El Acuerdo

Al ver a la linda chica hostin entro en modo ataque.

Paso a leo y se acercó dio suaves golpes en su espalda tratando de calmarla, cuando ella terminó de toser agradeció.

— Gracias

— De nada pequeña

Gia miro al tipo.

— ¿Sueles venir por aquí?

— Si y tú

— Acabo de llegar, ¿así que la empresa esa de la que hablan es muy pequeña?

— Si, es una pequeña miniatura da hasta lastima, está empezando aquí en la ciudad un completo fracaso.

Gia lo miro pero sus ojos iban perdiendo luz.

— Y el enorme contrato de quién era

— De una enorme empresa en el país z este proyecto nos dará una enorme ganancia.

Gia lo miro.

— Vaya y sabes cómo se llama la enorme empresa de ciudad z.

El negó

— No me importa solo que me dará una gran cantidad de dinero.

— Bien, pues yo si se cómo se llama esa empresa

— Vaya y como se llama, escucha princesa aunque no lo sepas no importa me gusta tu rostro no tienes que ponerte en vergüenza para llamar mi atención y te rescate.

ella negó.

— Esa enorme empresa se llama Magnet technology, de la hija de la mujer más rica a la que llaman la Reyna del petróleo, Amanda Martinelli y la hija se llama legeia Martinelli la dueña de la pequeña y fracasada empresa que tomo el CEO Alejandro García.

Hostin empezó a unir los puntos cuando terminó miro a la mujer.

— Cómo lo sabes

Ella extendió su mano.

— Legeia Martinelli un placer, ha y agradece que mi empresa es Profesional y no quitare el pequeño contrato con tu padre, eso que tú llamas gran contracto solo es la punta del iceberg, pero ahora tengo más claridad con quién trabajar.

Hostin miro a leo y el Asintió.

— Señorita Martinelli no tome esto en cuenta vera mi padre es bueno en lo que hace.

— Eso lo veremos, pero para una próxima dile a tu padre que haga la fila y espere turno y toque a ver si mi empresa vuelve a abrir sus puertas por qué tus palabras sin sentido se la acaban de cerrar, no insultes mi pequeña empresa me costó mucho trabajo llevarla dónde está, ahora fuera si no quieres que quite el proyecto.

Hostin miro a la mujer simplemente se iría hoy pero tenía que volver, está mujer fuerte y decidida despierta el deseo de caza de un hombre, entre más difícil más delicioso al probarlo.

El se alejo.

— Esa es mi bebé.

Ambos chocaron manos, luego miraron a los demás pero todos los miraban.

— Oye tú enserio eres la hija de la Reyna del petróleo.

Y aunque no eran ricos las redes sociales no estaban de decoración, gia asintió.

— y aunque si soy su hija, mi empresa la levanté con mi fuerza y un poco de la influencia de mi madre.

— Me estás diciendo que tenemos a una caja fuerte andante en nuestro equipo, ESO ES GENIAL.

Gia los miro.

— Cómo que soy una caja fuerte.

— Si bebé de Leo, sabes cuánto puede valer tu cabeza en este instante.

Ella empezó a reír, de hecho era verdad entonces mejor no les diría que había más de una caja fuerte, ya que los Evans tampoco eran simple.

Leo alejo a gia y Anais se quedó hablando con los chicos.

— Por cierto leo, quiero conocer a la cuñada, cuando Ale se casó no pude quedarme ya sabes pero me gustaría conocerla ahora, el hermano debe de quererla mucho.

Leo la miro sorprendido

— Gia dónde has estado todo el tiempo ¿debajo de una roca?

— No me he estado enfocando en noticias si eso quieres decir… espera que paso que yo no sé.

— Esa mujer engaño a mi hermano con su amigo, bueno ya no eran tan amigo, pero sabes que es lo peor.

— Que

— La mujer salió embarazada, el hermano sufrió mucho a veces quería que tú estuvieras ahí al menos te estaría escuchando, desde que esa mujer lo traicionó se enredo en el trabajo y su alegría se fue, ya no es tu hermano Ale aquien conociste una vez.

Gia Asintió, pero la ira aumentó.

— Si era para engañarlo para que casarse, que tan bueno tuvo que ser ese tal amigo, no me lo hubiera quitado si lo iba hacer sufrir, esa idiota, dime cómo se llamaba voy a aire a romperle la cara y a ese tipo debo mandarle a dar una lección así aprende la palabra amistad.

Leo la miro y una pequeña esperanza apareció en su mente, tal vez gia aún podía.

— Gia ¿aún te gusta mi hermano?

Ella negó.

— No, claro que no me gusta, leo eso fue antes y comprobé hoy que ya no provoca nada en mi pero si quiero que sea feliz, no lo entiendo pero no quiero verlo triste, mi mente lo recuerda el día de la boda era tan feliz y de la nada esa mujer como es que se llamaba.

— Lion.

Ella Asintió, es una lastima.

Su teléfono sonó.

— Hola.

— Dónde estás.

Gia se alejo de leo.

— No te interesa, recuerda sin meternos en la vida del otro

Leonard suspiro

— Solo dime voy a recogerte.

— No es necesario yo regreso sola.

— Legeia madre va conmigo.

Ella frunció el ceño.

— Está bien, ven a la arena de motocross la que está en la parte sur.

— Lo tengo.

La llamada se cortó.

— Que paso bebé

— Tengo que irme, verás mi prometido viene por mi.

Ambos caminaron hacia los demás

— Chicos fue un placer pero tengo que volver a ser una mujer comprometida, así que me voy, Anais vienes o te quedas.

— Me voy contigo, chicos me marcho.

— Hasta pronto Anais, recuerda

visitarnos pronto así presumimos que tenemos a una amiga linda.

— Y yo que, no solo Anais es linda.

— tú también Martinelli

— Era broma chicos.