Amor de Marisa por Ian. El cual es discapacitado y deberá pasar su vida en una silla de ruedas. Marisa es una joven de 22 años, que proviene de una familia humilde y trabaja como Asistente Personal de Ian Andrew.
Ian es el CEO de una Planta Fundidora, probablemente la mas grande y productiva del país.
Ian está recluido de por vida a una silla de ruedas como consecuencia de las secuelas que le dejó un accidente automovilístico en el que murieron sus Padres y su Hermana mayor.
Cuando se leyó el Testamento de su Padre, quedó perfectamente estipulado que Leticia Zambrano quedaría como Tutora legal de Ian y que ella debería ir a vivir a la Mansión Andrew y hacerse cargo ella y solo ella de administrar los bienes de Ian hasta que cumpliera los 21 años. Y en ese lapso de tiempo, de los 8 años que tenía Ian al morir su familia , hasta que Ian cumpliera los 21, Leticia Zambrano sería La CEO de la Fundidora, ya que Leticia era una persona integra y honesta. Hasta que aparece Marisa Salvatierra.
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1ER ENCUENTRO
Fiel a su costumbre, Marisa llegó temprano a la Mansión Andrew, Norma la ama de llaves, la recibió con toda amabilidad:
Bienvenida Marisa a la Mansión Andrew. Espero que siempre te sientas cómoda, como si estuvieras en tu casa. Antes que cualquier cosa, vamos a tu Departamento.
Muchas gracias Norma, eres muy amable.
Entonces vamos. Deja ahí tu equipaje, ya mando a alguien por él.
Gracias de nuevo.
Sígueme por favor Marisa.
Claro.
Al llegar al Departamento, que se encontraba en uno de los jardines laterales de la Mansión, Marisa se quedó boquiabierta, era en verdad muy bonito y se veía muy cómodo. Al entrar se pasaba a una sala amueblada de muy buen gusto con dos sillones individuales muy cómodos de color claro, el sofá de cuatro plazas del mismo tapiz de los sillones y un love seat de la misma tapicería.
Una mesa de centro de madera rústica, con un barniz oscuro que contrastaba con el tapiz de la sala, un candelabro de 20 focos, una lámpara de mesa y alfombra de color claro, todo oliendo a nuevo. En eso llegó Leticia y saludó con afecto a Marisa y le dijo a Norma que podía marcharse. Cualquier cosa que necesites Marisa solo llámame por la línea privada de la Mansión. Bienvenida nuevamente.
Gracias nuevamente Norma, eres muy linda.
Si es muy linda Norma. Hace ya 10 años que es el ama de llaves y no hemos tenido queja alguna de ella.
Pero bueno, toma la mañana para que te instales, Ian ya está en la Fundidora y va a volver a la hora de la comida. Yo también tengo que ir para allá y vuelvo junto con Ian.
De acuerdo, si no has desayunado avísale a Norma, ella se hará cargo.
Gracias Leticia, y si, me voy a instalar y guardar toda mi ropa.
De acuerdo, nos vemos a la hora de la comida.
Estaré puntual.
Leticia Zambrano salió y Marisa quedó sola, cuando entró una llamada a su Celular.
Quiero todos los detalles, dijo Alicia del otro lado de la línea.
Si claro, buenos días al menos.
Quiero detalles.
Pues mira, el Departamento es amplio, cómodo, con mucha luz, una cama matrimonial, un baño con bañera muy grande. Casi como Jacuzzi.
Todo de muy buen gusto.
No le hace falta nada.
Creo que es ideal para pasar un fin de semana contigo.
Alicia, tendrás que esperar, aún no conozco a Ian Andrew.
Debe ser muy guapo.
No lo se, ya en la noche te platico, ahora tengo mucho quehacer.
De acuerdo Hermana. Abur.
Llegó la hora de la comida y Norma tocó a la puerta, le abrí y me dijo que Leticia y Ian ya habían llegado y que ya podía pasar al comedor.
Le di las gracias, tomé las llaves y me dirijo al comedor.
Al entrar y lo primero que vi me dejó con la boca abierta.
Estaba Ian sentado a la cabecera.
Un cabello castaño oscuro lacio y bien peinado, ojos cafés, piel clara, si estuviera en pie sería como de 1.90.
Me saludó pero no lo escuché.
Ya puedes cerrar la boca Marisa, dijo Leticia riendo a carcajada.
Perdón, atiné a decir.
Pasa y toma asiento aquí enfrente de Leticia.
Si claro.
Me sentía torpe, y no podía separar la vista de el hermoso rostro de Ian.
Como te sientes Marisa, si crees que falta algo en el departamento dicelo a Leticia y ella te lo resolverá.
No, todo está bien, muchas gracias.
Me alegra.
Mientras comíamos platicamos de mi y mi familia, algo que a el le gustó es la manera tan amorosa en que me refiero a mis Padres y mi hermana.
Después del postre me dijo que me tomara el día. Mañana comenzaremos a trabajar muy temprano.
Se retiró a su habitación en su silla de ruedas y Leticia me pellizco. Contactando a Marisa. Marisa regresa a la tierra.
Eh?. Alcance a decir. Leticia volvió a reir. Tu hubieras puesto el vaso debajo de la boca.
Leticia, mira que te hago cosquillas. Si me alcanzas Ja, ja, ja.