Buscando Un Papá

Todos eso es una locura, estoy viendo bajar del ascensor a la que vendría a ser mi ¿suegra? ¿enserio? Ni siquiera se que somos nosotros como para pensar que es mi suegra por lo que podría irme ahora mismo sin problema ¿no? Tengo una excusa, Margo, la flamante rubia, se acomoda su saco mientras me mira de forma maliciosa, por su parte Merly tiene un semblante demasiado blanco para mi gusto.

- Merly ¿Te encuentras bien? – junto mis cejas mientras le pregunto.

- No…

Y es lo último que dice cuando la observo caer al piso inconsciente, corro hasta ella con Theo. Margo paso de sonreír a estar totalmente preocupada, la señora Hamilton ahogo un grito mientras se quita su tapado beige, unos pendientes de oro cuelgan de sus orejas y tiene varios anillos en los dedos, lleva un vestido rosado grueso y unos zapatos de tacón del mismo color. Theo levanta a Merly del suelo y la lleva a mi oficina para ponerla en sillón, llamo al médico de la empresa mientras busco alcohol para despertarla.

- Deberíamos llamar a su marido – Theo la mira preocupado – Creo que se golpeo fuerte la cabeza.

- Ahora mismo lo llamo – camine a mi escritorio en busca de su hoja de vida, marco el número y luego de tres tonos un hombre me atiende.

>> Buenos días, soy Emma Wood de la empresa Astracán.

>>Hola, buenos días soy Marcos, en que puedo servirle.

>> ¿Es el marido de Merly?

>> Sí, ¿ella esta bien?

>> Mire, Merly se desmayo y creemos que se golpeo la cabeza, puede venir a la empresa.

Él muchacho parecía preocupado, respondió un rápido sí y corto el teléfono, Margo logro despertar a mi secretaria, pero la dejamos acostada por un rato más hasta que el médico la vea. La señora Hamilton me observa cada tanto y luego a Theo que esta apoyado en el escritorio serio, ella también permanece seria y pareciera que analiza cada pequeña cosa que pasa entre nosotros.

- Merly… ¿Has comido? – me agacho a su altura.

- Sí, yo… yo lo siento – trato de levantarse, pero la frene.

- Pero si no has hecho nada – le sonrió cálidamente -Pero tienes que estar sentada si te sientes mal, no sabemos si te has lastimado la cabeza y ahora tienes que cuidarte por dos – sus ojos se abrieron como platos.

- ¿Cómo lo? – parecía dudosa – Yo les iba a decir, solo esperábamos los tres meses, el médico dijo que era el tiempo…

- Lo sé, pero reconozco tus síntomas en mí – sonreí – Pregúntale a Margo, vivía desmayándome o descompuesta o comiendo

- Sobre todo, comiendo… - dice mi amiga – Willy era nada comparado con Emma – todos reímos menos la señora Hamilton.

- En mi defensa retenía líquido, pero sí, subí muchísimo de peso – me acerque a su oído – Pero gracias a eso me quedaron estas dos – señale mi busto y Merly comenzó a reír a carcajadas.

- Espero que no… más es imposible.

Merly era una hermosa muchacha, tiene 23 años, su cabello es negro, ojos marrones, muchas tetas, cintura pequeña y caderas mediana, la verdad nunca entendí como llego a ser secretaria, en varios de nuestros almuerzos me comento que el ultimo año de secundaria gano una beca en New York luego de concursar en una competencia de canto de su secundaria en Málaga. Allí estuvo todo este tiempo hasta que a su novio Marcos lo transfirieron aquí, según me comento no dudo en ningún momento y se vino con él.

Siempre la vi muy joven pero cuando habla se convierte en otra persona, sus ojos brillan cuando nombra a Marcos o su posibilidad de cantar el día de mañana, se nota que es seria y un poco malhumorada, pero es la persona más sincera y fiel de todo el edificio.

- Buenos días soy Marcos Trovatelli – un chico robusto de ojos verde y piel canela golpea la puerta.

- Marcos… - Merly trata de sentarse - ¿Qué haces aquí?

- Yo le avise – le ayudo a sentarse – Él bebe y tú necesitan estar bien – me acerco al chico – Mucho gusto Marcos, soy Emma.

- Mucho gusto señorita – sonríe mostrándome una hilera de dientes blancos. – Gracias por avisarme

El médico llego y reviso minuciosamente a mi secretaria, luego de comprar que no se hizo nada la mando a casa el resto del día con indicaciones específicas. Se marcharon de la oficina dejándonos a mi suegra, Margo, Theo y a mí

- Bueno Emma más tarde paso por tu casa y hablamos – se acerca y me abraza – No seas tan miedosa – susurra a mi oído.

- Bueno… - hago un puchero – Te debo un café entonces.

- Y no me olvido – me guiña un ojo – Bueno Theo fue un gusto verte, si estas en la casa cenamos todos juntos – le da un beso en la mejilla y camina hasta la señora Hamilton – Señora, un gusto

- Igualmente, querida – responde Elle.

- Nos vemos luego Margo, saludos a las chicas – responde Theo y mi amiga se va.

- Ahora ustedes y yo vamos a hablar – Elle nos mira.

- ¿Qué necesitas madre?

- Quiero saber por qué me entero a través de una revista que ustedes son pareja – su voz esta cargada de reproche – Pero sobre todas las cosas quiero disculparme querida – Elle se levanta y camina hacia mí

- ¿Qué? ¿Por qué? – estoy confundida y Theo también.

- Me has soportado trayendo mujeres para mi hijo las últimas semanas sin decir nada, siempre recibiéndonos con una sonrisa – suspira – Eso no estuvo bien, yo te falté el respeto… - la interrumpí.

- Señora Hamilton usted jamás me falto el respeto, quédese tranquila. – le acaricio la mano y sonrió.

- Dime Elle cariño… ya somos familia, si mi hijo decidió estar contigo es porque lo has enamorado – miro de reojo a Theo que solo nos mira – Jamás se mostro con ninguna mujer, hasta pensé que era gay y no se animaba a decirme.

- Mamá – ambas nos reímos – Bueno… que dicen si vamos a comer algo y luego volvemos al trabajo – se acerca.

- Creo que es una excelente idea – responde Elle – Además podemos acordar cuando conoceré a mi nieto.

- Vas amar a Oliver madre – la ayuda a ponerse el saco mientras yo busco el mío – Es un niño increíble – su madre sale de mi despacho y Oliver se vuelve a mí.

- ¿Pasa algo? – sonríe de costado acercándose.

- No – me toma por la cintura, levanta mi mentón con una mano y de posita un tierno beso en mis labios – Te quiero

Mi corazón comienza a latir frenético antes esas palabras, su nariz roza la mío y vuelve a depositar un beso en mis labios.

- Yo también te quiero Theo – digo algo embobada.

Salimos de la oficina directo a un café que se encuentran a tres cuadras del edificio, Elle sale primero y comienza a caminar en dirección al café, charlo animadamente con ella mientras mi mano está entrelazada con la de Theo. Le cuento a Elle sobre Oliver desde los años que tiene hasta las cosas que le gustan, ella parece muy animada con la idea de tener nieto y poder agrandar la familia.

Paramos en un semáforo y un leve apretón de mano llama mi atención, miro los ojos grises que se encuentran a mi lado y me sonríen, hago lo mismo mientras deposito un pico en su boca para continuar caminando hasta el lugar, lo que ninguno de los dos sabíamos es que ese pequeño gesto saldría hasta en los canales de televisión y para mi desgracia ya sabían mi nombre.

***Buenas noches mis amores... paso a contarles qué Novel toon ha creado un chat para que puedan chatear conmigo... ahí trataré de mantenerlos al tanto o contestar sus dudas.

Por otro lado, no sé si se dieron cuenta que la Merly que aparece por aquí es la misma de 30 días, novela que estaré editando y puede que agregando un poco más de cosas.

Los quiero muchísimo, muchas gracias a Karla, Manuela, Anaj y Elizabeth por sus comentarios y por estar ahí siempre... besitos este capítulo va dedicado a ustedes***