generar beneficios importantes después de 18 a 24 meses, pero en ese período inicial, no solo tendrías que cubrir tu inversión, sino también los costos operativos. Si hay retrasos en la construcción o problemas en la captación de clientes, podrías estar enfrentando más tiempo sin retorno positivo."

Arianna frunció el ceño, procesando las posibles complicaciones.

—"¿Crees que es arriesgado?" preguntó, queriendo escuchar la opinión directa de su abogado.

Santiago la miró con seriedad.

—"Toda inversión lo es, pero este proyecto tiene varios factores a su favor. El análisis de mercado es favorable, el plan financiero es sólido, y el respaldo que tienes de Kai es significativo. Dicho eso, lo que tienes que preguntarte es si estás dispuesta a asumir el riesgo emocional y financiero de ser la principal inversora."

—"No es solo el dinero," reflexionó Arianna en voz alta. "Es la responsabilidad de gestionar algo así. Estoy pasando por un momento de cambios importantes, y aunque esta oportunidad parece increíble, también es un salto enorme."

Santiago asintió, comprensivo.

—"Exactamente. Aquí no se trata solo de los números, sino de si esto encaja con tus objetivos a largo plazo. Pero te diré algo: si decides seguir adelante, estás en una posición fuerte. Tu experiencia en organización de eventos es clave, y si logras captar a los clientes adecuados, podrías convertir este proyecto en algo muy rentable. No te estoy diciendo que sea fácil, pero definitivamente es posible."

Arianna se quedó en silencio unos momentos, mirando los gráficos y notas que Santiago había preparado. Sabía que tenía mucho que considerar, pero su intuición le decía que esto era algo grande. Santiago recogió los papeles y se puso de pie.

—"Tómate tu tiempo, Arianna. No te precipites. Estoy aquí para cualquier otra consulta que necesites."

—"Gracias, Santiago. Realmente aprecio tu honestidad."

Cuando Santiago se fue, Arianna se quedó sola con sus pensamientos. Releía las cifras y las notas, sabiendo que esta decisión podría definir su futuro. Sabía que debía ser cuidadosa, pero también que las grandes oportunidades no llegaban dos veces.

Al día siguiente, llamó a Kai.

—"¿Ari?" contestó él de inmediato, expectante.

Arianna respiró hondo antes de hablar.

—"Kai, he tomado una decisión... Y acepto. Seré tu socia mayoritaria."

Del otro lado, Kai dejó escapar un suspiro de alivio y emoción.

—"Sabía que verías el potencial," dijo, con una sonrisa que ella podía imaginar claramente. "Vamos a hacer algo grande."

Arianna colgó el teléfono, sabiendo que estaba dando un paso crucial. Con una inversión de 2.1 millones de dólares sobre la mesa, el desafío era real, pero también lo era la emoción de seguir creando algo propio.