No Te Perdonaré Hdp

Eduardo cayó estaba de mi, me estaba cubriendo, aun se estaba sosteniendo con sus brazos extendidos me susurro.

Eduardo : tranquila, todo va a estar bien.

Yo sabía que el disparo era para mi, pero Eduardo me cubrió con su cuerpo, el resto de nuestros hombres nos cubrieron y comenzaron los tiroteos, uno, dos tres de nosotros caían, pero la gente de Rafael, también salía herida.

Cayó un hombre que cubría a Eduardo, entonces Rafael vio la sangre traspasar su camisa color gris, Rafael solo pudo decir.

Rafael : ya no eres el cobarde que huía Eduardo, incluso estas dispuesto a dar tu vida por esta mujer, ¿que tiene de especial ella, que preferiste morir por ella, y no por tus padres?

En eso, Rafael apuntaba de nuevo a Eduardo, al ver que no caía totalmente, Eduardo solo me susurraba lindas oraciones, del tiempo que nos conocimos y los momentos felices.

Solo en ese momento, pude tomar el arma de Eduardo y disparar al francés, le di un tiro que rozó su cintura a un costado de ella.

Rafael con gran furia estaba a punto de volver a disparar, cuando más tiros salieron de nuestro lado.

Eran los cholos, que al ver que no llegamos al punto de reunión, fueron a buscarnos, también había gente del pueblo, que al oír los disparos fueron a ver que pasaba.

 Rafael furioso al ver tanta gente de nuestro lado dio retirada, dejo el cuerpo de sus Hombres, así como el de Omar.

Eduardo : vez te dije que todo iba a estar bien.

En eso Eduardo se desplomó encima de mi. Empezó a toser sangre, le di la vuelta, lo abrace.

Eduardo :(con dificultad) tranquila, no te preocupes por mi, te amo.

Yo: callate, no me dejes sola, vas a estar bien, debes guardar energía. (gritando). ¡¡¡rápido llamen un doctor, una ambulancia, contacten a Antonio!!!

Eduardo : te dije que te protegería, incluso aunque me costará la vida, (con una pequeña sonrisa) vez, no te mentí, te amo y gracias por aparecer en mi vida.

Eduardo cerró los ojos, le grite, llore, pedí que lo revisaran, en poco tiempo llegaron las ambulancias, los paramedicos, dijeron que ya no podían hacer nada, Eduardo había muerto.

    Me en capriche a no escucharlos, les dije que no era verdad, que no sabían hacer su trabajo, solo quería la opinión de Antonio, este llegó.... Y si me confirmo que él ya había muerto.

No lo podía creer, no lo quería soltar, lo abrace y le dije.

Yo: Eduardo por favor despierta, si es una broma esta bien, ya es hora deja de jugar, vamos tienes que pararte y decirme que estas jugando, Teresa nos espera para ir a apartar la misa, por favor, por favor no me dejes.......

Fue en vano, Antonio me dijo que esa bala le perforó un pulmón y una arteria qué conecta el corazón con el cerebro, le sorprendió que le dijera que me estaba cuidando y cubriendo por un rato, pues según Antonio era imposible pues en menos de 5 minutos, sus pulmones se debieron de haber llenado de sangre, eso explicaba porque la tosia.

 Yo no podía parar de decir lo que Eduardo me decía antes de cerrar los ojos, Antonio dijo que era muy poco probable que el sobreviviera, incluso si se mantuviera callado y quieto. En mi cabeza pasaban muchas cosas, nuestro primer encuentro, la vez que fue a mi casa a explicarnos el plan, en el aeropuerto, llagando al pueblo, el entrenamiento, cuando me pidió ser su novia y la noche de mi cumpleaños y de nuestro compromiso, todo paso tan pronto, como era posible que Rafael me hubiera quitado todo eso en un momento.

Llevaron el cuerpo al hospital para hacer los tramites necesarios, llegamos a la hacienda, el rumor ya tenía a todo el pueblo en movimiento. Al llegar Teresa y Pablo me estaban esperando.

Teresa :dígame que no es verdad señorita, dígame que el joven está bien. Que solo esta haciendo negocios. (suplicando)

Pablo : señorita por favor, perdóneme, no supe ver a través de Omar.

Yo, solo pude llorar y abrace fuertemente a Teresa.

Yo: se nos fue Teresa, se nos fue Eduardo, me lo mató el francés.....

Teresa y yo nos abrazamos mientras ella decía que no era posible.

Después de un día nos dieron el cuerpo en su ataúd, se veía tan hermoso, no tenia sangre, lo habían limpiado y cambiado de ropa, parecía que estaba profundamente dormido, Teresa y yo pasamos toda la tarde hablando con él, recordando todo, yo le decía de los preparativos para nuestra boda, y Teresa le decía de todo desde cuando cuando era más pequeño.

Por la noche comenzó la velacion del cuerpo, asistieron muchas personas, algunas qué llegaron en el enfrentamiento contra Rafael, dándonos el pésame, sí parecíamos una madre que perdío a su hijo y una viuda que perdió a su esposo, no sabía lo popular que era Eduardo, Teresa me decía que ayudaba a muchas familias con el trabajo y sustento, no sabía que en el mercado tenía algunos puestos propios qué le rentaba a las personas a bajos precios, tampoco sabía que en algunas cosechas, ayudaba a la gente, dándole los frutos para que los vendieran y después pagarle la carga, realmente fue una persona muy querida por el pueblo, y yo no sabía eso, solo hizo que lo admirada y amara aun más.

     En eso estábamos, cuando entró Carmen con un vestido y un velo de color negro, llorando acercándose a la caja, y diciendo que lo amaba y nada le hubiera pasado, si él se hubiera quedado con ella.

Carmen : fue tu culpa (señalandome) de no ser por ti, él seguiría con vida, tu lo mataste..

¡Asesina!

Yo:.......(sin decir nada)

Teresa : Carmela por favor compórtate, ella no tubo la culpa de nada, el verdadero culpable fue Omar, él fue el que traicionó al joven, él lo entregó a Rafael.

Carmen : no, no es verdad, Omar también está muerto, por que ensucian su nombre todo por cubrir a esta asesina.

Yo: si no nos crees es tu problema, pero hay testigos, la misma gente del pueblo encontró su cuerpo junto con la gente del francés. Es mejor que te vayas Carmen, tus intenciones aquí no son bunas, y Eduardo merece descansar en paz.

Carmen salió, y todos los que quedamos en la hacienda seguíamos velando el cuerpo de mi amado, destruidos, rotos, nos habían apago una luz muy grande, y esto no se iba a quedar así......