Alguien Te Mira

¿Alguien me mira? Pregunté a mi misma hiperventilando yo miré la luz de la casa vecina encenderse, no es como que se tratara de algo sobre natural, pero se suponía que la casa estaba sola y si yo estaba siendo mirada. Mi respiración se volvía agitada casi entrando en pánico, sentí el frío de la madrugada en mi cuerpo cargaba un fino vestido de seda rojo.

Corrí a mi cuarto en busca de mi teléfono y anoté 911, fueron segundos eternos con un pitido que hacía que la llamada se sintiera más tenebrosa hasta que fui atendida

-911 me indica su emerg...

-¡Alguien me mira! Hablé agitada interrumpido a la operadora.

Llore, sentía miedo

-¡Alguien me mira! Volví arrepentir sin dejar a la operadora hablar

-Señorita respire profundo mantenga la calma, indíqueme su ubicación.

-Colinas del sur.

-¡Rápido por favor!

-Su ubicación está siendo rastreada.

-¡Por favor, rápido!

-Me indica su nombre.

-Maddi, Maddi, por favor mande a alguien dije ya presa del pánico llorando.

-¿Maddi dónde se encuentra?

-¡En mi casa!

-¿Hay un extraño en su casa?

-¡No,no! Respondí desesperada.

-En la casa vecina se han metido. La verdad no sabía si mentía o era verdad.

-Maddi ya una unida de emergencia ha sido enviada dígame ¿en qué parte de la casa se encuentra?

-En mi habitación.

-¡Perfecto manténgase en línea!

-¡Rápido, rápido por favor!

-Madi, mantenga la calma, las unidades ya están cerca ¿Comprende?

-Si,si..

-¿Maddi, te encuentras solas en casa?

-¡Oh.. demonios sí!

-Maddi, mantengase en línea, todo estará bien.

-¿Me lo prometes? pregunté con suplica evidente en mis palabras.

-¡Maddi, todo esta bien!

Los minutos se me hacían una eternidad y cada segundo mi estado era más alterado.

-¡Rápido por favor! Me deslice por la puerta de mi cuarto hasta caer al suelo.

-¡Maddi, ya las unidades están en el sitio!

-¿Maddi, debe salir?

-¡No,no!

-¡Maddi, escúchame estás segura! Las unidades ya están en el sitio.

-¡Demonios tengo mucho miedo!

-Maddi, escúchame todo está bajo control, debes salir.

-¿Maddi, hay algún extraño dentro de tu casa?

-¡Nooo.. Maldición!. Está en la casa vecina.

-Maddi, entonces debes salir. ¡Tu puedes! No, estás sola ya las unidades están en el sitio.

Me levanté abriendo la puerta el silencio era sepulcral solo se escuchaban mi sollozo llegué hasta las escaleras bajándo con tanto miedo, mi cuerpo temblaba

-¿Maddi?

-¡Ahhhhh! Grite presa del pánico al escuchar la voz de la operadora. Solté mi teléfono el cual cayó por las escaleras corrí a prisa a la salida de la casa y con mucha más fuerza cuando estuve fuera de la casa hasta llegar a la puerta principal anoté con mis manos temblorosas la clave de acceso para abrir la puerta, abrí a toda prisa y fui encandilada con luces de lo que talvez fueran linterna apuntando en mi cara. Trate de cubrir las luces con mi mano abierta en dirección a la luz.

-¿Señorita Maddisson Areyana?

-¡Si!

Quitaron las luces de mi cara.

-Soy el oficial Cesar Rangel.

Tendió su brazo pegándome al costado de su cuerpo me llevo hacia una ambulancia donde se encontraba un paramédico que me cubrió con una chaqueta...

-¿Señorita Areyana? Dijo el oficial acercándose luego de que el paramédico le hiciera seña con su mano de que podía acercarse

-¡Todo está bien! Se han revisado los alrededores y allá, señaló hacia una señora que hablaba con un oficial

-Está la dueña de la casa vecina que nos afirma que está casa se encuentra sola. Solo viene 2 veces por semana un personal encargado del mantenimiento de la casa, pero en horario diurno.

-¡Las.. Las luces se encendieron! Dije tartamudeando.

-¿Señorita Areyana, está segura de lo qué dice?.

-Si,si.

-Señorita ya se ha inspeccionado todo y no hay nadie.

-¿Entraron a la casa?

-Señorita no podemos invadir propiedad privada sin una amenaza evidente.

-Hay alguien adentró.

-No, señorita Areyana no hay nadie.

-Yo se lo que ví.

La verdad no sabía ni que había visto, pero necesitaba estar segura de que no era mi imaginación.

-¿Le hicieron algo? ¿Intentaron entrar a su casa? Pregunto mirándome a los ojos

-¡No! respondí bajando mi mirada a mis manos, coloco su mano en mi hombro.

-¿Tiene quien la acompañe por lo que queda de noche? Para que se mantenga tranquila.

-Mi teléfono cayó por las escaleras.

Sé voltio haciendo señal con sus manos y un chico alto bastante flacucho y joven se acercó tendiéndole mi teléfono, me lo entregó.

Tenía la pantalla rota, pero aún funcionaba pensé por segundo a quien llamar si el único que sabía de mi casa era Diego, optando por llamarlo me respondió rápido colapsando entre lágrimas le pedí que viniera a casa. El oficial me quitó el teléfono de las manos y le explicó a Diego lo que pasó...