Syra, una joven valiente y curiosa, se obsesiona con descubrir la verdad detrás de Dorian y los sucesos que lo rodean. A medida que se adentra en la historia de Dorian, Syra descubre que hay fuerzas más allá de su comprensión y que su propia vida está en peligro. Enfrentada a un enigma ancestral, Syra debe desentrañar los secretos ocultos en la mansión y enfrentarse a las sombras que amenazan con consumir su mundo.
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Capítulo 13:El Ático
Syra miró el diario mágico con curiosidad mientras leía las palabras de Dorian. "Ve al ático, hay una madera falsa. Allí encontrarás una pintura encuadrada de mí, que se mueve pero no habla. También encontrarás mi varita mágica y mi libro de hechizos".
Intrigada por las palabras de Dorian, Syra decidió seguir su consejo y dirigirse al ático de la mansión O'Brien. Subió las escaleras con cautela, sintiendo una mezcla de anticipación y nerviosismo.
Al llegar al ático, Syra buscó la madera falsa que Dorian mencionó. Después de unos momentos, encontró un panel que parecía fuera de lugar en la pared. Con cuidado, lo empujó hacia un lado, revelando un pequeño espacio oculto.
Dentro del espacio oculto, Syra encontró una pintura encuadrada de Dorian. La imagen del hombre misterioso sonreía y movía la cabeza, como si estuviera vivo en la pintura. Syra quedó asombrada por la magia que emanaba de la obra de arte.
Además de la pintura, Syra encontró la varita mágica de Dorian y su libro de hechizos, cuidadosamente colocados en una estantería cercana. La varita brillaba con un resplandor suave y el libro parecía lleno de conocimiento antiguo.
Syra sintió una mezcla de emoción y asombro al ver los objetos mágicos. Sabía que había descubierto un secreto importante sobre Dorian y su pasado. Pero también se preguntaba por qué Dorian había decidido compartir este secreto con ella.
"¿Dorian?", susurró Syra, mirando la pintura con atención. "¿Por qué me has mostrado esto? ¿Qué debo hacer con estos objetos?"
La pintura de Dorian no respondió con palabras, pero Syra sintió una sensación de calma y sabiduría emanando de ella. Parecía que Dorian quería que Syra descubriera más sobre la magia y su propio potencial.
Con determinación, Syra tomó la varita y el libro de hechizos en sus manos. Sabía que tenía mucho que aprender y explorar, y que estos objetos mágicos serían sus guías en ese viaje.
"Gracias, Dorian", susurró Syra, sintiendo la presencia reconfortante del espíritu atrapado en la pintura. "Prometo honrar tu confianza y utilizar esta magia sabiamente".
Con los objetos mágicos en su poder, Syra dejó el ático con una mezcla de emoción y gratitud. Sabía que su vida había cambiado para siempre y que ahora tenía la oportunidad de descubrir su propio potencial mágico. Con Dorian como su guía y mentor, estaba lista para embarcarse en una nueva aventura llena de magia y descubrimiento.
Mientras ella bajaba del ático escucho el llamado de su padre, ella escondió los objetos en un lugar cercano y fue hacia la mesa para cenar.
Para su sorpresa, en su asiento estaba un chico medianamente lindo, con rulos y ojos azules, cuando ella lo vio sonrió y lo saludo con la mirada.
"Hija, dejame presentarte a Ryan, tu prometido". Expreso feliz el padre, Syra miro a Ryan y sonrió.
"Un gusto, Ryan". Hablo feliz Syra, Ryan solo saludo con su cabeza hasta que recibió un pequeño golpe de su padre, se levantó con molestia y se arrodilló.
"El gusto es mío, señorita Walsh". Hablo el chico con voz grave y beso la mano de Syra.
Syra solo ríe suavemente y se deja llevar por el momento.
