Rachel Anderson una joven fisioterapeuta entusiasta, para ella no hay nada más perfecto que tener el amor que le dan tanto sus pacientes como su maravillosa familia y amigos, pero no todo en la vida es perfección. Tras el asesinato de su padre tendrá que ser mucho más fuerte de lo que es.
Pero su vida da un giro al conocer a Christian Thompson un joven magnate, dueño de las empresas Thompson Company un hombre que debido a su pasado, se vuelve frío, compulsivo pero sobre todo no cree que este echo para el amor. Pero al igual que ella toda su vida cambia y cuando menos lo piensen se enamoraran perdidamente uno del otro.
Pero…. ¿Será suficiente su amor para soportar todos los obstáculos que se les interpondrá en el camino?
Portada por: Juan Colina
NovelToon tiene autorización de Yohanny Arias Marrero para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 11
Christian
Llego la noche de la cena benéfica que todos los años mi madre organiza, desde que Emma esta con nosotros se hace más frecuente. Para ella lo es todo ayudar a esos pequeños que no cuentan con una familia, el hombre encargado de la subasta les da la bienvenida a todos los presentes y anunciando que la subasta está por comenzar.
No se porque pero siento una sensación como si alguien me observara y es cuando siento aquella corriente de nuevo por lo que alzó mi mirada y me encuentro con ella nuevamente, por lo que veo me la conseguiré más a menudo, me disculpo con el hombre y es cuando caigo en cuenta que voy justamente a su mesa, ella tampoco aparta la mirada y por alguna razón extraña me siento feliz de verla aquí.
-Buenas noches señorita Anderson no pensé verla acá. – digo y ella asiente pero me doy cuenta del hombre que está a su lado de como frunce el ceño ¿será su novio? ¿Será que le diría del beso que le di?.
-Señor Thompson lo mismo digo. – responde ella y es cuando me doy cuenta de lo hermosa que se ve, lleva un lindo vestido de color negro y el cabello recogido.
Le explico que la cena la ha organizado mi madre, puedo notar que le brillan los ojos, Dios se ve tan hermosa hasta puedo ver que tiene un leve sonrojo. Le iba a decir lo hermosa que se ve hasta que Tyler uno de mis guardaespaldas se acerca a decirme algo.
-Señor disculpe, el señor Evans me envió por usted. – Me molesto un poco ya que deseaba seguir a su lado pero si me busca es por algo.
Me disculpo con ella y le digo que disfrute de la velada, sigo a Tyler y lo noto nervioso.
-Tyler, ¿Qué pasa?. – pregunto.
-Señor, creo que es mejor que lo vea por sus propios ojos. – me dice y es cuando me alerto.
Llegamos a una pequeña sala y al abrir la puerta veo cuatro hombres de rodillas, enarco una ceja y es cuando veo a mi jefe de seguridad, señalando una mesa con diferentes armas y es cuando entiendo la gravedad del asunto.
-¿Evans, que es todo esto?.
-Señor estábamos viendo las cámaras y nos dimos cuenta de que habían algunos meseros con aptitud sospechosa, por lo que fuimos tras ellos sin que se dieran cuenta y al revisarlos encontramos diferentes armamentos. – dice y me masajeo el puente de la nariz, justamente esto hoy.
-¿Qué es lo que quieren , quién los envió?. – les pregunto pero solo uno de ellos se ríe.
-Tranquilo niño bonito, solo veníamos por dos personas, así que no te preocupes que a ti no te pasaría nada ni al resto de los que están aquí,. – dice un rubio con acento ruso.
-Entonces… ¿Por quienes venían?.
-Yo que tu no preguntaría. – Dice y me hierve la sangre que no responda lo que realmente quiero saber.
-Y yo que tu no me atrevería a meterte conmigo. – Le digo y el muestra una sonrisa de superioridad, Evans se acerca y le da una buena patada en el estomago, veo como el hombre se retuerce.
-¿Entonces… Aún no dirás nada?.-Le pregunta Evans y yo solo espero que diga algo.
-Ya he dicho que no les conviene preguntar.- dice y es cuando otro de mis guardaespaldas le dispara en la pierna a uno de los que está a su lado.
-Yo yo… Yo le diré lo que quiere saber, pero por favor no vuelva a dispararme, AAAH, joder que duele. – dice al que le han disparado.
-Te escucho.
-Veníamos por los hermanos Anderson. – dice y es cuando me viene a la mente Rachel y me imagino que el hombre a su lado es su hermano, ahora entiendo todo.
-¿Por qué?.
-Porque nos han pagado un buen billete por asesinarlos esta noche. – No se porque pero me acerque a ese hombre y le piso la pierna donde ha dado la bala.
Le hago señas a Evans le digo que llame a la policía y al detective Rodríguez para que se haga cargo de esto. Salgo corriendo de aquella habitación y me apresuro en buscar a Rachel, debo sacarla de aquí y es cuando la veo de camino al baño, le digo a Tyler que vaya por su hermano y lo ponga al tanto de la situación que yo me haré cargo de ella, asiente y se va.
Dudo unos minutos ya que no se si sea adecuado entrar así pero me decido así que abro la puerta sin tocar en estos momentos es lo que menos importa si hay o no otras mujeres, pero respiro un poco cuando la veo secando sus manos. Ella se sorprende de verme y piensa que me he equivocado de baño, si claro. Aguanto el impulso de acercarme a abrazarla y de quizás de besarla pero se que puedo asustarla así que me contengo.
-Rachel debes venir conmigo ahora mismo. – le digo y abre los ojos como plato, quizás sea porque por primera vez use su nombre o quizás por como le he hablado, pero en verdad necesito sacarla de aquí.
Ella tartamudea y pregunta el porqué, pero en estos momentos no puedo explicarle, tomo su mano y salimos de aquel baño. Veo cada punto del lugar para que nadie se dé cuenta de nuestra presencia, la llevo hasta el estacionamiento en donde Evans me espera le hago señas para que suba al auto pero parece que no confía en mi.
Le ofrezco mi mano y es un alivio cuando la toma y sube al auto, le digo a Evans que se encargue de que su hermano esté bien se lo comunica a Tyler quien está con él y le digo que nos lleve a casa y cierra la puerta.
Apenas arranca el auto comienza a preguntar el porqué la saque de la cena, solo le doy una medio explicación, si le digo que no hable directamente con su hermano como mínimo me dice que la deje bajar o si le digo lo que hicimos para que los hombres hablaran me odiaría. Así que solo le digo una parte no tan verdad de lo sucedido. Cuando le cuento todo aquello su cara de preocupación me mata pongo en puños mis manos ¿Quién quiere hacerles daño?, ella se lleva las manos a la cara y comienza a llorar y a preguntar por su madre, le aseguro de que estará bien.
Me acerco de manera cautelosa a ella y la abrazo ella no parece estar molesta por lo que he hecho lo único que hace es abrazarse más a mí, no logro descifrar lo que dice ya que lo susurra, paso mi mano por su cabello y trato de tranquilizarla a los pocos minutos puedo sentir su respiración calmada por lo que me da a entender que se ha quedado dormida.
Cuando llegamos a casa la tomó en brazos y la subo a mi habitación, le quito los tacones y los pongo a un lado cuando me voy a levantar siento su mano.
-Por favor no me dejes aquí sola. – dice de manera suplicante.
-Esta bien, solo deja que me desajuste un poco mi traje y me quedo contigo. – después de desajustar mi traje me siento a un lado de la cama.
-Gracias. – la escucho decir.
-¿Por qué ?.
-Por ayudarnos, ni siquiera nos conoces bien, y aún así decidiste ayudarnos.- le digo y me atrevo a levantar su rostro para que me mire.
-No me agradezcas además no hace falta conocer bien a alguien para ayudar. – digo y no pude evitar acercarme y darle un beso en los labios.
El cual ella corresponde y es cuando me doy cuenta de lo trastornado que he estado desde el primer momento que la vi y mucho más cuando ayer la bese, no he dejado de pensar en ella y siempre trato de hacer hasta lo imposible por salir antes de la oficina y de venirme a casa porque se que estará ella con mi hermana.
El beso se vuelve más intenso y decido cortarlo aunque no quisiera pero no se si eso le incomoda a ella.
-¿Qué me has hecho? No he podido dejar de pensar en ti Rachel.-le pregunto
-Lo mismo me pasa así como en estos momentos. – la callo volviendo a besarla.
No es un beso tierno sino uno necesitado, de esos que sientes como si hubiesen pasado años, ella lleva sus manos a mi cuello y jala mi cabello suavemente gruño ante aquello.
-Si seguimos así no creo poder parar. – le digo y veo sus mejillas sonrojadas y su piel erizada.
-Yo.... Yo lo siento pe... Pero por favor bésame – dice y con eso volvemos a besarnos coloco mis manos en su cintura la apreto subo mis manos hasta sus hombros y siento lo suave que esta su piel.
Nos acomodamos en la cama me quito la chaqueta del traje pero sin cortar el beso, llevo mis manos a su espalda y bajo el cierre del vestido me cuesta un poco pero logro bajarlo, me separó de ella y la ayudo a levantarse me mira con pasión y yo no puedo creer que pueda sentir todo aquello que no quería con esta chica, con aquella que por poco atropello y que desde ese día no sale de mis pensamientos.
Minutos después puedo ver como corre el sudor en su frente, su rostro refleja la pasión sigo besándola, creo que no me cansaría de eso de sentirla y ahora mas en la intimidad.
No dejo de admirar lo hermosa que es, quien diría que llegaríamos a esto pero por una parte siento algo de miedo ¿como es posible que yo Christian Thompson pueda sentir miedo? ¿Como es que estoy embobado con esta chica? Pero quizás es la persona que tanto estaba esperando.
Minutos después veo como esta dormida en mis brazos y me sorprendo por estar con una risa de idiota, la detallo y veo como su pecho sube y baja lentamente. Se ve tan hermosa y más por cómo la luz de la luna ilumina su rostro