Yohei huye de su país y del aplastante peso de su familia, sin saber que allí encontraría a alguien a quien amar, pero aquello de lo que escapa lo terminará encontrando.
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Capítulo 1
Reece
Ese día, salgo de clases de clases con mis amigos, hablando sobre ir a un bar más tarde.
-Lo siento, quedé con mi novia esta noche- digo, sonriendo con picardía.
-Aguafiestas- dice James.
-Deja de dar envidia hombre, yo también quiero una novia que esté atractiva y tenga unos pechos grandes- se queja Jack.
-Puerco- le dice Sophie
-Quién dice que la novia de Reece es atractiva, ¿Alguien la ha visto? Sólo la mantiene para sí mismo, así que debe ser fea- sigue James.
-No lo es, es hermosa- digo, recordando lo atractiva que es mi mujer.
- Idiota, la mantiene oculta porque no quiere que tipos como tú posen sus ojos sobre ella- le dice Sophie a Jack y luego se ponen a discutir como siempre. Ellos a diferencia de todos, vienen de la misma ciudad y escuela, así que son amigos desde antes de entrar a la Universidad. Aunque más que amigos, a veces parecen enemigos.
Me despido de ellos, cuando se separan para ir a una clase que yo no tengo. Así que vuelvo a la residencia, para bañarme y cambiarme, antes de juntarme con mi novia.
Julieta es mi novia desde hace un mes, la conocí en la cafetería donde trabajo los fines de semana, cuando ella llegó como cliente y me dejó su número al momento en que ella y su amiga se fueron. No resistí más de un día en contactarla, porque era muy atractiva y aunque era unos años mayor que yo, eso lo hacía aún mejor para mí. Aunque no podemos quedar muy seguido, ya que tiene que trabajar y yo estudiar.
-Oye Reece, llegó tu compañero de cuarto- dice una conocida que trabaja en la recepción. Cuando estás en tu tercer año, conoces a todo el mundo.
-¿De dónde dijiste que era?- pregunto, curioso. Mi anterior compañero se graduó el año pasado y he estado solo durante este mes, pero no me importa compartir.
-Es de Japón. Habla perfectamente inglés, así que no tendrán problema. Es pequeño y lindo- dice ella.
-Tendré que verlo entonces- me despido y me dirijo a mi habitación.
Allí encuentro a alguien frente a mí puerta, mirándola, pero sin llamar o entrar.
-¿Qué estás haciendo? ¿No entraras?- pregunto y sonrío para que no haya mala honda entre nosotros, nada más conocernos.
Él se asusta, pegando un pequeño saltito y se da la vuelta. Me sorprende ver unos ojos oscuros, mucho más oscuros de lo que creo haber visto alguna vez. Se ven tan profundos que el pensamiento de perderte en ellos y nunca poder escapar llena mi mente, además la inclinación en ellos es extraña, pero le queda perfectamente.
Es más que lindo. Es pequeño como dijo la recepcionista, también delgado, pero lindo es quedarse corto. Su pelo oscuro cae hermosamente sobre su frente y por alguna razón quiero tocarlo. Se ve suave. Su rostro es hermoso también.
-Soy Johei Asahi, mucho gusto- dice él, presentándose.
-Soy Reece Williams, es un gusto también- le respondo. -Soy tu compañero de cuarto- le informo, sin sacar mis ojos de él. Se remueve nervioso y sonrío por su incomodidad.
Es divertido molestarlo.
Él asiente. -Espero que nos podamos llevar bien- dice.
A continuación le muestro nuestro pequeño cuarto, que cuenta con dos camas y un par de escritorios, además de un ropero pequeño para cada uno.
-Eso es todo lo que hay. El baño está después de esa puerta, tenemos que compartirlo- digo, recogiendo algunas cosas esparcidas por su lado del cuarto. Estaba conciente de que tendría un nuevo compañero desde hace un par de días, pero nadie sabía cuándo es que llegaría. -¿Ese es tu único equipaje?- pregunto, señalando a la única maleta que trae con él.
-Sí- responde.
-Es poco- comento.
-Compraré lo que haga falta aquí- dice simplemente, como si no fuera problema.
-Tendrás que comprar sábanas y ropa de cama por ahora- digo, señalando el colchón sin nada sobre él, ya que es algo que debemos traer por nuestra cuenta.
Él mira como si fuera la primera vez que se da cuenta de este hecho. Luego me mira totalmente perdido. -¿Sabes dónde se compran esas cosas?- pregunta, como si no tuviera idea.
Quizá es un problema de cultura, pero me parece que es un tipo que nunca ha pisado una tienda.
Su ropa es cara también. Él lleva una chaqueta delgada sobre una playera. Unos pantalones y zapatos que parecen hechos a la medida.
Parece que toda su ropa lo es.
Él me mira avergonzado y sonrío, gustándome sus cambios de expresión, sutiles, pero distintivos.
-No puedo ayudarte hoy porque tengo una cita con mi novia, pero mañana después de clases te llevaré a comprar las cosas que necesites- prometo. -Por ahora duerme en mi cama y revisa y utiliza todo lo que quieras- digo, luego me voy al baño, ya que si sigo hablando con él, llegaré tarde.
Me baño rápido y salgo utilizando solo una toalla en mis caderas. Lo encuentro sacando las cosas de su maleta y poniéndolas ordenadamente en su ropero y escritorio.
Cuando salgo, me mira y ve que estoy casi desnudo, así que inmediatamente después, mira hacia otro lado. Divertido.
Dejo caer mi toalla y me pongo los boxers, sólo para molestarlo un poco más. Supongo que los japoneses son tímidos, aunque había escuchado que tenían por costumbre tener baños públicos.
Me pongo los pantalones y lo encuentro mirando mi abdomen.
-Genial ¿no?- digo, refiriéndome a lo marcado que están mis músculos. Me costó mucho tiempo de ejercicio para llegar a estar así. -¿Quieres tocar?- pregunto, acercándome a él.
-No creo que…
-No seas tímido, es algo que solemos hacer entre hombres para comparar músculos- digo, aunque nunca dejaría que James o Jack me tocaran. Tomo su mano y la pongo sobre mi six pack. -Tranquilo hombre, tocarse aquí no significa nada- sigo, pero su mano es suave contra mi piel y con su mirada en mí, estoy empezando a excitarme. Bajo un poco su mano más cerca del borde de mi pantalón y un escalofrío me recorre, así que suelto su mano y me alejo rápidamente. -Se acabó la demostración, si llego tarde mi novia me matará- Me pongo el resto de la ropa, sin mirarlo.
Supongo que si te tocan te empezarás a excitar, no importa de quién sea esa mano. Decido.
-Duerme libremente en mi cama, está limpia. Probablemente no volveré esta noche- le digo, porque por lo general, mi novia renta un cuarto de hotel para que pasemos la noche cuando quedamos. -Nos vemos.
-Nos vemos- escucho de parte de Yohei