Insaciable

Luciano le había robado un beso y marchado como si nada, ese hombre si que tenía seguridad sobre si mismo, pisaba la arrogancia

Llevo sus dedos fríos a sus labios, un escalofríos recorrió el medio de su espalda haciéndole erizar la piel

La estúpida idea de que quizás no era solo sexo recorrió su mente, seguro estaba equivocada. Probablemente quería su turno de cogerla y dejarla como ella hizo ese día

Negó con la cabeza y espero prudente hasta escucharlos salir de la tienda. Su teléfono sonó, la pantalla mostraba el nombre de Jacson

-¿China o Tailandesa?-

-Uhmm en realidad quiero mariscos-

-Me ponen fogoso y no tengo con quien enfriarme- Jacson soltó la carcajada en la línea, tan contagiosa que Anne empezó a reír con él -Hablando de fogosos... Luciano vino a la tienda-

-An porque no simplemente sales con él y ya, en plan de conocerse... Eso probaría tu autocontrol también, Charles te recomendó salir con amigos-

-Él no es mi amigo-

-Pero bien que quiere serlo, además estás soltera, una cena de vez en cuándo no hace daño-

-No sé no sé, pasa por mi para ir a comer, me muero de hambre- Anne no dijo más y colgó el teléfono, salió al mostrador a entregarle la carpeta a Caroline

-Por favor arregla eso está tarde después de almorzar, yo estimo llegar antes de cerrar, si tienes algún problema avísame-

Estuvo al rededor de 20 minutos terminando de ordenar algunos archivos en la computadora mientras esperaba a Jacson

La corneta del auto sonó y ella se dispuso a salir rápidamente. Abrió la puerta del copiloto y entro al auto para darle un beso muy animado en la mejilla

-Hola guapura de hombre que me comprará mucha comida hoy- Sonreía mostrando una expresión inocente y caprichosa

-Ya decía yo que tus besos nunca son de gratis- Arrancó marchandose en dirección al restaurante.

-Pide algo rápido, ya nos tenemos que ir- Luciano movía el pie impaciente

-Iras de nuevo a acosar a Anne o de verdad ¿Vas a trabajar?-

-Callate Alessandra- Bordeó los ojos y dejo caer el menú en la mesa, tomó un sorbo de vino y al subir la mirada sus ojos se encontraron con ella

Anne entraba al restaurante de la mano con Jacson, se veía sonriente a su lado. Pronto un pensamiento recorrió su mente (No puede ser, el es gay) negó con la cabeza y miró de nuevo hacia Alessandra cortando el contacto visual

La mesa que reservó Jacson estaba diagonal a la mesa donde Luciano comía con su hermana. Una mano fuerte palmeo en el hombro de Luciano

-¿Qué hay?- Beso la frente de Alessandra y se sentó en la silla de en medio

-Hola Marquis muack- Alessandra soplo un beso con sus labios hacia Marcos quien al ver que Luciano no se inmutó por su llegada siguió el recorrido visual encontrándose con Jacson y una pelirrojas de espalda

-No me digas que esa es...-

-Callate, no es ella-

-¿Ella quién?-

-La novia de tu hermano-

-Ah jaja ya quisiera, es la dueña de la Boutique que más me gusta pero... ¿Cómo la conoces?-

-Claro que no, es la bai...- Un golpe en la pierna de Marcos lo hizo callar

-No es nadie, comamos- Luciano miró de reojo a Marcos y suspiró

(Es demasiada casualidad... Son muy parecidas y ella no volvió más al club, quizás se cansó de esa vida) Luciano daba vueltas en su cabeza pensando en las posibilidades de si eran la misma mujer o no. De pronto sintió su estómago revuelto y asqueado, al imaginarse a ella haciéndole a otros hombres lo mismo que hizo con él. Apartó con la mano el plato y bebió un poco de vino

-Jacson... Mejor vamos a comer a otro lugar, Luciano está aquí con su hermana-

-Es el destino- Simulaba corazones con sus manos

-Ningún destino ¿Crees que al vernos juntos no sabrá que soy la bailarina del club?-

-Eso qué importa Ann...-

-Importa ¿Cómo podría ser amiga de alguien que siempre me verá como la puta del club que no se pudo coger?-

-Estas pensando mucho el asunto, no se debe ni acordar de esos bailes-

-Ajá... Escoge la comida tu, ya no tengo hambre. Saldré a fumar-

Dejó su cartera en la silla y salió al área de fumadores, por suerte estaba vacía, no tenía intenciones de lidiar con viejos babosos que empezaban a acosarla siempre que estaba sola fumando

Encendió un cigarrillo y se recostó de la pared apoyando todo su peso

-No sabía que fumabas...- reconoció la voz de Luciano al instante, esa voz tan varonil, ronca y seductora

-...

-¿De dónde conoces a Jacson?-

-Somos viejos amigos- Se encogió de hombros y continúo fumando

-Eso no responde a mi pregunta-

-No tengo que contestar tu pregunta, somos viejos amigos y ya...- Soltó la colilla del cigarrillo y cuando iba a entrar al restaurante de regreso, Luciano sujeto su antebrazo pegándola a él

-¿Por qué no te agrado?- Su corazón latía a mil por horas, le agradaba y mucho más que eso, la excitaba de solo tenerlo cerca

-No he dicho eso...- No quería verlo a los ojos, respiraba pausadamente tratando de controlar su pulso. El calor que emanaba el cuerpo de Luciano era tentador

-Siempre me contestas mal y me evades, si no es desagrado, entonces no sé que será-

Anne no respondió y él aprovechó para tocar sus labios con su mano libre, apenas rozando la comisura

-Eres muy hermosa Anne, me vuelves loco como...- Calló las palabras que seguían, no quería compararla abiertamente con la mujer del club

-¿Cómo qué o quién?-

-Como el alcohol- Sonrió de medio lado y soltó el agarre para no dejar marcas

-Salgamos de aquí, déjame compensarte el mal rato, te gustará-

Anne negó con la cabeza -No, estoy con Jacson, otro día...-

-Y yo con mi hermana y Marcos, ¿Qué importa?-

Anne dudo un poco y luego aceptó, asintió moviéndose despacio hacia atrás

-Iré por mi bolso-

-Te esperaré en la entrada-