El Destino De Dos Corazones

El eco de la música del festival todavía resonaba en los pasillos de la escuela cuando Da-Hye y Seo-Joon regresaron al aula al día siguiente. A pesar del éxito de su actuación y de la alegría que compartieron durante el festival, una sensación de inquietud permanecía en el aire, un recordatorio sutil pero constante de la presencia de Hye-Rin.

Durante las clases, Da-Hye se encontró distraída, sus pensamientos volviendo una y otra vez a la breve pero tensa conversación con Hye-Rin. No era que desconfiara de Seo-Joon, pero la incertidumbre de lo que Hye-Rin podría intentar la mantenía en vilo.

Por su parte, Seo-Joon también estaba lidiando con sus propios pensamientos. El encuentro con Hye-Rin había removido recuerdos que él preferiría olvidar, y aunque estaba seguro de sus sentimientos por Da-Hye, la situación con Hye-Rin se sentía como una herida sin cerrar.

Esa tarde, mientras caminaban juntos hacia la biblioteca para estudiar, Da-Hye finalmente no pudo contener sus pensamientos. "Seo-Joon, ¿te ha molestado mucho ver a Hye-Rin de nuevo?"

Seo-Joon, que había estado en silencio desde que dejaron el aula, suspiró y asintió. "Un poco, sí. No es fácil ver a alguien con quien compartiste tanto, y que las cosas no terminaran bien. Pero quiero que sepas que lo que siento por ti es lo más importante para mí ahora."

Da-Hye sonrió débilmente, apreciando su honestidad. "Lo sé, Seo-Joon. Y confío en ti. Solo... no puedo evitar sentirme un poco preocupada."

"Es natural que te sientas así," dijo Seo-Joon, deteniéndose para mirarla a los ojos. "Pero quiero que sepas que estar contigo me ha hecho darme cuenta de lo que realmente quiero en la vida. Y eso eres tú, Da-Hye."

El alivio en los ojos de Da-Hye fue palpable, y se acercó para darle un abrazo reconfortante. "Gracias, Seo-Joon. Estaremos bien, ¿verdad?"

"Lo estaremos," respondió él con convicción.

Sin embargo, la paz que habían alcanzado esa tarde fue puesta a prueba apenas unos días después. Durante un descanso entre clases, Hye-Rin se acercó a Seo-Joon mientras estaba solo en la biblioteca. La expresión en su rostro era seria, y sin rodeos, le pidió hablar en privado.

Seo-Joon, a pesar de la incomodidad que sentía, accedió. Se dirigieron a un rincón apartado de la biblioteca, lejos de las miradas curiosas de otros estudiantes.

"Seo-Joon," comenzó Hye-Rin, con una mezcla de nostalgia y melancolía en su voz. "Sé que las cosas no terminaron bien entre nosotros, pero he pensado mucho en ti durante el último año. Y aunque sé que ahora estás con Da-Hye... no puedo evitar sentir que todavía hay algo entre nosotros."

Seo-Joon sintió un nudo en el estómago. "Hye-Rin, lo que tuvimos fue importante, pero ya no somos las mismas personas. He cambiado, y estoy con Da-Hye porque es con ella con quien quiero estar."

Hye-Rin bajó la mirada, claramente afectada por sus palabras, pero no dispuesta a rendirse tan fácilmente. "Entiendo eso, pero ¿no sientes ni siquiera un poco de lo que solíamos tener? ¿No crees que podríamos intentarlo de nuevo?"

Seo-Joon negó con la cabeza, su voz firme pero suave. "Hye-Rin, no quiero lastimarte, pero tengo que ser honesto. Lo nuestro terminó porque no éramos felices juntos, y lo sabes. Ahora estoy feliz con Da-Hye, y no quiero que nada ni nadie se interponga en eso."

Hye-Rin lo miró, sus ojos brillando con una mezcla de tristeza y frustración. "Entonces... ¿eso es todo? ¿Así termina nuestra historia?"

"Ya terminó hace tiempo, Hye-Rin," respondió Seo-Joon con calma. "Y aunque me preocupo por ti, no puedo darle vida a algo que ya se acabó."

El silencio entre ellos se volvió espeso, pero estaba claro que la conversación había llegado a su fin. Hye-Rin asintió, aceptando a regañadientes la realidad, antes de darse la vuelta y marcharse.

Seo-Joon se quedó allí por un momento, sintiendo el peso de la conversación. Sabía que era lo correcto, pero aún así, se sentía extraño cerrar ese capítulo de su vida de una manera tan definitiva.

Cuando volvió a encontrarse con Da-Hye más tarde, decidió contarle todo lo que había ocurrido. No quería que hubiera secretos entre ellos, y más importante aún, quería asegurarse de que Da-Hye supiera cuán comprometido estaba con ella.

Después de escuchar la historia, Da-Hye se sintió aliviada y fortalecida por la honestidad de Seo-Joon. "Gracias por confiar en mí, Seo-Joon. Sé que no fue fácil para ti, pero estoy contenta de que hayamos hablado de esto."

"Siempre lo haremos," dijo Seo-Joon, tomando su mano con firmeza. "Porque tú y yo estamos construyendo algo real, y nada ni nadie podrá cambiar eso."

Juntos, salieron de la biblioteca, más unidos que nunca, sabiendo que su relación podía soportar las pruebas del pasado y seguir adelante con más fuerza y amor.