Ella una mujer mayor que no parece de su edad, el menor que ella y se enamora desde el momento que la mira.
Alejandra Acosta una mujer de 53 años, tiene 3 hijas, es muy hermosa con muy buen cuerpo, después de su divorcio decide ir de vacaciones a New York, con la intención de divertirse y encontrarse con ella misma, nunca pensó en conocer a ese hombre guapo y rico.
Robert Brown, un empresario soltero, exitoso, millonario, demasiado guapo, posecivo.
cuando la ve queda totalmente impresionado con la belleza de Alejandra, el problema es que el tiene 35 años al descubrir que solo estará un tiempo en New York, le hace una propuesta, no le importa la edad pero despues la quiere solo para el, ¿aceptara ella la propuesta? ¿y hasta dónde llegará su relacion?
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capítulo 18
Robert
Tome su mano y la bese – gracias hermosa, no te arrepentirás ya lo veras
En ese momento le dije que hiciera su maleta para una semana, que saldríamos muy temprano en mi jet privado, me sentía como niño con juguete nuevo, quería complacerla en todo, darle todo y que se sintiera amada y protegida, es una mujer que se merece todo y yo se lo daria.
Me doy cuenta que hizo su maleta en un dos por tres, me impresionó que la hiciera tan rápido y ordenado, no preguntó el clima ni que ropa necesitaría, supongo que lo investigo.
Saque mi maleta y empecé a escoger mi ropa, la iba poniendo toda en la cama para luego acomodarla pero mi hermosa se me adelantó y empezó a acomodarla, cada cosa que hacía por mi hacia que mi corazón latiera más rápido, parecíamos un matrimonio y eso me agradaba no me sentía renuente como otras veces al contrario vi en mi mente una imagen de nosotros en el altar, ¿que me pasa?
No dije nada de mis pensamientos no la quería asustar.
Esa noche descansamos y dormimos muy abrazados solo acariciándonos.
Salimos al día siguiente temprano, ella iba con unos jeans ajustados que hacían resaltar sus curvas, ese trasero que me encanta, una blusa estampada, unos botines de tacón, su cabello rizado natural y un maquillaje ligero pero sus labios rojos la hacían ver más sexi por Dios que bella.
Alejandra
Lo vi y se me cayó la baba, es tan guapo y sexi, toda la ropa se le ve como si fuera modelo, creo que si se vistiera de vagabundo seria uno muy guapo y sexi.
El llevaba unos jeans con una camiseta negra se veía tan guapo más bien se miraba bien bueno y era todo mío, le tome foto y se la envié a Silvia, subimos al auto y Silvia no tardo en contestarme.
Amiga que cosa tan buena te estas comiendo, ya me dio hambre, ¿no tendrá un hermano, amigo, un conocido que me quiera para unos meses nomas?
Hay amiga ni yo me la creo pero te dejo ya vamos a subir al auto, me llevaba de la mano, subí, y me puso el cinturón, esos detalles son geniales y más cuando nunca lo a hecho alguien por uno -luego te mando más fotos, te quiero - en eso volteó y me esta viendo con cara de pocos amigos.
Pasa algo?- pregunté
No, porque?- dijo no muy contento.
Porque estás molesto?
No estoy molesto – contesto, no sabe disimular
No iba a pelear ni a sentirme mal por nada así que me quité el cinturón y me siento en sus piernas, lo empiezo a besar despacio y no tarda en agarrarme de la cintura y acelerar sus besos, empiezo a sentir algo duro y ya se que es, no puedo evitar reír.
Lo siento eso es lo que provocas en mi, -dijo con picardía.
Y que podemos hacer al respecto? – le dije susurrándole al oído.
Gruñó - deja que subamos al jet y haremos algo al respecto - me siguió besando hasta que llegamos, antes de bajar del auto limpie su boca y la mía traía labial rojo así que fue un desastre.
Bajamos del auto tomados de la mano, abordamos sin ver a nadie, nos sentamos y me ayudó a ponerme el cinturón.
Quieres algo de comer? – me preguntó.
Si por favor, - contesté
Pidió un rico desayuno pero el café estaba delicioso.
El vuelo duraría aproximadamente 7 horas .
En cuanto anunciaron que ya podíamos quitarnos el cinturón, me tomó de la mano y rápidamente sin decir nada me llevo hacia una puerta, adentro había una cama, se quitó la camiseta y me empezó a besar, rápido me sacó la blusa, me quitó el sostén, me sentó en la cama y sacó mis botines, mis medias, desabrocho mi pantalón y los despojo de mi cuerpo con fuerza junto con mis pantis, también desabrocho sus pantalones y los quitó junto con sus bóxer, nada era tierno pero me gustaba verlo así desesperado, me siguió besando, primero mi cara bajando a mi cuello después a mis pechos mordiéndolos de una manera desesperada pero sin lastimar, bajo a mi abdomen donde se detuvo a besar todo mi vientre, siguió con mi entrepierna, me daban muchas cosquillas pero me aguanté, empezó a dar besos en mi parte intima, eso me calentaba tanto que pensé que terminaría antes de que hiciera nada más, empezó a hacer de todo haciéndome querer mas, introdujo uno de sus dedos, en unos minutos solté un gemido disfrutando de una sensación deliciosa, haciéndome temblar de placer.
