Cultivo Inmortal En El Mundo De Las Bestias

Jajaja se lo tienen merecido - pensó nana.

Liam:

Me sentí mal, por hacer que extrañe a su familia, pero al ver cómo nos dejó parados como tontos, a matheo y a mi, me sentí un poco mejor, se que matheo se siente de la misma forma, ya que esta sonriendo como idiota.

A pesar de todo todavía me es muy misterioso, como ella puede desprender un aura asesina, no logro entender como una hembra tan hermosa como nana, sabe pelear, usualmente las hembras se dedican a cuidar su belleza, hay algunas que saben pelear pero más que todo lo toman como un medio de defensa, que tipo de clan entrena así a sus hembras, es asombroso, pero ese aura asesina que desprende no es menos que el de matheo y el mio, pero nosotros somos machos que hemos luchado guerras para llegar hasta donde estamos y por ello tenemos la fuerza que tenemos.

Me muero por preguntarle tantas cosas que tengo rondándome en la cabeza, pero a la vez no quiero hacerla sentir incomoda, es mejor esperar a que ella confíe en mi y me lo diga por su propia voluntad. – sacudo ala cabeza con resignación.

Antes de que se pierda de mi vista la seguí, con todas las cosas que usaremos para recoger las hierbas que nana necesita.

Matheo:

Me quedo viendo como nana, se va sonriendo, como una diablilla, que hizo su travesura del día, se le ve tan tierna, nana es la combinación de todo lo bueno que puede haber, por eso, es tan interesante para mí, en este mundo donde sólo los más fuerte sobreviven, no es fácil encontrar una persona, “sea hembra o macho” que se mantenga sin corromper, por la avaricia, el egoísmo y la traición por el interés propio, pero ella es ……. Ya no se de que manera más alargarla, en definitiva, ella me tiene comiendo de su mano, una sola palabra y puede influenciar en mis emociones, se que es malo depender de alguien, pero quiero proteger esa sonrisa, es lo que me dice el corazón.

No pude decirle nada, por más que la vi triste, ya que me perdí en mis propios recuerdos.

…………

Éramos dos polluelos, mi hermano y yo, ya teníamos la edad suficiente para aprender a volar, por lo cual mi padre nos llevó al acantilado del viento ( si al mismo por el cual calló Liam) en ese entonces esto no era un clan grande, era apenas un pequeño grupo de hombres bestias, pero luego llegaron un gran grupo de más bestias que escaparon de una horda de animales salvajes y su clan fue destruido, se volvieron errantes, para cuando llegaron aquí, vieron el lugar agradable y se quedaron, los de mi clan somos casi inexistentes, - por no decir que mi padre, madre, hermano y yo éramos los únicos que quedábamos de nuestra especie, nuestro padre siempre nos decía lo orgullosos que debíamos estar – cuando llegaron trajeron consigo a un médico brujo y su hijo – ambos eran zorros blancos – ellos perdieron al resto de su familia, por lo cual no regresaron a su clan y se unieron a los errantes y se acentuaron aquí, así se formó el clan de la flama sagrada, ya que por antigüedad, mi padre era el luchador más poderoso y estaba ahí desde antes que ellos llegarán, era nuestro territorio, pero mi madre siempre fue bondadosa y llegaron a un acuerdo, del cual me dirían al yo ser mayor de edad, también se formó el templo, donde adoramos a nuestro dios bestia.

Asi se formo nuestro clan, bueno regresando a donde estaba, mi padre nos señaló el acantilado y mi hermano y yo corrimos directo al acantilado – siempre competíamos y esa vez no iba a ser la excepción – al llegar, tuvimos que frenar en seco, y como mi hermano venía detrás de mío, nos caímos de pico, haciendo que mi madre se riera, por un momento nos avergonzados pero al sentir el aire frío a nuestras espaldas, se nos pusieron las plumas de punta, nos escondimos detrás de nuestro padre, ya no queríamos aprender a volar, mi madre se pasó casi toda la mañana tratando de persuadirnos, para que lo intentáramos, pero estamos muy asustados como para querer intentarlo, por lo cual mi padre nos llevó a rastras a ambos hacia el borde del acantilado y nos aventó, estaba aterrado y no sólo yo también mi hermano, ya que tenía los ojos cerrados mientras caigamos, por instinto empecé a aletear lo más fuerte que pude logrando así volar, estaba feliz, pero mi hermano seguí cayendo, así que cole cerca de él y le dije que aleteara, abrió los ojos y empezó a aletear, al sentir que ya no caía, empezó a dar vueltas en el aire, decidimos ver hasta donde podíamos bajar, era extraño, cuanto más bajábamos, más neblina parecía haber, cuando nuestras patas tocaron el suelo, nos sentimos aliviados, empezamos a merodear por ahí, sin alejarnos tanto el uno del otro, ya que el lugar no nos daba buena espina, hacía mucho frío, cuando nos decidimos a regresar, escuchamos unos sollozos, nos dio miedo, pero la curiosidad de mi hermano podía más, así que despacio nos fuimos acercando a donde provenía ese llanto, y ahí vimos a una hermosa hembra con una ropa extraña y larga de color blanco, parecía un ser celestial, nuestra madre era hermosa, pero la hembra que teníamos delante nuestro lo era mucho más, tenía el cabello un poco alborotado y parecía como si le hubieran echado agua encima, ya que toda su ropa estaba como mojada, y olía a sangre, estaba recostada al pie de una enorme roca, se le veía mal,

su rostro estaba cada vez más pálido, nos dimos cuenta de que ya no se quejaba y que su hermoso vestido blanco, estaba todo manchado de sangre, debajo de ella se había empezado a formar un charco de sangre, volamos a verla más de cerca y si! se había desmayado.