La Elegida: Secretos De Una Vida Oculta.

**Narra Cleo**

Nos disponíamos a subir a la habitación, de por sí ya el día había sido demasiado cansado, era demasiada información que procesar y mucha más que buscar todavía, tenían al mismo tiempo demasiadas preguntas que también querían respuestas, pero en este momento deseaba tanto perderme entre los besos de la chica junto a mí.

—¿Cleo?, ¿Qué has hablado con mi padre? — pregunto, y su voz me hizo salir de mis pensamientos.

—¿De verdad quieres saber?

—¡Claro! — dijo en un grito lindo, no evite sonreír y querer ser traviesa con ella, porque estaba siendo muy tierna.

Pero ¿cómo le digo que es adoptada, que sus padres no son sus padres y que ni siquiera se puede saber de donde es originaria?, ella creció como hija de los collins durante toda su vida, como podría quitarle eso, aun asi sé que se lo tengo que decir, para poder explicarle todo lo demás, pero no será hoy, solo por este día esperare un poco más, realmente estoy muy cansada.

—Después será mi pequeña, ahora solo quiero hacer otra cosa… — le dije acercándome a su oído y susurrarle que moría por hacerla mía.

Su reacción en ese momento fue linda, la vi sonrojarse aún más, y salir corriendo escaleras arriba, como pude siquiera pensar en alejar a esa persona de mi vida cuando es todo lo que necesito para tener estabilidad y control, desde que hablamos y recibí su perdón, mi cuerpo parece estar recuperándose más rápido, las energías están volviendo poco apoco, aspirar su olor, ver su sonrisa, sentir su piel, tocar sus labios, mirar sus ojos azules, tan bellos, todo en ella y por un momento flaque, que gran tonta.

—¿Alfa? — escuche decir cuando me disponía a salir corriendo detrás de mi compañera.

Me giré y me sorprendí cuando me di cuenta de quien era la voz que hace un momento me hablo, cierto con todo lo que había pasado y todos los acontecimientos no me había dado la oportunidad de hablar con ellos, en algún momento debía de hacerlo ¿cierto?

Llame a una de las mucamas y le pedí que le dijeran a Akira que después de terminar mis asuntos iría con ella, que mientras aprovechara el tiempo para instalarse en la casa, exactamente en nuestra habitación, después me gire y baje nuevamente hasta quedar frente a ellos que no se habían movido de su lugar ni un centímetro.

—Vayamos al estudio — exclame.

—SI — respondieron los dos al mismo tiempo, yo estaba demasiado seria, más de lo normal creo, pero por dentro no aguantaba las ganas inmensas de reírme, esta era mi venganza por todas esas citas a ciegas que concretaron para mí.

Caminaba delante de ellos, pero podía sentir el pánico de perturbar mi espacio personal, estas dos personas me conocían demasiado bien, pero ahora yo era su Alfa, y su comportamiento debía de cambiar, claro está que yo no estaba de acuerdo con eso, pero ellos asi estaban educados, solo una rato más los aria sufrir.

Entramos, y me dirigí directamente a mi escritorio en donde me senté en la silla, para luego mirarlos a los dos detenidamente con una cara de pocos amigos, recordé el momento cuando me contaron de que ellos también eran betas de mi manada y me enojé tanto de que nunca me dijeran nada.

—¿Cleo? — hablo Tom.

—¿Qué estás haciendo? — le dije furiosa.

—¿Eh? — se sorprendió

—Es más ¿Qué están haciendo ambos?

—Cleo perdónanos, en verdad no se nos permitía decirte nada, fue una orden de la omega Xio, y no la podíamos desobedecer, por favor perdón, perdón por todo, nosotros en verdad nos encariñamos contigo y aun que no sabias si aceptarías ser nuestra alfa, sabíamos que ese era tu lugar, aun así, en todo momentos te consideramos nuestra mejor amiga — dijo Saul, en un tono de súplica.

¿Qué esperaban exactamente de mi estos chico?, lo miraba y no reconocía a mis amigos en sus ojos, estaban asustados, como si fuera a dar la orden para que les quitasen la cabeza, pero ¿Qué esperaban exactamente?

—¿Ya? — pregunte

—¡NO! Aún hay más — dijo Tom.

No dije ni una palabra.

—Se que estas molesta, sé que confiaste en nosotros y te hemos defraudado, pero por favor entiende que era una orden que no podíamos desobedecer. — argumento.

Solté un suspiro y me masaje el entrecejo con la yema de mis dedos — Chicos voy a decir esto asi que por favor escúchenlo muy bien — les mire directamente a los ojos — no estoy ni un poco molesta, es mas no podría decir que lo estuve en algún momento, es más me hace feliz poder compartir todo esto con ustedes que son mis mejores amigos, no es necesario que se dirijan a mi como alfa, nosotros ya cruzamos esa línea, nuestra amistad es mi prioridad, quiero que estén a mi lado y al de Akira como nuestros betas, asi como Dhar lo es, dejen de pedir perdón, dejen de preocuparse por cosas sin sentido, ahora hay cosas importantes que hacer asi que dejemos esto en el pasado y sigamos como siempre, ¿está bien?.

Los chicos al escuchar mis palabras empezaron a llorar como si fueran dos niños pequeños, se abalanzaron hacia a mí y me rodearon en un abrazo, ¿Qué voy hacer con estos niños?

—Gracias Cleo, gracias — decían.

Me hizo gracia.

Verlos tan animados y tan contentos al darse cuenta de que yo no estaba molesta con ellos, también me hizo feliz, ellos alegraban mis días, si mi madre los puso a mi lado es porque confía en ellos, y yo confió en ellos más que nada; me hacía falta alguien para que pudiera estar completa y decir que todo estaba en su lugar, la única situación era que a ella no podía decirle que soy una mujer lobo y que tampoco en la ciudad de Moor existe una manada completa de ellos, era muy peligroso, porque podría traer más problemas, de alguna manera eso también me ponía muy triste, ella estuvo a mi lado en todo este proceso, cuido de mi mientras estuve inconsciente, pero esa era la situación, debía mantenerla a raya.

—¿Cleo?, ¿Le dirás a Luna? — pregunto en tono curioso Tom.

—No puedo hacer eso, y ustedes lo saben, no se debe de revelar nuestra verdadera identidad

—Pero ¿qué le dirás cuando pregunte por que te ausentaste de la universidad durante tanto tiempo, o cuando pregunte la verdadera razón por la que Sra. Xio murió? — Pregunto Saúl.

—Ustedes no se preocupen por nada, yo lo resolveré, y de Luna yo me encargare de ver que decirle, ¿por cierto porque no ha venido a la mansión?

—No sabemos, desde el funeral de su madre no la hemos visto y ese día estaba muy rara, pero teníamos asignaciones y no pudimos verla después del entierro — contesto Tom un poco pensativo, ya que también parecía hacerse raro que ella no estuviera pegada a nosotros como un chicle como siempre.

Según lo que me dijo Demian, Luna nunca se separó de mi cuando estuve esos días en coma, y es verdad Demian también tenía ciertas sospechas de ella, pero conozco a Luna desde hace mucho tiempo y sé qué clase de persona es, jamás en mi vida había alguien podido acercarse a mí de la forma en la que ella se acercó, pesar de ser todo lo opuesto a mí, compagino conmigo de manera perfecta, nuestra amistad era todo lo perfecto del mundo, por esa razón ella se volvió mi mejor amiga en el mundo.

Tal vez Demian estaba divagando cuando dijo que ella se le hacía sospechosa o cuando me hizo que clase de relación tenía con ella, a pesar que desde siempre he sabido que me gustas las chicas, nunca cruzamos la línea, cuando le dije a ella que no me gustaba las citas que los chicos hacían para mi ella me apoyo y muchas veces me saco de esas torturas, lo mismo paso cuando se dio cuenta que estar cerca de Demian me ponía de mal humor siempre cambio mi estados de ánimos, ¿cómo podría dudar de mi mejor amiga?, ¿cómo podría ella si quiera traicionarme, si somos mejores amigas y nos amamos como eso?.

No debía de pensarlo, no debía tener una pisca de esos pensamientos, lo sacare de mi sistema y la buscare para saber por qué no se ha encontrado a nosotros.

No le había respondido a los chico ya que estaba bastante perdida en mis pensamientos en todas y cada una de las cosas que tenía en la cabeza, pero ellos ahí se quedaron a mi lado, me acompañaron en mi silencio, eso me reconforto de alguna manera por que podía sentirlos ahí conmigo.

—¿Estas bien Cleo? — pregunto uno de ellos.

—Cierto, te ves muy cansada — comento el otro.

Ambos me miraban, confundidos y también tristes, sé que es lo que estaban pensando, tal vez dirían que estoy triste por mi madre, o tal vez dirían que estoy enojada por lo que hizo Evans, o tal vez dirían que es ambas, pero era eso y más, no solo mi madre, Evans y mi padre, también estaba Akira y saber su verdadero origen, el sueño que tuve y la persona detrás del caos de aquella guerra, el hechizo que debía de aprender, era todo y eso me tenía agotada mentalmente ya que no dejo de darle vueltas y vueltas al mismo asunto.

—Sí, solo estoy un poco cansada, pueden retirase y descansar, por hoy que nadie más me moleste por favor a menos que sea algo urgente, me buscan en mi habitación, y chicos, mañana por la mañana iremos a la universidad, veremos a Luna, tengan el carro listo temprano — les despedí.