La Reina De La Mafia

Ya ha pasado una año y medio y Antony sigue igual, yo por mi parte tomé la decisión y renuncie al hospital, el negocio va muy bien, al principio los demás carteles no querían hacer negocios conmigo, pero cuando se dieron cuenta de que mi mercancía se había convertido en la mejor me comenzaron a aceptar.

Lucio, Max y Alejo me han dado clases de manejo de armas, seguí entrenando tanto en karate como en boxeo. Los casinos van viento en popa y los bares igual, aunque todavía tengo una persona con la que tengo que saldar cuentas y es Elizabeth sigue trabajando con nosotros como mesera y bailarina, se cree la dueña de ese bar, la he dejado tranquila por el momento, pero pronto llegará su final.

Me e encontrado con varios traidores en nuestra organización, pero sufrieron el mismo destino de Carlos, y a cada uno de ellos se los deje en la puerta de los carteles a los que les vendían la información. Nada se mueve en esta ciudad sin que yo me entere.

Hoy es el día en que viene Jarod, bueno él ha estado viniendo tres veces en la semana, desde hace un año y medio.

- Buenos días Juanita - Levanto la cabeza para encontrarme con Jarod en la entrada de mi despacho me levanto y me dirijo a darle un abrazo.

- Hola como estas.

- Bien y tú.

- Bien gracias, trabajando duro, vamos. - Salimos del despacho directo a la habitación para la revisión de Antony.

- Que has pensado de mi propuesta. - Hace varios meses me viene insistiendo que me aleje de todo y me vaya con el para el campo que está vida no es para mi.

- Sabes cuál es mi respuesta, no lo voy a a abandonar lo amo ya se que a pasado mucho tiempo pero se que el se va a despertar. - El sigue revisando los signos vitales.

- Por favor vas a terminar muerta, has hecho varios enemigos por la forma en castigar las traiciones, se dice que J.L es la reina.

- Si ya lo sé, pero está fue mi decisión - Cuando termina se acerca a mí me coge la cara entre sus dos manos.

- Vámonos te prometo que te protegeré, te sacaré de toda esta mierda nada malo te va a pasar. - Eso hubiera sonado muy bien en otras circunstancias, y si estuviera enamorada de él pero no es así. Lo quiero pero como un amigo no puedo más.

- Mi respuesta sigue siendo no, te quiero pero como amigo. - Me rodea con sus brazos y yo apoyo mi cabeza en sus hombros hasta que soy interrumpida por una voz familiar.

Antony

No pensé que me fueran a traicionar una vez más, lo último que pude ver fue a Juanita ser llevada por Camilo, se que ella va a estar bien cuidada.

Mi mundo está en la oscuridad, no veo nada más, a veces escucho la voz de ella pero no logro encontrarla.

Cuando me despierto veo a mi mujer abrazando a un hombre, alto, moreno.

- Juanita. - Mi voz sale muy débil al escucharme ella suelta rápido al susodicho.

- Antony... amor enserio estás despierto, Jarod dime qué no es una alucinación y que el a despertado. - Así es que se llama Jarod, pero me sorprende es la manera en que me dice amor, ya no suena tan dulce.

- Si es una alucinación ya somos dos los que la estamos viendo. - Sin decir más ella corre hacia mi.

-Amor estas despierto. - Las lágrimas salen sin parar de sus hermosos ojos, pero siento que algo no va muy bien.

- Claro que e despertado, cuánto tiempo llevo acá. - Ella no me responde porque sigue sollozando. - Tranquila amor.

- Llevas un año y medio, amor me hacías mucha falta, te amo. - El tal Jarod se acerca para examinarme - El es Jarod el médico que se a encargado de estar pendiente de ti, es mi antiguo jefe.

- Mucho gusto doctor - Le digo, pero en tono que suene bastante serio, si es que se puede decir que serio ya que ni alientos tengo de hablar.

- El gusto es mío.

Jarod termina de examinarme y me da instrucciones de que me tienen que hacer algunos exámenes para verificar mi estado físico y mental, pues el estar tanto tiempo en como no es nada bueno.

- Jarod - Lo llama mi mujer. - Por favor nadie debe de enterarse por el momento que a despertado te lo suplico. - Porque está diciendo eso, antes de salir de la habitación responde.

- Cuenta con migo Juanita nadie se enterara. - Quiero matarlo por estar abrazando a mi mujer otra vez.

Mi mujer se ve que está contenta con el, no se que pensar después de lo que ví al despertarme. Tengo que confiar en ella, vuelve a la cama junto a mi y me besa con mucha suavidad como si le fuera a romper.

- Que a pasado todo este tiempo donde están los muchachos. - Le pregunto a ella.

- Los muchachos ya les voy a avisar para que vengan y en cuanto a tu negocio todo está funcionando a las mil maravillas. - Antes de que ella continúe la interrumpo.

- Quién está manejando mi negocio.

- Yoo por supuesto, no iba a dejar a alguien más a cargo, o pensabas dejar a otra mujer a cargo.- Me entra una felicidad mi fierecilla a la cabeza de todo quiero que me cuente cómo a hecho para que la aceptarán. - O quisieras que otra persona lo hiciera tal vez Elizabeth. - O mierda ella que sabrá de Elizabeth, eso sería imposible.