Simple Deseo Insaciable

Mila es despertada por rayos del sol que entraba al lugar, pues debido a que su alarma no sonó se le había hecho demasiado tarde, para la escuela, pero por fortuna es el último día de clases antes de entrar a vacaciones, solo habría unas actividades deportivas y recreativas. Mila abre sus ojos, hallándose desnuda hasta que empieza a recordar lo ocurrido en la noche anterior cada beso, cada caricia en la forma en que él la hizo suya. Aún podía sentir sus besos, sus caricias empezando a soñar por un instante olvidándose de todo y sintiendo como su corazón se acelera con solo verlo, pero después de fantasear un rato como adolescente enamorada cae en cuenta en el silencio del lugar no se escuchaba ningún sonido era muy extraño era como si estuviera sola. Ella sé sienta en la cama tomando sus sábanas para envolver su desnudez, al hacerlo siente un leve dolor en su intimidad observando la mancha de sangre de su primera vez, pero el silencio era un tanto abrumador y la hizo sentir que algo no estaba bien y extraño sentimiento se albergó en su pecho.

—¡Alexis... Alexis!. — Ella lo llama observando alrededor, pero no hay respuesta alguna, solo observa el lugar silencioso con poca luz, hasta detener su mirada en una nota en una pequeña mesa justo al lado de su cama, su corazón sé paralizó, ella guió su mano a esa dirección un poco temblorosa, porque por alguna razón se interponía las imágenes de su padre Julián cuando le entregó la carta y la había hecho irse sin él, por alguna razón sentía que el tiempo era lento hasta tomar la carta y abrirla. En ese papel no había mucho escrito en él.

"Lo siento, es mejor así. Esta es nuestra despedida, enviaré a alguien con dinero para ti, espero mí reloj de vuelta así no nos debemos nada".

La nota no decía nada más, ella al terminarla de leer solo arruga con fuerza el papel al mismo tiempo que con la otra mano apretaba la mancha de sangre en la sábana de su primera vez, sus ojos se aguaron... Pero empezó a reír secamente para terminar llorando, pues se había dado cuenta que solo había sido una niña estúpida que cayó fácilmente y se habia entregado sin reserva a alguien que no lo valoró, alguien que la hizo crear una ilusión, pero por un instante pensó que alguien podía quererla, pero se dio cuenta también había sido una idiota e ilusa, solo lloró y lloró. Mientras la nota desapareció en su puño de la rabia apretando la, hasta hacerla bolita, su rostro mostrará una expresión fría mientras sus mejillas están mojadas.

Sus ojos estaban rojos, su cabello despeinado, Mila endureció su corazón, pues no quería sentir nada de lo que sentía, ese nudo en la garganta y ese dolor como si algo le sangraba en su pecho, pero se culpaba a sí mismo por ser un estúpida e ingenua al pensar que alguien como ella con su suerte. Su suerte cambiaría, en donde la vida le a enseñado que solo debía valerse por sí misma y no creer en nadie, sé preguntaba a sí misma que karma estaba pagando para merecer eso. Sentía rabia, pero con ella misma, así se levantó lanzando la bola de papel de su mano, sin mostrar emoción alguna.

—BIEN, Lo quieres te lo devolveré, pero espero jamás en mí vida volverte a ver, que si llegará a verte. juró que te golpeare tu maldito rostro. Y ya no seré esa idiota— Ella se levanta aunque una parte de ella quería llorar, pero se niega a hacerlo la vida siempre la había golpeado tantas veces que ella estaba acostumbrada a sus golpes. Así que no perdería su tiempo en llantos porque de nada servía. Mila baja de la cama y camina hacia el baño queriendo borrar cada rastro que había dejado él o que había existido en su vida, quería borrar cada recuerdo de la noche anterior, quería borrarlo de su mente de una sola vez, de ese desgraciado no quedará nada. solo lavó su cuerpo mientras se dejó salír sus lágrimas por última vez. Al salir se vistió quitando las sábanas que recordaba su estupidez o cualquier rastro que quedara de él en esa casa, todo eso la había echado una bolsa de basura no quería ver nada tal vez así tampoco sentiría nada, al tomar su celular se da cuenta de que se ha pagado lo conecto mientras su cabello goteaba hasta que espero unos minutos y lo enciende en ese instante, empieza a buscar el contacto de León. marca el número, para empezar a timbrar hasta que escuche la voz del otro lado de la línea. Mientras ella contesta con un tono seco.

Mila: Soy Mila ...Tienes algo que me pertenece, lo quiero de vuelta. — con firmeza

León: ... Escucha lo dicho.—Sabes lo que tienes que hacer, pelea para mí quiero que me des un gran show has que valga la pena, ya que el reloj se ve muy costoso— Mila con una expresión fría.

Mila : Lo haré, solo por esta vez. Más te vale que cumples tu palabra.

León: Yo siempre la cumplo, Te espero esta noche a las 8 para el gran show...— Mila corta la llamada, pero en ese instante tocan la puerta de su casa, ella la abre encontrándose a Andrés en la puerta.

Andrés: la observa al abrir la puerta observando sus ojos como si hubiera llorado era la primera vez que él nota a Mila triste, ella siempre se muestra fuerte

Mila: ¿Qué haces aquí?,— abriendo su puerta para que el pase, él entra observando que la cama está sin sábanas. Mientras ella se ve un poco irritada.

Andrés: Mila¿ Te sucede algo?.— Ella solo mueve su cabeza.

Mila: Estoy bien, debió suceder algo para que estés aquí.- cruzándose de brazos.

Andrés: sí vine a verte no te vi pasar esta mañana pensé que te había sucedido algo, pues tú nunca faltas a clases, además el Barrio está hecho un alboroto esta madrugada varios hombres irrumpieron en la casa del Emperador una lluvia de balas se dice que el emperador huyó, pero está muy mal herido. Creo que el reinado del Emperador llego su fin, por fin el barrio se deshizo de él. — sentando en una silla, con satisfacción .

Mila: Al escuchar eso piensa en él Alexis, pues él tenía un asunto pendiente que arreglar con el emperador incluso sus hombres lo estaban cazando ahora él se fue y el Emperador había sido atacado en su propia casa. Eso no eran coincidencia, pero por una parte era mejor que eso sucede eMila:rador se había dueñodo del barrio y desde entonces todo había empeorado.

Andrés: ¿En qué piensas?. —Observando a Mila negando con la cabeza.

Mila :¿ Y qué milagro que no andas con Carla y Santi?. Tratando de verse lo más normal posible aunque por dentro estaba hecha una mierda.

Andrés: No lo sé desde ayer en la tarde cuando se encontraron contigo. No los he visto andan desaparecido hoy llamé a Carla pero no me respondió.

Mila: No crees que ellos son demasiado extraños, pues sé que nunca le he caído bien a Carla, pero hay algo en ellos que no me hace confiar... Además quería preguntarte algo el día que fuimos al aeropuerto te entregué el reloj a ti. ¿cómo es que terminó manos de León?.—pensativa

Andrés: (pensativo). No lo sé ese día en el aeropuerto... Después que se escuchó un grito y todos empezaron a correr detrás de ti. Carla y yo corrimos juntos. Ella me pidió las cosas y ambos tomamos caminos separados al reencontrarnos me dijo que las cosas no estaban con ella. Si no se había encontrado con León y él la había amenazado... Ella trató de salvar tu reloj, pero me dijo que no había podido. —

Mila: No creo cuando ella ha sido tan considerada conmigo—. Eso deja muy pensativa a Mila porque sabía que Carla la odiaba no sabía por qué. porque ella nunca se había metido con ella, siempre la trató bien, pero desde que ellos aparecieron en el barrio y se les acercaron siempre notó algo extraño en ella que nunca le generó confianza y a pesar de fingir llevarse bien en el fondo había algo que no la dejaba confiar del todo en ella. Al poco tiempo Andrés se fue Mila queda de nuevo sola con muchas cosas en su mente, pues sabía que la pelea de esta noche para recuperar ese reloj iba a ser cruel y despiadada. Ella solo ha visto una sola vez esa clase de peleas y aún no sabia con quién le tocaría pelear, pero si era la que todos llamaban "la reina" todos sabían que esa mujer era una asesina cruel y sanguinaria pelear con ella sería como un suicidio...