Cap 2

Ari.- Hola peque, llegaste justo a tiempo.

Teo.- Ahhh!!! Siii!!! pero mírame, estoy sudado, así como podría estar lindo (haciendo pucheros)

Ari.- Ten, toma mi pañuelo, ya sabía que esto pasaría. Además, tú siempre te ves lindo no importa la situación. (al decir esto un leve sonrojo apareció en las mejillas de Ari)

Teo.- Tu siempre tan lindo conmigo, por eso te quiero.

Sofí.- Teo, Ari, vamos apúrense, necesito ir a ver esos zapatos que me encantaron. No quiero que nadie me los gane.

Ninguno de los dos se dio cuenta cuando ella llego, estaban sorprendidos, pero ya se habían

acostumbrado a sus apariciones repentinas.

Teo.- Pero yo tengo hambre.( mostrando un lindo puchero en su rostro)

A pesar de ser el mayor de los tres, él, por ser Omega era el más tierno, además de ser mas pequeño por eso mismo los otros dos chicos siempre lo consentían y protegían.

Ari.- Si yo también tengo hambre, que les parece si vamos primero a desayunar algo rico y después a comprar y ver tiendas, así tenemos más energía porque sabemos que Sofí nos va a traer de arriba para abajo.

Ari dijo eso ya que sabia que por salir corriendo de casa Teo no había podido desayunar, siempre pasaba lo mismo. Se preocupaba mucho por Teo, pero no lo quería demostrar abiertamente o eso pensaba él.

Sofí.- Claro que no, bueno puede que sí. (dice sonriendo como si fuera una niña chiquita)

Ari.- Que vamos a comer

Sofí y Teo se voltearon a ver y después de unos segundos gritan al mismo tiempo.

Sofí y Teo.- Crepas!!!!!!!!!!!!

Los tres amigos comienzan a reír, y se dirigen a un pequeño restaurant de crepas que se encuentra en la plaza.

Mesero.- * Que lindo chico sus ojos son hermosos*(El mesero estaba viendo a Teo) Buenas tardes, sean bienvenidos, mesa para tres?

Sofi.- Si, en el área de no fumar por favor y si se puede en la terraza.

Mesero.- Claro será un placer, por aquí por favor.

Ella se había dado cuenta de las miradas del mesero, por lo cual se puso mas seria y tomo a Teo para ponerlo entre ella y Ari, el por su parte no se había dado cuenta de nada y siguió viendo el pequeño restaurant como si nada estuviera pasando a su alrededor.

El mesero los guió a su mesa, dejo el menú y se retiró.

Teo.- Que van a comer!!! Yo no se que quiero, se me antoja todo, esto es una tortura, todo se ve delicioso. Dulce o Salado, Dulce o Salado. Ahhhh por favor que alguien me ayude.

Ari.- Mmmmm podrían ser ambos ¿???

Sofí.- si ambos. Yo también pediré ambos, igual podemos pedir diferentes combinaciones y compartir.

Teo.- Perfecto, así será a y un cappuccino. Me encanta que con ustedes puedo comer todo lo que se me antoje.

Ari.- Que sean dos cappuccionos.

Sofí.- Mejor que sean tres.

Hicieron si pedido y minutos después su comida estaba sobre la mesa. Desayunaron felices, platicaban, reían, disfrutaban su comida.

Ari.- ok, a quien le toca.

Sofí y Ari se voltean a ver.

Teo.- Creo que a mí, Ari pago la última vez cuando fuimos a la comida Italiana.

Sofí.- Ok, entonces creo que a mi me tocara la próxima vez.

Teo levanta la mano y llama al mesero. Pago la cuenta y los tres salieron rumbo a la tienda de Zapatos ya que sofí los arrastro sin piedad.

Después de una larga tarde de compras, en la que solo Sofí gastaba y gastaba dinero, Teo y Ari estaban cansados, no sabían cómo esa chica podía ir corriendo de un lado a otro con los altos tacones que traía sin siquiera mostrar signos de estar cansada. Cuando se lo preguntaban ella siempre respondía.

Sofí.- años y años de experiencia, la belleza cuesta saben.

Así pasaron toda la mañana, ya por la tarde decidieron ir al cine.

Ari.- Ok, Teo pago el desayuno, yo pago las palomitas en lo que ustedes van por las entradas.

Ellos eran siempre de esa manera, los tres salían siempre juntos, se divertían compraban y comían de todo lo que se les antojara y siempre se dividían los gastos, los desayunos o comidas se las iban rolando cada salida le tocaba a uno diferente pagar, no importaba el monto, aunque Sofí y Ari

intencionalmente le dejaban las cuentas mas pequeñas a Teo, siempre lo cuidaban y consentían.

En cuanto a los demás gastos de lo que se les pudiera antojar lo dividían entre los 3 por igual o uno de ellos siempre ponía de más.

Eran cerca de las 9 de la noche cuando decidieron que era hora de regresar a sus casas, los 3 tomaron su transporte, sus salidas siempre eran de todo el día, y siempre terminaban cansados pero felices.

Teo.- Mamá, estoy en casa, (dijo Teo entrando en la habitación de sus padres y aventándose en la cama con ellos)

Papa de Teo.- Que bueno que llegaste.

Mama de Teo.- Como te fue hijo.

Teo.- Muy cansado sofí es una loca cuando se trata de hacer compras.

Ambos padres se ríen del comentario de su hijo, saben cómo es la relación de los 3 chicos y saben que son muy buenos amigos para Teo, Teo por su parte esta muy cansado así que se despide de sus padres toma una ducha para relajarse y se va a su habitación.

Teo.- * Estoy muerto, en verdad no se como Sofí puede andar tanto con esos tacones, yo me puse tenis y no aguanto los pies*

Se avienta en su cama y saca una pequeña cajita que siempre conserva en el buró cerca de su cama, en allá tiene un encendedor plateado con algunos grabados en su contorno, aunque Teo no fuma, el guarda ese encendedor como si de un tesoro se tratara, ya que este le pertenece a la persona que mas ha amado en todo el mundo, pero también es la persona que más daño le hizo, gira el encendedor y mira la muy conocida inscripción que tiene en él, pasa su dedo sobre ella como si con eso se pudiera tatuar la inscripción en su piel y llevarla con el cómo un sello, una protección, un recuerdo de que el aun existe a pesar de no estar a su lado “S y T”.

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