Maylu, una joven enamorada en silencio, para ella él guapo hermano de su compañera de clases, era él hombre perfecto, pero sus suspiros eran en secreto, jamás se lo diría, pero un día ese amor es arrebatado por quién menos espero....
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UN GIRO TOTAL
Gianni siquiera disimula lo mucho que la detalla, mientras Maylu entrega los paquetes a los guardaespaldas, el rubio le abre la puerta, aunque igual muy frío y muy distante, de camino hacia la ostentosa mansión, nadie mencionó palabra, ¿Y qué podrían decirse? En todo caso, sería peor para Maylu, ya que el nudo que guarda en su garganta no la deja respirar, cuando cerraba los ojos, la imagen de Frank invadía su cabeza, esa sonrisa, sus besos, el no haber podido disfrutar en lo absoluto el goce de volver hacer suya la atormenta, ¡Que ganas de gritar! Que ganas de morir, porque prefería estar muerta que lejos del amor de su vida...
Llegamos....
- Le escucho decir al rubio, perturbada y acongojada limpió sus lágrimas, con tristeza suspiro, aunque no se resignaba a perder, lucharía ella misma por su libertad, pero manteniendo la ardua esperanza que su castaño en cualquier momento llegará por ella, al pisar la habitación agradeció no haberse encontrado con el miserable de Roberto, tampoco con el indeseable del abuelo, fue inútil no llorar ya ahí, en la pequeña privacidad que le daban, por lo menos agradecía que nadie le habría puesto un dedo encima...
- El padre de Maylu voló hasta la ciudad de Milán, junto con Frank y toda su familia organizan la intensa búsqueda, agentes policiales se unen a ellos, el castaño no descansaría hasta traerla de vuelta, sin imaginar que quizás se enfrentarían al peor de los monstruos, ese que no pelea con armas, solo usa la inteligencia y el poder....
- El astuto viejo se sienta junto a su nieto, ansioso de saber si hubo algún tipo de acercamiento, pero este únicamente se limita a decirle que la mujer no le interesa...
- ¿Te ha hecho enojar de nuevo? - Le Interrogó decidido a darle un castigo a Maylu por ello, ya que se lo habría advertido...
- No, solo que es patético que pretendes que ella y yo nos casemos, es ridículo, debes aceptar que no todo en la vida es lo que uno a veces desea - Gianni no delataría el intento de fuga de Maylu, quizás entendía un poco que ella se quisiese ir...
- Eso métetelo tú en la cabeza querido, porque de que te casas, te casas - El rubio atrofiado por la situación salió de allí como Alma que lleva el diablo, si la sola idea del compromiso le daba miedo, más que la mismísima muerte...
- Antes del atardecer Maylu fue llevada hasta el estudio donde se encontraba el anciano esperándola, su risa malévola le causaba escalofríos, todo en esa casa era perturbador...
- Señorita, ¡mire nada más!.. ya casi va a cumplir dos días en esta casa y no sé cómo llama, me presento soy Gianluca Militello - Con su mano extendida hacia Maylu, esperaría su nombre, está tragó saliva y muy incómodo hizo lo mismo...
- Maylu Obregón - Le respondió cortante y sin mucha gracia, el intrépido viejo solo río de medio lado...
- Bonito nombre, me gusta, pero bueno si te hice venir es para informarte que he organizado una cena romántica para ti y mi apuesto nieto, así se conocen más, estoy seguro de que les encantara el lugar - Un sentimiento de muerte recorre la piel de Maylu, apretando sus puños y sus dientes, le dejaría en claro que no le agrada tal cosa...
- Perdone que se lo diga señor Gianluca, pero todo esto me parece absurdo, su nieto y yo lo único que tenemos en común es que no, nos queremos casar, de resto siquiera nos interesa, tampoco crea que pienso darle un toque romántico a este secuestro, porque esto hay que llamarlo por su nombre - Con el rostro pálido, y su laringe a punto de explotar por la sensación de llorar, Maylu daría su punto de vista...
- Quizás tú no, pero yo sí, yo sí quiero darle un toque romántico, mire, usted debe agradecerme y mucho, ya que de no haber sido por mí, mi hijo Roberto hubiese hecho quién sabe qué cosas, y cosas verdaderamente asquerosas con usted, yo muy gentilmente al observar tu miedo, y no lo niego, tu aspecto fino, quise salvarte, además Gianni es joven, guapo, cualquier mujer querría estar en tu lugar, así que decide, o cedes a ponerle romance a una historia con mi nieto, o te devolveré a brazos de mi hijo, tú escoges Maylu - Inteligente y audaz, sobre todo chantajista, ese era Gianluca Militello, Maylu siquiera tenía que pensar la respuesta...
- ¿A qué horas sería la cita? Yo estaría encantada de compartir más con su nieto - Exclamó odiando a ese hombre, le deseo mentalmente la muerte, lo maldijo, si hubiese tenido un arma en sus manos, ya le hubiese disparado...
- Así me gusta Maylu, obediente y cooperando, a las ocho en punto, ah por cierto, lleva puesto un vestido rojo, tan rojo como la sangre, mi nieto ama ese color, y de una vez te aviso, a partir de mañana tus cosas serán llevadas a la habitación de Gianni, entre más compartan mucho mejor - Maylu no esperaba tal cosas, atolondrada siquiera salía su voz...
- ¿Qué? - Cuestionó con los labios temblorosos - ¿Me está jodiendo verdad? - Su corazón dolía en cada latido, un calambre terrorífico la embargó, eso no podía ser posible...
- Jajajajaja, no Maylu, yo no estoy jugando, no seas mojigata, no eres una santa, por lo poco que sé ya has tenido amante, uno más, no hace la diferencia, eso si, ya esté seria el último - Maylu se tambaleó, su estómago se revolvió, su respiración siquiera era normal...
- ¡No soy una mojigata! Pero no acostumbro a meter hombres en mi cama después de una primera cita, solo deme tiempo, por favor, deme algo más de tiempo, es obvio que agradezco el que me haya librado de su hijo, pero entienda que esto no es fácil para mí, ¡Por favor! - Rompiendo en llanto, Maylu intento impedir tal atrocidad...
- ¿Acaso Roberto hubiese esperado a que estuvieses lista? No verdad, deja de llorar que con llorar no ganas nada, ya di una orden y no la pienso discutir, ahora vete, y ponte hermosa para tú cita...
- Maylu salió corriendo, envuelta en un mar de lágrimas, asustada y frustrada, hundiendo la cabeza en la almohada, liberó ese grito de dolor...
Frank, maldita sea, ¿por qué te demoras? ¿Por qué? ¿Dónde estás? Ven por mí, yo solo te quiero a ti, a más nadie, solo a ti mi amor ...
- Susurro desconsolada, si hasta quiso quitarse ella misma la vida, esa vida miserable que había llegado a quedarse...
- Gianni también pegó el grito al cielo al enterarse de que compartiría su habitación con ella, además su abuelo le prohibió rotundamente mezclarse con otra mujer, diciéndole que con Maylu tendría todo, desde un buen sexo, hasta la dama perfecta y prestigiosa que lo acompañaría de ahora en adelante, ¿Qué más podría pedir? Aquello fue una bomba de tiempo para el rubio, todo por culpa de su padre, presuroso siquiera terminó de oír a su abuelo, si parecía un volcán a punto de hacer erupción…
- Maylu luego de cansarse de llorar, de suplicar entre mil lágrimas que su castaño llegase por ella, vio la hora y supo que debía alistarse, hundiéndose en la Tina también lloró, y está vez al pensar en su madre, la extrañaba demasiado, la necesitaba con el alma, pero supo que quizás nunca más la volvería a ver...
- Al terminar, busco entre ese nefasto vestuario un vestido rojo, pero no había, así que escogió apenas uno de color blanco, obstinada primero se pondría la ropa interior, pero la tristeza no la dejaba, atormentada se sentó en la cama a llorar, le importo muy poco estar en esa diminuta lencería, lo único que quería era volver a la que un día fue su vida...
¡Joder Frank! Tú prometiste ponerme en un avión, lejos de esta gente ¿Dónde demonios estás?
- Se preguntó de nuevo desconsolada, sin imaginar que el castaño la está buscando sin descanso alguno, que ya no está solo, que hasta su padre lo está ayudando, y no se detendrán, pero de pronto la puerta de su habitación es abierta bruscamente, Maylu se levantó de un solo tirón, no sabía ahora que pasaba, nerviosa busco algo para cubrirse, y solo encontró una toalla de baño que no le tapaba del todo...
- ¿Qué hace usted aquí? ¿Por qué no toca antes de entrar? - Le Interrogó a Gianni una vez está casi sobre ella..
- ¿Me puedes explicar eso de que ahora vas a invadir mi privacidad? - Le cuestiono furioso, gritándole, Maylu que ya estaba como agua para chocolate no se dejaría intimidar...
- A mí no me esté gritando, largo de mi habitación, si quiere respuestas, vaya y las busca donde su abuelo, ¿a mí qué me puede preguntar? ¡Si yo estoy igual o peor que usted! - El rubio la hojeó en el apetecible aspecto que estaba, darse cuenta de su atractiva figura femenina le despertó deseo...
- Solo llegaste a joderme, es tú culpa, yo tenía una vida tranquila, llena de libertades, y ahora me lo han prohibido todo - Maylu lo fulmina con la mirada, y aunque acorralada, no se callaría...
- ¿Joderle la vida? Usted no sabe que es eso, ¡Qué va a saber de eso! Si a usted no lo tiene aquí en contra de su voluntad, lejos de su familia, y bajo la amenaza de que le harán daño a los suyos de no querer seguir ciertas órdenes, ¿Qué va a saber usted de eso? Si no está lejos del amor de su vida, rogando a Dios que esto únicamente sea una pesadilla, ¿Qué va a saber usted de eso? nisiquiera siente el dolor de no haberse despedido de sus padres, si saliste un día sin imaginar que no lo volverías a ver, no se haga la víctima, que eso no le queda, tampoco me venga a reclamar, porque si alguien tiene las manos atadas aquí soy yo, SOY YO... - Gianni respiraba acelerado, el pecho de Maylu era igual, iba de arriba hacia abajo sin descanso, pero con sus manos lo empujó, alejándolo...
- ¡Váyase! ¿No ve que estoy en un atuendo poco indicado? Sea más respetuoso y déjeme sola, usted no tiene nada que hacer aquí - Maylu al fin encontró su bata de seda e inmediatamente se cubrió, pero Gianni era hombre, un hombre como los demás...
- ¿Y si no me voy, qué va a hacer? - Maylu se giró indignada, no podía creer su mala suerte, si ella suponía que no le interesaba...
- ¿Qué, piensa tomarme a la fuerza entonces? - Le pregunto simulando valentía, pero solo era una fachada cubriendo su miedo...
- No acostumbro a usar la fuerza para el sexo - Le respondió caminando despacio hacia ella, cortando distancia - Pero no estaría de más divertirme contigo, porque te informo que el abuelo me prohibió estar con más mujeres, alegando que con usted tendría el mejor acostón de mi vida - Susurró cerca de sus labios, tomándola con aprensión de su mandíbula, Maylu intentó defenderse, clavando sus uñas en la mano que ahora sostiene una parte de su rostro, pero eso siquiera lo lastima...
- El rubio la intenta besar, pero Maylu no lo permitió, gracias a su astucia logró evadirlo y alejarse...
- ¿Qué le pasa? ¿Acaso se enloqueció? En su vida me vaya a poner un dedo encima - Un ratoncillo a punto de morir, así se hallaba Maylu, frente a Gianni Militello..
- No, yo no te voy a poner un dedo encima - Exclamó sobando su barbilla - Yo voy a poner mis manos completas - Y en menos de lo esperado los labios del rubio tocaron los de Maylu, envolviendo a ambos en un catastrófico beso, su lengua la hundió hasta su garganta, y aunque intentó evadirlo, era más fuerte que ella, la tenía contra la pared, con sus manos sobre su cabeza, inmóvil, deleitándose de su boca, Maylu buscó la forma de soltarse, no se dio por vencida, hasta que opto por un último recurso, usar los dientes con la mayor de sus fuerzas, e inmediatamente el rubio la soltó, Maylu esperó que este fuese hacerle daño, que estaría molesto por el ataque, pero solo lo vio limpiarse la sangre mientras reía...
- Eres ruda, eso me gusta, las mujeres débiles, frágiles y dispuestas no son mi fuerte - De nuevo se le acerca, viéndola, gozado de su miedo, si hasta puede olerlo - Pero no seré yo, serás tú solita la que me ruegue que te haga mía, lo vas a suplicar, lo vas a implorar, y cuando lo haga, ni siquiera te acordarás de él - Musitó dejando su aliento caliente sobre los labios de Maylu...
- Eso jamás va a pasar, usted no le llega a los talones, él si sabe como tratar a una mujer, muy diferente a sus métodos asquerosos, por usted lo único que puedo llegar a sentir es desprecio, y si por algún motivo me tengo que meter en su cama, cerraré los ojos imaginando que es él quien me besa, quien me toca, métase eso en la cabeza - Confeso indignada por ese repentino cambio de Gianni hacia ella, si imagino que no le interesaba...
- ¿Cómo puedes estar tan segura, si no me has probado? - Le pregunto deslizando sus dedos por el escote de sus pechos que sobresalían, Maylu de inmediato lo quitó, para suerte suya, el rubio no los volvió a poner allí...
- No me interesa probarlo, pensé que no querría nada conmigo, usted dijo que impediría el matrimonio - Le recordó con un nudo en su garganta...
- Pues ya cambie de opinión, ¿Cómo le parece? - Le respondió aquello halandola de la cintura, pegándola a su torso....