Karina es una chica como cualquier otra y Todos los días se repite a si misma:
todas las personas en el mundo tiene un sueño incluso si es muy difícil siempre tienen éxito.
Todos tenemos problemas pero tenemos que seguir adelante, y tener fe.
A quien quiero engañar el mundo es una porquería las historias de Cenicienta y el príncipe azul nunca son verdaderas.
Pero hay algo en lo que si creo y esto es el trabajo duro siempre tiene recompensas.
Edward James es un actor americano que apesar de tener mucho éxito nunca ha Sido feliz con su fama.
Toda la gente que se acerca a el lo hace solo por interés nadie está a porque de verdad lo quieran, eso es lo que el piensa.
Los caminos de ambos se cruzan cuando el la hace pasar por su prometida frente a su ex novia.
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La cita.
...Liam....
Hoy me le voy a declarar. Quiero que todo sea perfecto. Nunca he tolerado los errores y no los voy a tolerar hoy.
El mesero llegó y trajo la carta de la comida.
— ¿Qué te pasa idiota? primero debes traer la carta de los vinos. — Le regañe.
— Liam podemos ordenar la comida primero.— Dijo Karina tomando mi brazo para calmarme.
— Está bien si así lo prefieres. — Me calme y ví el menú. El mesero se marcho y minutos después volvió.
— ¿Puedo tomar su orden.?
— Para mí Lasaña por favor. — Dijo Karina.
— Cómo diga señorita. — El mesero le sonrío.¿Acaso no ve que está conmigo?¿cómo se atreve a coquetear con ella en mis narices?.
— ¿Y para usted señor.?
— Yo quiero spaghetti a la carbonara y apúrate o haré que te despida.
— Enseguida les traigo su orden. — Se retiró.
— ¿Porqué le dijiste eso.? — Preguntó Karina.
— Porqué te estaba comiendo con los ojos y no soporté que lo haga.
— ¿De que hablas? el solo fue amable porque es su trabajo.
— Pues yo no ví que a la señora gorda de aquella mesa le coqueteara. — Cosa que claramente no hizo. A Karina le sonrió porque es bonita, seguramente le gustó.
...Karina....
La actitud de Liam me sorprendió muchísimo, primero fue grosero con Adolfo después con el mesero y ahora hasta ofendió a una señora que no tiene vela en este entierro.
Yo también trabajé en un restaurante y de verdad odiaba a los tipos prepotentes cómo Liam. Esperó qué cambié esa actitud o me iré de aquí.
El mesero regresó y trajo la carta de vinos, creo que era su primer día de trabajo porque estaba muy nervioso. Lo entiendo. Yo estaba igual el primer día.
— Quiero un vino Don Leo gran reserva 2013.— Ordenó Liam.
— Lo siento señor pero ese vino está agotado.
— ¿Qué clase de servicio es este? ¿dónde está el gerente? haré que te despidan. — ¿Enserio quiere que lo despidan sólo por un vino.? No es culpa del mesero si algo se agota.
— Liam no hagas esto mejor pidamos otro vino.— Le pedí. ¿Porqué hacer tan grande el problema.
— ¿Acaso te preocupa que despidan a este imbécil.? — Porsupuesto que no.
— El no merece quedarse sin trabajo solo por un vino, sería injusto.
— ¿Porqué te preocupa que pierda su trabajo?
No me digas que tienes miedo de no tener con quien coquetear si volvemos aquí.
— ¿Qué.? — ¿De verdad se estaba comportando así.? Ya no puede soportar su actitud, ahora hasta a mí me ofendió, le avente un vaso de agua encima y salí del restaurante.
Unos segundos después su mano estaba sobre mi muñeca.
— ¿Qué te pasa?¿porque hiciste eso.? — Preguntó muy enojado.
— Aquí la pregunta es, ¿que te pasa a ti?,
Pensé que eras un chico amable y respetuoso, pero con la actitud de hoy me di cuenta que solo es una máscara, ahora entiendo porque eres tan amigo de Michael los dos son unos imbéciles niños mimados. — Me marche sin decir más.
Mientras tanto Liam...
Necesito verlos ya.
— ¿Vamos a darte tu despedida de soltero.? — Pregunta Michael con risa.
— Sólo vengan.
...30 minutos después....
— ¿Porqué tienes esa cara? ¿no me digas que te rechazo.? — Pregunta Noah.
— No digas estupideces, seguramente lo aceptó y ahora que ya tiene correa se ha arrepentido.— Dice Michael con prepotencia.
— No me ha rechazado.
— Ves te lo dije, no ha nacido quien rechacé a cualquiera de nosotros tres. — Michael bebe un sorbo de su cerveza.
— Karina me humilló. — Michael escupe la cerveza que tenía en la boca.
— ¿Qué quieres decir con que te humillo.? — Pregunta Noah.
— Quería que todo fuera perfecto, pero un mesero empezó a coquetear con ella y Karina muy gustosa le siguió el juego. No soporte y le pedí que llamarán al gerente para que lo despidieran pero ella se opuso. Al ver que no me deje convencer me echo un vaso de agua en la cara y salio del restaurante. La alcance y dijo que entendía perfectamente porque Michael y yo somos amigos, que somos igual de imbéciles y unos niños mimados. — Liam altera toda la verdad.
