#AMOR PROHIBIDO #En Brazos De La Tentación

(*FLOR)

Me quede agitada después de lo que paso con Manuel. La señorita de servicio me dio un calmante para que pueda dormir. Me temblaba todo el cuerpo, por suerte llego a tiempo el señor Alberto.

 Por lo que al llegar a mi alcoba, me acomodo en mi lugar en la cama y trato de retomar la respiración calmando mi pecho.

"Es un cínico", pienso al recordar a Manuel como me apreto con la intensión de hacerme dios sabe que cosa.

Suspiro profundo cerrando los ojos, buscando la calma donde sea. En mis sueños veo al señor Alberto, él tio de Manuel, con su traje a medida elegante, su cabello negro bien prolijo peinado, su barba prolijamente cortada y esos ojos color miel que me hipnotizan, en mis sueños siento sus besos y deseo que sea real, sus manos rodeando mi cintura y acariciando con suaves movimientos formando una figura sobre mi piel con sus dedos. Su respiración la escucho en mi oido. y su calido aliento lo siento en mi cuello. No puedo, no debo, pero me atrae. Me despierto asustada al sentirlo tan real y él en verdad esta aqui.

-Tranquila... Soy yo. Me susurra él tio de Manuel.

-¿Qué hace aqui?... Alguien puede venir. Le digo agitada.

-Me queria asegurar que estabas bien... Nadie vendra. Me susurra abrazado a mi besando mi frente.

-Gracias por llegar a tiempo. Le digo acurrucada entre sus brazos.

-Mientras este no te pasara nada. Me consuela el señor Alberto.

-No entiendo que quiere Manuel... En un minuto me desprecia... Al siguiente me reclama como si fuera yo la culpable. Comento angustiada.

-Le gusta tener bajo su control todo... Cuando siente que no puede manejarlo... Reacciona mal... Sera mejor que no le prestes mucha atención... Mi hermano Marcos se ocupara de alejarlo para que no te vuelva a tocar... Espero que (Suspiro profundo antes de continuar)... No quieras irte. Me susurra besando su hombro.

-¿Me otorga el divorcio Manuel?... Puede hacerlo... La verdad que pensaba alejarme... No quiero estar donde él este... Con miedo a no saber que pretende hacer. Le comento.

-Por ahora eso no puede ser... Solo llevan dos meses de casados... No te preocupes... Nadie te hara daño... Me encargare que estes bien... Ahora trata de dormir. Me susurra.

-Es por la fusión cierto... Si me voy se disuelve y perderan ganancias. Le comento.

-Eres muy inteligente... Asi es... Eres el pilar que sostiene toda la estructura... Si te vas... Todo se derrumba... Capas tu padre pierda también. Me dice en el oido, me giro a mirarlo directo y tiene un brillo en los ojos.

-No me mires asi. Me dice.

-¿Asi como? Le pregunto.

-De ese modo que lo haces. Me responde con la voz grave.

-Si no te observo ¿Cómo sabre lo que piensas?. Le respondo mirandolo directo a sus ojos claros.

-Solo preguntame. Me dice el señor Alberto con la respiración entre cortada y me gira abrazado a mi.

-¿Por qué me giras?. Le pregunto.

-Quiero hablar contigo... Y si me miras... Me tientas. Me responde suspirando pesado.

-¿En que piensas?. Le pregunto.

-En como te ves sin este camison. Me responde estirando de el, haciendo que me ria.

-Que hermosa risa tienes... Deberias reir mas. Me dice besando mi hombro.

-De ¿Qué quieres hablar?. Le pregunto girando a mirarlo.

-Te dije que no lo hagas... Me haces olvidar lo que quiero preguntarte. Asegura cerrando los ojos y ladeando la cabeza, al abrirlos le brillan y me gira nuevamente.

Suspiro pesado, siento el calor de su cuerpo junto al mio, puedo sentir su entusiasmo por mi, no puede ocultarlo, me abraza besando mi cuello y acomoda la manta cubriendonos completamente.

-Me puedes contar... ¿Cómo era en el instituto de jovencitas? ¿De que edad ingresaste? ¿Cómo te trataban? ¿Cómo trataban a las demas?. Me pregunta sorprendiendome con ese repentino interes. Exhalo saliendo de su abrazo me incorporo y veo que me mira sorprendido. Me quito el camison enseñando mi figura. Él traga grueso incorporandose.

"La verdad no quiero", pienso.

-Esto quiere decir que no quieres responder. Me dice mirandome con la respiración agitada, se incorpora y acomoda el camison nuevamente sobre mi figura. Posa un beso en mis labios y suspira. -Dejare que descanses... Despues de lo sucedido entiendo que no quieras hablar. Me dice y lo retengo de la mano.

-¿Por qué el repentino interes?... La verdad no recuerdo mucho... Y prefiero que siga asi. Le aseguro y se gira a mirarme directo a los ojos.

-Tenia una hermana gemela... Ella fue a ese instituto... Algo le hicieron ahi... Que quebraron su mente en mil pedazos... Nos lo quiso decir en muchas ocasiones... Pero no podía... Parecía que lo olvidaba... Hasta que un día nos avisaron de su deceso... ¿Cómo podia ser si era joven y saludable?... Una pequeña araña fue la causante segun informaron... Pero siempre quisimos saber la verdad... No creemos que solo fue eso. Me dice con la voz ahogada.

-Lo lamento... Me gustaria ayudar... Pero no tengo recuerdos... Es como una defensa que creo mi mente... Segun mi doctor... Solo las pesadillas me atormentaban. Le comento.

-Vamos a la cama... Asi no te enfrias y me cuentas. Me dice.

-Mejor sentemonos ante la chimenea. Le sugiero.

"En la cama voy a querer algo mas que por lo visto él no"

-De acuerdo me dice. Suspira pesado llevandome de la mano, se sienta en el sofá y me sienta en su regazo como acunándome. Veo que quiere tenerme con él todo el tiempo abrazándome.

-Ahora dime ... Cuentame que sueñas. Me susurra mirando las llamas que danzan en la chimenea. Suspiro profundo y entrelazo mis dedos a los de él mordiendome el labio.

-Soy una niña pequeña... Que camina entre los cuerpos inertes de las... Demas... Acostadas en el piso del gran salon... ¿Debe ser una actividad?, pienso...

-¿Por qué piensas eso?

-Porqué nos decian que eran parte de las actividades cuando... Sin querer veia dentro de un salon que no era el mio... Pero no lo hacia a proposito... Solo entre ahi... Y estaban acostadas en el piso... Veo a mi amiga y voy a tocarla... Esta fria...¿ Fria?...

"Surgio un recuerdo donde la veo caminando en la nieve llorando al ser un castigo, para que valoremos estar adentro"

-Flor... Te acordaste de algo. Me pregunta pero no puedo contestar mi mirada esta fija en la llama de la chimenea.

Siento un extraño hechizo que invade el ambiente, mis palpitaciones aceleradas, saber que estamos los dos compartiendo el mismo espacio, respirando el mismo aire, tanto lo espere, lo desee, y él esta aqui, tiene algo que me atrapa, su manera de ser misterioso, de decir lo justo, me tienen intrigada y quiero saber mas de él, quiero conocerlo mas. Veo las llamas que danzan ante mis ojos, pero mi concentración esta en él, saber que piensa, ya no quiero seguir con mi relato, pero este silencio me nubla, me aturde. El crujir de las brazas devoradas por las llamas es todo lo que se escucha.

-¿Qué recuerdas?. Me pregunto en un suspiro como si las palabras se le escaparan.

-No... Eso es todo. Le respondo suspirando.

Me incorporo para salir de ahi, siento que no puedo seguir hablando, regresan a mi mente imagenes que quiero olvidar. Las chicas sufrian mas severos castigos que yo. Cuando empece a cantar, la directora me tomo como su favorita, pero a la hora de darme un castigo lo hacia, segun decia "en el futuro me lo vas a agradecer, lo hago por tu bien"

-¿Te vas?. Me pregunta.

-Si... Voy a tomar agua. Le respondo.

Quiero salir de ahi como escapando a lo que me hace sentir.

-De acuerdo. Me responde carraspeando.

"¿Qué lo detiene? ¿Por qué no me hace suya?", me pregunto deseando que él de el primer paso, al parecer fue torpe de mi parte quitarme el camison, no le habra gustado lo que vio. Pienso.

-Yo también me retiro. Dice cuando llego a la puerta y posa su mano sobre la mia en el picaporte, nuestras miradas se cruzan, suspiro pesadamente perdiéndome en sus ojos color miel que me miran de un modo que no logro descifrar, carraspea antes de hablar.

-Despues de usted. Me dice señalando a que salga. Él esta parado tan cerca que puedo sentir su aroma. Sus manos se pasan a mis brazos como acariciandome suave en cada roce, el silencio es abrumador, solo se escucha nuestras respiraciones y el latido de nuestros corazónes a la par. Los dos queremos algo lo siento, lo se porque no me niego, no me muevo de donde estoy. Se inclina un poco hacia mi a centimetros de mi rostro, como esperando alguna señal. Tengo la respiración agitada, no puedo apartar los ojos de él. Siento sus manos posadas en mi cintura aproximandome a él, cierro los ojos esperando que pose un beso sobre mis labios pero me los roza besando mi mejilla y escucho la puerta cerrarse, al abrir los ojos ya se fue.

Soy una tonta al creer que quiere estar conmigo, me quito el salto de cama y me meto entre las mantas apagando el velador. Suspiro pesado cerrando los ojos al querer concebir el sueño.

(*Alberto)

Flor tiene algo que me empuja a hacer lo que jamás haria. Cuando mi hermano Marcos me dijo que podia hablar con ella para mermar la situación y que por culpa de la inmadures de mi sobrino no decida irse perdiendose el negocio por el que apostó todo mi hermano. Me encamino con la idea de hablarle temprano, pero al estar cerca de su puerta que queda antes de llegar a mi alcoba, algo me empujo a entrar sin ser notado. Me cuelo entre sus mantas junto a ella, la recorro con caricias y besos al sentirla agitada como calmandola. Se despierta sorprendida de verme, entablamos una charla como una pareja que comparte hace años el lecho. Aprovecho a convencerla que no se vaya y ante un comentario mio me deja oir su risa, es encantadora nada escandalosa y me fascina. Todo en ella me fascina y provoca. Se que estoy cavando mi propia tumba al estar asi con ella, pero no puedo evitarlo. Aprovecho a preguntarle sobre el instituto de jovencitas.

Al hacerlo parece que esa pregunta no le gusto, se incorporo y para mi sorpresa deja caer su camison al piso.

"Eso quiere decir que no quiere hablar al respecto"

La contemplo su figura tan perfectamente tallada, su ombligo parece un pequeño punto, su triangulo del eden es pequeño. Mi cuerpo reacciona ante esa escultural mujer, no puedo creer que me provoque tanto, he visto muchas mujeres como vinieron al mundo, pero ninguna me provoco asi con solo verla. Me apresuro a cubrirla antes de perder el control y olvidar mi lugar.

"No me corresponde invadirla", trato de convencerme, maldita conciencia, ahora vienes a hablar, me reprocho.

Por lo que decido que lo mejor sera dejarla descansar. Pero me retiene nuevamente, siento su mano aferrarse a la mia, me pregunta "porque quiero saber sobre el instituto". Y con ella me abro, le soy sincero en la razón al contarle sobre mi hermana gemela. Le sugiero regresar a la cama para que se abrigue, pero ella prefiere estar ante la chimenea al parecer le gusta ver como las llamas devoran las brazas.

"Sera mejor", pienso porque se que en la cama terminare queriendo algo mas.

La sente en mi regazo a brindarle calor, no se si se de cuenta del frio que hace, ella tiene puesto ese camison y salto de cama nada mas. Me relata que no tiene recuerdos, solo pesadillas.

Mi hermana tenia los mismos sintomas, ella me decia que tenia pesadillas, pero casi no recordaba. En un momento de su relato Flor se calla y queda mirando fijo las llamas. Le pregunto si recuerda algo pero no responde. Se incorpora dirigiendose a la salida.

"¿Qué sera que recordo?". Me pregunto.

Pero ella me asegura que solo quiere agua, por lo que decido salir también, me quede mucho y si continuo un poco mas perdere la razón y la hare mia. Sin querer poso mis manos sobre las de ella al mismo tiempo para abrir la puerta. Me pierdo en sus ojos, carraspeo nervioso diciendo "que salga primero", pero no podemos dejar de vernos.

Siento un cosquilleo en mi estomago, una electricidad que recorre mi espalda. La acaricio nuevamente, es mas fuerte la necesidad de sentirla que mi voluntad de hacer lo correcto.

Veo que ella cierra los ojos al aproximarme, sonrio a mis adentros, se ve que ella también lo desea "pero no debemos", beso su mejilla y me voy. Camino a mi alcoba y al cerrar la puerta siento ese deje de melancolia.

"La quiero, la deseo"

Mi respiración se intensifica el deseo es mas fuerte que mi voluntad, soy como un depredador que solo quiere ir por su presa. Me recargo en la puerta suspirando y su dulce sonrisa en mi oido, su voz invade todos mis sentidos al igual que su dulce aroma. Y sin pensarlo estoy de nuevo en su alcoba. Apareci aqui de nuevo, me aproximo donde ella duerme, es pequeña apenas se nota su cuerpo bajo la manta.

La veo acostada, durmiendo, puedo escuchar su respiración, suena agitada, como que algo la aqueja. Por lo que me quito el saco, la corbata y los zapatos acostandome a su espalda y la abrazo como para consolarla. La siento tibia, entra bien en mis brazos, ella se me acomoda aproximandose mas a mi, y su rostro apoya en mi brazo entrelaza sus dedos a los mios suspirando.

La bestia que trato de contener solo esta deseosa de comerla entera, si el que se hace llamar su dueño no la reclama, ni posee como tal, me deja el camino libre para hacerla completamente mia.