Rechazo

Sam.- Teo, porque haces esto, estábamos bien hasta ahora.

Teo.- Estábamos bien, pero yo quiero más, quiero llamarte mío, mi Alfa y yo quiero ser tu Omega.

Teo seguía sosteniendo la caja de regalo, Sam no sabia si tomarla o no, la vio un instante, estaba envuelto en papel de regalo, este ocultaba el costoso regalo, por lo que Sam no se percato del contenido

Sam.- Teo, me tengo que ir, lo intente, en verdad lo intente, pero…..no puedo, en verdad lo siento, no volvamos a vernos más.

Teo.- *JA, lo sabía* Esta bien, aun así, gracias por esos maravillosos momentos que vivimos juntos, toma llévatelo, es tuyo, lo compre pensando en ti, tal vez no sea mucho, pero si es con todo mi corazón.

Al decir estas palabras coloco la caja en las manos de Sam y sus ojos se comenzaron a nublar, las lágrimas estaban a punto de salir, pero las contuvo lo más que pudo, forzó una sonrisa, dio media vuelta y se fue, no quería hacerlo sentir mal, porque a pesar de todo él lo amaba. Sam alcanzo a Teo, y le devolvió la pequeña caja.

Sam.- no lo puedo aceptar, discúlpame.

Teo tomo de regreso el regalo, no podía forzar a Sam a aceptarlo por lo que lo metió de regreso en su mochila y se marcho sin decir nada, así acabo todo entre ellos, la historia de amor tan hermosa que Teo se había formado en su cabeza solo tuvo un desastroso final, Sam no lo quería como él lo

hacía, Sam no lo valoraba como él lo hacía, al final solo fue un juguete más, como vulgarmente dicen solo un agujero más en su cinturón.

Llamada

** Teo.- Mamá, por favor cancela los planes que teníamos para el viernes, no me preguntes porque, no ahora, por favor

**Ana.- Teo, cuando quieras hablar sabes que aquí estaré hijo.

**Teo.- Gracias mamá.

Fin de la llamada

Teo estaba devastado, saco la caja de su mochila, le quito el papel de regalo y apareció el estuche de piel con el logo de la tienda de su tío, miro nuevamente el contenido y ahí estaba el hermoso encendedor con la inscripción “S y T”, paso su dedo sobre él, había estado tan feliz al elegir el regalo, aun recordaba la emoción que sintió al comprarlo, pero esta ya había desaparecido, quedando solo un rastro de amargura, el Teo que todos conocían estaba cayendo al abismo, tomo

la caja y la arrojo a la basura.

Una chica a lo lejos lo observo, al principio no lo había reconocido del todo, pero al acercarse lo vio

claramente, era el, el chico que salvo su pellejo y su empleo, el sobrino de su jefe, pero que estaba haciendo, se quedo en shock un momento, en serio tiro a la basura el encendedor que costaba mas de 45 mil pesos, no lo podía creer.

Se apresuro a llegar al bote donde momentos antes estaba Teo, miro a su alrededor para percatarse de que no había nadie observando y saco el estuche, estaba un poco sucio, pero se podía limpiar, decidió que lo guardaría y se lo regresaría cuando el estuviera un poco mas tranquilo, tal vez solo lo tiro en un arrebato, pero estaba segura que él lo querría de vuelta en algún momento.

Momentos después tocaron el timbre para comenzar las clases, para la mala suerte de Teo le tocaba la primer clase con Sam, tenía que actuar normal, no podía permitir que sus calificaciones bajaran por su culpa, no permitiría que su vida se viera afectada, no más, sus objetivos eran claros, debía ser el primero, debía llegar mas lejos que todos, todo para poder cumplir las expectativas de su padre y las suyas mismas y así poder guiar a su empresa al mejor puesto, tenía que lograr todo eso para que su empresa fuera la N°1 de la ciudad y no permitiría que Sam destruyera su sueño.

Decirlo y hacerlo son cosas muy diferentes, claro, pero inesperadamente llego una persona que ayudaría a Teo a superar esta primera prueba.

Maestro.- Hola Chicos, buenos días, el día de hoy les voy a presentar una nueva alumna, se cambio de una escuela de chicas de la ciudad N y está aquí hoy para continuar sus estudios con nosotros.

En eso entro Paola, Teo la vio y la reconoció al instante, era la chica que trabajaba con su tío, debía advertirle que no dijera nada sobre el y sus amigos y la relación con su tío Roger, debía mantener ahora mas que nunca su identidad en bajo perfil.

Paola se percató de su mirada y se sentó junto a Teo, algo que el agradeció ya que así le evitaba la fatiga de tener que buscarla en el receso de la clase.

Paola.- Hola mi héroe. No sabía que te encontraría en esta escuela, me da mucho gusto volver a verte.

Teo.- jajajaj no soy tu héroe, y también me da gusto verte de nuevo.

Paola.- Claro que sí, me salvaste el pellejo, y mi empleo, eso te convierte en mi héroe.

Teo.- Ok, Ok no seas tan dramática, solo dime Teo vale.

Paola.- Vale, tu me puedes llamar Pao.

Teo.- Perfecto Pao, bueno ahora que nos conocemos formalmente, debo pedirte un favor, tal vez te suene extraño, pero es muy necesario.

Pao.- Claro, dime Teo que necesitas.

Teo.- Por favor, no le digas a nadie de mi relación con el tío Roger, ni de que tengo dinero, por favor, todos aquí saben que tengo un empleo normal con un salario normal, y no quiero tener que explicar nada a nadie.

Pao.- No te preocupes Teo, mi boca es una tumba y no saldrá palabra alguna.

Teo.- Muchas gracias Pao, en serio lo aprecio.

Esta interacción no había pasado desapercibida por un Alfa que se veía un tanto molesto, se estaba haciendo ideas en su cabeza muy equivocadas sobre ellos dos, y quería intervenir, jalar a Teo y decirle a esa chica que no se acercara que ese Omega era suyo, cuando de pronto el maestro volvió a hablar.

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