SEXTO libro de la serie ENTREGANDO MI CORAZON.
Desde que puedo recordar, todos buscan abrazarme, tomarme las manos o simplemente acercarse a mi. No soy alta, por lo que siempre me dicen que parezco una pequeña muñeca. Salvo mi familia, rehúyo de cualquiera... excepto él. Si está cerca mío, me alejo, pero por lo rápido que hace latir mi corazón.
Desde que puedo recordar, solo he sentido dolor, solo he escuchado gritos. Siempre estuve en un entorno frío y miserable, siempre me he mantenido distante... hasta ella. Siempre me he sentido cálido a su alrededor y me aterra que esa calidez se extinga, en manos de mi propia sangre.
La historia de Lily y Sebastian.
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SEBASTIAN/LILY (CAP. 21)
Lo miro seriamente y asiente. Lo firma y se va a su cuarto. Tiene que alistar su maleta para ir a Harvard. No seré el único lejos del amor de su vida. Tendrá que despedirse y espero tenga mayor avance que yo. Estoy distraído, alistando mi maleta de mano, cuando escucho la puerta ser cerrada despacio. Me giro y mi corazón late como loco. Ahí, apoyada en la puerta, está ella.
La amo. La amo demasiado. Por un momento, al tener la certeza del regreso de Layla y el imperio recuperado, pensé que podía iniciar lo que tanto he soñado. Tener una relación con ella. Viéndola a los ojos, tengo la esperanza de ver amor en los suyos.
- Layla regresó.
* Si.
Da un paso en mi dirección y trago saliva.
- Recuperamos las empresas.
* Si.
Dos pasos más y está a 30 cm de mi.
- La influencia y las cuentas están más altos que antes.
Levanto mi mano y la pongo en su suave mejilla. Lentamente, para que pueda rechazarlo cuando quiera; pero se apoya y cierra los ojos.
* Eso nunca la intimidó y sabemos que intentará aumentar su poderío de la peor manera.
Suspira y vuelve a abrir esos hermosos ojos verdes con motas doradas.
- No me da miedo, Sebastian.
Pone su mano en la mía, la que está en su mejilla. Vuelvo a tragar.
* A mi si. Si llegara a tocar el cielo y me lo quitará, no podría vivir. No quiero que nada te pase...
Cierro los ojos, admití mucho. Dije todo eso no para ella, sino para yo mismo frenar las ganas que tengo de tomarla en mis brazos y besarla. Lamentablemente, eso no está escrito en mi vida, ya que la puerta es tocada con insistencia. Me separo de ella y voy por mi maleta.
* Por favor, ten cuidado.
Cuídate, ya que tu vida es la mía. Me hubiera gustado añadir eso, pero soy un cobarde. Abro la puerta y me voy con Garreth.
LILY
Después del velorio de tía Adriana, luego de ver que Layla regreso, esperé a que volviera a vernos. Me quedé dos días sin hacer nada, dándole tiempo de venir. El 3er día, justo para su cumpleaños, se me fue la paciencia. Salí de la casa grande al parque. Abrí la maleta llena de sandwiches y como abejas a la miel, llegaron corriendo los niños abandonados.
^ ¡Princesa!
Todos dijeron con voz emocionada, pero baja, mientras miraban para todos lados.
- Niños, ya les dije que no me digan así. Después de irme a la universidad no he podido verlos como me gustaría. Tampoco han podido ir a Connecticut o Nueva York, ya que son pequeños y se han escapado de malos albergues. De todas maneras les hago llegar una ayuda con otros, ¿los han recibido?
Con las fiestas que hago y con el apellido que sigue siendo conocido, recaudo una buena cantidad de dinero y puedo distribuirlo. Eso también le quiero agradecer a Layla. Simplemente sé que esa benefactora anónima es ella. Una parte es para un refugio informal, espero que del bueno.