Horas después, mucho despues de su pendiente con el Duque y su secreta y escurridiza visita a la princesa dormida, Aryed estaba en el campo de entrenamiento, con los ojos fijos en una espada de madera y unas ojeras notables. Incluso su rostro se veía demacrado.
— ¿Te encuentras bien Aryed?
Rupert le preguntó a Aryed, quien solo observaba cómo todos allí entrañaban con esfuerzo a la fuerte luz del sol de medio día.
— Lo estoy.
— No lo parece.
— Pero lo estoy.
— Si, si lo que digas. Espero pongas los pies en la tierra, llevas más de treinta minutos mirando el mismo lugar.
¿Oh?
¿Tanto tiempo?
Quizás había perdido la noción del tiempo, pero Aryed era consciente de que estaba en el mismo lugar en donde había aparecido con la pequeña princesa dos días antes. Y quizás le traía cierta curiosidad ese hecho.
— No molestes.
Respondió, finalmente apartando la mirada del arbusto detrás de él.
— ¿Seguro?
— Vete a la mierda.
Robert soltó una carcajada ante la queja y el fastidio notable en el menor. Era gracioso observar tales comportamientos provenientes de un noble.
Inconscientemente, Robert fijo su mirada en Adeus, quien estaba entrenando pero se había detenido, el ruido proveniente de su espada chocando ya no se escuchaba, y ese hecho había llamado su atención, y la mirada del castaño estaba estancada en el lugar de donde había desaparecido la princesa dos días atrás.
El camino al palacio Intouth, el lugar en donde vivía la princesa y debería estar descansando.
Tal vez él aún se sentía culpable, pero había sido una situación muy inesperada que se había salido de sus manos.
Inesperadamente, el crujir de una rama resonó como un estallido en todo ese lugar, que estaba siempre escandaloso guardó silencio, tanto que le puso los pelos de punta y le preocupó radicalmente.
— Adeus…?
Robert preguntó al hombre que estaba tenso en su situación.
Pero nuevamente se escuchó el crujir de una rama y muchos pasos increíblemente escandalosos a sus oídos.
— ¿Oh?..¡!
— ¡Adeus! ¡Estoy bien!
Una pequeña ella vocecita tan conocida en ese lugar gritó fuertemente, y corrió hasta la persona cercana a su lugar, Adeus, quien emocionado también corrió hacia ella, e inevitablemente se arrodilló a su altura.
— ¿Princesa? ¿Princesa se encuentra bien?
— ¡Lo estoy!
— ¿Realmente lo está?
— ¡Realmente lo estoy!, ¡Eh dormido lo suficiente!
Meredith sonrió de oreja a oreja, ¡Se sentía increíblemente enérgica! Podría correr una maratón y seguir con suficiente energía como para jugar mucho tiempo más.
— Me preocupo mucho cuando desapareció.
Hablo Adeus con los ojos llorosos, su rostro era gracioso de ver pero la razón por la que ponía tal expresión no.
— Lo siento, quería ayudarte pero me perdí.
Meredith volvió a sonreír, siendo levantada en los brazos de Adeus y observando de igual forma el rostro también lloroso de Robert, e incluso, más de uno en ese lugar.
— ¡Eh!
¿Por qué había tanta conmoción en ese lugar solo por su desaparición momentánea.
E incluso, podía ver como unos otros se consolaban y otros solo preguntaban al aire si se encontraba bien, cosa que había repetido que si lo estaba.
Pero era raro, en la novela original. Meredith Hockey no tenía una buena relación con los caballeros del Ducado, llegando a ser tan mala que nunca se asignó un caballero para su seguridad.
Aunque claro, también era cierto que la joven princesa nunca había salido del palacio Intouth. Ni siquiera para reunirse con su familia.
A pesar de que Meredith era un personaje de apoyo para la protagonista y esencial para el desarrollo de la misma sus apariciones eran cortas y no hablaban mucho de ella. Más allá de que causaba daños a Melody cada que se acercaba o el profundo odio que sentía todo el imperio hacia ella debido a su reputación de maldita.
Pero ella había cambiado eso.
Era graciosa la idea de que ella había cambiado el rumbo mínimo de la historia, y más allá de si traía consecuencias ahora tenía más personas a su alrededor que la Meredith original.
Y era agradable.
Inevitablemente sonrió fuertemente en los brazos de Adeus, sintiendo la cálida sensación que se hospedaba en su pecho, al ser consciente de las personas que tenía a su alrededor.
Que se preocupaban por ella.
Y más allá de eso, la mirada penetrante que daba la sensación que penetraba su espalda y causaba un agujero. Misma mirada que había ignorado y ahora le causaba nerviosismo.
Curiosa, por saber a qué persona le pertenecía dicha mirada, Meredith giró suavemente su cabeza, donde la sensación se intensificaba y le causaba incomodidad.
Observando el cabello castaño brillante ante los rayos del sol y los ojos verde esmeralda que incluso en la oscuridad causaban un brillo distintivo.
En sus recuerdos antes de caer en su profunda pesadilla reconocía vagamente al villano de esa historia.
Y obviamente a su asesino.
Aryed Bailey.
El hombre bendecido por el Diablo y maldecido por Dios.
Era increíble que en una escena fuera de la novela original ya se haya encontrado con uno de los pretendientes de Melody. El Duque y escudo del imperio.
Y más allá de eso.
El Az bajo la manga del emperador.
El terror del templo.
Y la persona más temida por cualquier noble y aristócrata del imperio.
Quien moriría a la corta edad de 24 años. Justo después de asesinarla.
La sola presencia de aquel niño le ponía los pelos de punta, ¿Como un hombre como ese podría asesinarla en el futuro? Aunque a decir verdad, era una clase de Karma, el la había asesinado a la edad de 17 años, antes de su mayoría de edad, antes de recibir la bendición del templo. Antes de ser presentada correctamente a la sociedad.
A diferencia de su persona de apoyo, Aryed era remarcado en la historia como un personaje esencial, que había contribuido de una manera descomunal al imperio, e incluso se ganó el favor del joven emperador al mando. Elevando su posición y estatus.
Pero aún así le habían dado una muerte tan humillante.
Al silencio humillante, Meredith no se había fijado en su mirada fría y cortante al joven Duque, quien también mantenía la vista fija en sus ojos, conectándolos.
— ¿Princesa?
— ¡Oh! Quiero bajar.
Respondio Meredith desprevenida, queriendo acercarse al villano frente a sus ojos. A aquel personaje que la hizo llorar en su vida pasada y que la mataría futuramente.
Pero, ¿Qué pasaría si ella se gana el favor del villano?
¿Qué pasaría si el villano nunca conoce a Melody Hockey?
¿Qué pasaría si Aryed no fuera capaz de levantar su espada frente a ella?
Ella se ganaría su favor.
Ella evitaría a toda costa que se enamorara de Melody.
Y más allá de eso, ella seria capaz de enfrentarse al personaje más fuerte de la novela, sería capaz de derrotarlo, y de ser necesario.
Sería capaz de matarlo.
Eso haría.
Meredith Hockey, el personaje extra que moriría por su hermana sería capaz de salir de las garras del destino que significaba estar en esa novela.
Haría todo lo posible por escapar de la muerte.
E incluso, viviría como una persona sana.
Viviría felizmente.
Siendo bajada de los brazos de Adeus. Meredith caminó lentamente a la figura alejada del niño castaño. Que la seguía observando fijamente.
— ¿No dijiste quién eres verdad?
Pregunto amablemente, observando la figura que le pasaba por una cabeza, increíblemente hermoso, era notable que se encontraban en una novela.
— Soy Aryed Bailey, princesa, futuro heredero de la casa Bailey.
Contestó socarrón, observándo la bonita Aura rosada que danzaba en paz a su alrededor. Le causaba gran satisfacción observar aquella tez tan pura vivir equilibradamente alrededor de una persona que estaba siendo consumida.
— Es un placer conocerlo, Joven Duque.
Se presentó formalmente, practicando la postura que siempre hacían las doncellas en su presencia.
— Mi nombre es Meredith Hockey. Por favor cuide de mí en el futuro.
— ¿Por qué debería cuidar de ti?
Preguntó Aryed desconcertado. La princesa se estaba comportando de una manera extraña, a juzgar por la vez que la observó en el bosque, pudo ser consciente de que era una niña asustadiza, como todas las demás, pero en ese momento estaba actuando extraño.
— Me gustaría instruirme en el manejo de espada en el futuro, así que por favor, enséñeme todo lo necesario.
Hizo una reverencia.
Causando alboroto en todo el campo.
Y el rostro de Odela que palideció parecía querer desmayarse.
¿Qué había dicho la princesa?
.
.
Editado
**Atte: **Amelie Ross.
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Updated 82 Episodes
Comments
Liliana Barros
Va por buen camino 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
2025-03-12
1
dimamita 09
ú
2022-10-08
1
FABIOLA BEATRIZ PINO PINO
Me gusta tu historia gracias 😍
2022-08-11
0