La prestigiosa clínica San Ángel será el escenario donde el apuesto y talentoso residente de medicina Caleb Rossi, conocido por su mirada crítica y exigente, desprecia el amor que le profesa la encantadora también residente de medicina Juliette Di Marco. Atrapado en lo estereotipos superficiales, Caleb subestima el corazón generoso y la inteligencia brillante de Juliette, simplemente por su figura curvilínea.
A medida que los años pasaron, Juliette no solo supera los desafíos profesionales, sino que también florece en su carrera médica, demostrando que el valor de una persona va más allá de las apariencias. A pesar de los diferentes desafíos y el dolor, Juliette encuentra fuerza en su determinación y apoyo en colegas que valoran su verdadero potencial.
El destino les dara una segunda oportunidad cuando ambos se encuentran trabajando juntos en la misma clínica, Caleb, ahora debería afrontar sus propios arrepentimientos al darse cuenta de la increíble mujer que ha estado frente a él
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Capitulo 21
Sin darse cuenta, ya había pasado un mes. En este tiempo Juliette y Caleb habían experimentado una montaña rusa de emociones.
Caleb se encontró sorprendido por lo fácil que era abrirse a Juliette. Su herida de bala había Sido un recordatorio de lo vulnerable que podían ser ambos. Mientras que Juliette, por su parte, estaba conmovida profundamente por el cuidado y la atención de Caleb durante su recuperación.
A lo largo de ese mes, compartieron historias, secretos y risas. Descubrieron intereses comunes y se apoyaron mutuamente en momentos de duda y temor. A medida que crecía su conexión, también crecía la confianza de Juliette en Caleb.
Juliette descubrió que él era un hombre compasivo y atento. Caleb descubrió en Juliette una fuerza y valentía que admiraba profundamente.
A medida que se acercaba el final del mes, ambos se encontraban enfrentando la realidad de sus vidas separadas, ya que Juliette debía regresar a su departamento, pero descubrieron que lo que tenían era algo especial y digno de luchar.
- Buenos días, amor - dijo Caleb entrando a la habitación de Juliette con la bandeja del desayuno.
Todos los días Caleb le llevaba a Juliette el desayuno a la cama. Ella despertaba, y le regaló una gran sonrisa a Caleb.
- Buenos días!!! - se sentó, miro el desayuno y su expresión se puso un poco triste.
- ¿Qué ocurre? ¿No te gusto el desayuno? - le pregunto Caleb intrigado.
- No es eso, es que recordé que ya mañana debo regresar a mi departamento y voy a extrañar tus desayunos en la cama. - dijo e hizo cara de puchero.
Esto le pareció muy tierno a Caleb, que la abrazo y la beso en la frente para luego decirle
- Pero si quieres quédate a vivir conmigo.
- Que!!! - dijo Juliette sorprendida - No se si sea buena idea.
- Está bien, no quiero precionarte, solo quiero que tengas esa opción, yo sería muy feliz de vivir contigo, irnos juntos todos los días al trabajo, disfrutar las noches juntos.
Juliette se sonrojo pensando en eso, ya que ellos aún no habían tenido intimidad ya que Caleb quería que Juliette estuviera 100% recuperada y así no lastimar su herida.
- Caleb, dame un tiempo para pensarlo, aún nos quedan 2 días.
- Todo el tiempo que tú quieras mi amor. - la beso y se sentaron a desayunar.
Mientras en el hospital Leonardo estaba sentado en su escritorio mirando un calendario pensando que ya faltaban pocos días para volver a ver a Juliette.
Aunque le enviaba mensajes casi a diario preguntando por su salud y ella siempre le respondía, él no había querido ir a visitarla como Elizabeth y Aaron, porque sabía que se estaba quedando en casa de Caleb, y no quería provocaciones que alterarán a Juliette.
Pero en lo que ella retornará a trabajar, él atacaría sin piedad al corazón de Juliette para conquistarlo.
- Buenos días!!! - escucho la voz de Fiorella entrando a su consultorio.
Ella llevaba de 2, se acercó a Leonardo y le entrego uno, luego ella se sentó frente a su escritorio.
- Gracias Fiorella - le sonrió Leonardo. Esto hizo palpitar su corazón.
- Siempre a tus servicios - le dijo y le guiño en ojo.
- Y dime, ¿Que te trae por aquí? - le pregunto Leonardo.
- Bueno te he visto todo el mes algo inquieto, pero hoy estás diferente.
- Bueno, Fiorella, hay algo que no te he dicho.
- ¿De que se trata? - le pregunto Fiorella con una sonrisa.
- Estoy interesado en alguien.
Ella soltó un pequeño suspiro, dibujo una media sonrisa y luego le dijo
- ¿Y, qué tiene? Crees que no me había dado cuenta de tu interés por la doctora Di Marco; sin embargo, ella a estado ausente todo un mes, y yo he estado aquí contigo. Así que no pienses que me rendiré tan fácilmente.
Se levantó y salió del consultorio dejando a Leonardo un poco sorprendido por esas palabras.
En el pasado ellos se amaron muchísimo, si ella no hubiese obtenido esa beca para ir a estudiar al extranjero o si él también hubiese ganado esa beca y se hubiesen ido juntos, tal vez en ese momento estarían hasta casados.
Mientras en los pasillos del hospital caminaba pensativa Fiorella, pensando en Leonardo, en todo ese mes, ella se había acercado mucho a él, pero él no había pasado el límite de la zona de amistad. Ella sabía que él no se enamoraba tan fácilmente, y se preguntaba que había hecho la doctora Di Marco para despertar ese sentimiento en él.
- Yo tome la decisión de volver para recuperarte y no me voy a dar por vencida. Te reconquistare Leonardo. Cuesteme lo que me cueste. - Se dijo a si misma, y se arregló su bata de médico y camino a la sala de emergencia trabajar.