Capítulo 1. Desde el principio

...Hola mis amores 😘🥰 ahora si, con mucho amor la historia de Sabrina 😉...

...¡Ah! Sí. En "Isabel 2, Siempre a tu lado" Nos quedamos donde Sabrina tiene unos 5 años...

Comencemos 😁😘

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- Mami Lu, mami Lu ¿Estoy bonita? --Sabrina le pregunta con una gran sonrisa a Lucía, mientras gira para mostrarle su lindo vestido nuevo--

- ¿Bonita? No mi amor ¡Estás hermosísima! --dice Lucía aprieta con cariño su pequeña nariz y la sube a sus piernas--

- Mami Lu, vamos a lastimar a mi hermanito, bajame, bajame... --decía inquieta, mientras Lucía sonrie y le da un beso en su mejilla--

- Mi princesa, tu hermano se acomoda para que no lo lastimes... --dice Lucía mientras acaricia su barriga y Sabrina hace lo mismo, pega su oído para tratar de escuchar desde ese punto a su hermano--

- ¿Hermanito, estás bien? --dice y acaricia, siente un movimiento-- Mami Lu, me dijo que sí --dice con su hermosa sonrisa--

- Te dije mi amor que él está bien y muy feliz de tener una hermana adorable...

- ¿Mis amores ya están listas? --dice Jhon Santiago desde la puerta de la habitación--

- Sí, amor estamos listas.

Esa mañana como cada año en el aniversario del fallecimiento de Nicole, ellos van a visitar su "nueva residencia", especialmente ese día le llevaron flores blancas y en la tarde hacían la misa por su descanso eterno... Siempre hacían una reunión íntima...

Lucía lleno de mucho amor y cariño a Sabrina sin querer usurpar el lugar de Nicole, aunque por obvias razones Sabrina no tenía o mejor dicho no sentía esa sensación de abandono y de extrañar a su madre biológica, ya que no tuvo la oportunidad de compartir parte de su vida con ella.

En el colegio donde estudiaba Sabrina, ese día celebrarían el día de las madres y Lucía asistiría como su representante, los niños muy emocionados empezaban a hacer sus poesías o discursos para las madres, cuando era el turno de Sabrina, ambas estaban muy nerviosas y emocionadas...

- Madres adoradas, que dan todo por ver nuestras sonrisas --Lucía miraba a su hija con los ojos aguados y Sabrina bastante segura de lo que hacía, esta era la primera vez que Lucía no la ayudó con la tarea-- En este día tan especial quiero regalarte una flor --decía con su hermosa sonrisa, mostrando que empezó a mudar sus dientes y a repartir las flores, mientras iba hablando-- con mucho cariño y amor, hoy quiero verte feliz porque nosotros, sus hijos las queremos. --todos los presentes empezaron a aplaudir, pero cuando Sabrina llegó al frente de Lucía, ella le sonrió-- Yo tengo dos hermosas madres --acaricio la mejilla de Lucía-- ¡Bueno! La verdad tengo 5 más --todos se empezaron a reír y murmurar, por la soltura y naturaleza como hablaba la niña-- porque tengo a mi abuela Isabel, las tías Marcia, Jhoana, Astrid, Nohemí, Marta --decía mientras iba contando-- No son 7 más porque falta la tía Ivian.

- Sabrina, mi niña dile tu discurso a tu mami. --le dijo con cariño su maestra--

- ¡Ah! Sí, si disculpen, pero si tengo 7 madres más --dijo con su hermosa sonrisa y los presentes la acompañaron en la risa-- Hoy es un día muy especial, es el día de las madres, yo tengo a mi mami Nicole que está en el cielo y a mi mami Lu, aquí en la tierra y las quiero --todos la miraban un poco extraño, pues no sabían eso-- Mami Lu, eres como... como ¿Cómo es maestra? --le preguntó a su maestra, ella se sonrie y le responde--

- Tu hada madrina.

- Sí, Mi mami Lu --dice mientras la toma de las manos-- eres mi hada madrina, porque me das amor y me cumples mis deseos, como este --mientras acaricia la barriga de Lucía-- Es mi hermanito --dice con emoción-- Gracias, te quiero con el corazón --dice mientras sacó de su bolsillo una tarjeta en forma de corazón se la entrega y le da un beso, Lucía no cabía de la emoción-- Tengo a la mejor mami del mundo.

- Tú eres un gran regalo en mi vida, te amo mi princesa...

Una tarde Sabrina estaba con Lucía en la cocina haciendo unas galletas, cuando de pronto a Lucía empezó a sentir las primeras contracciones, ella se recostó del mesón de la cocina...

- Mami Lu, ya sonó hay que sacar las galletas.

- Sí, mi amor voy --pero cuando Lucía trato de dar el paso sintió otra contracción un poco más fuerte, empezó a respirar como aprendió en su curso-- Hija, por favor llama a tu papá. --dice recostada de la pared y respirando un poco más rápido--

- Mami ¿Te sientes mal?

- Mi princesa creo que tu hermano ya te quiere conocer --le dice con una pequeña sonrisa--

- ¿Qué? --Sabrina salió corriendo a buscar a su padre en la habitación, mientras pegaba gritos-- Papi, papi mi hermanito ya va a nacer. --ella gritaba emocionada--

- ¿Qué? --dice Jhon Santiago al asomarse en la puerta-- Mi amor ¿Te sientes bien? --dice al llegar al lado de Lucía en cuestión de pocos segundos--

- Creo que el dolor es normal, pero la verdad es que me duele mucho la espalda y la entrepierna, pero estoy tranquila...

Unas horas más tarde ya estaba toda la familia emocionada dándole la bienvenida al nuevo miembro de la familia Jhoan Alexander Villanueva Salcedo, un bebé que nació por parto natural, peso 3,78 Kg y midió 53 Cm. Lucía estaba cansada, pero muy feliz de ver y abrazar a su bebé. Desde que sospecho de su embarazo soñaba con ese momento, pero a la vez también sentía miedo...

- Mira mi princesa, ahora si puedes conocer a tu hermano.

- Mami Lu es muy pequeño --besa su frente-- ¿Lo puedo cargar?

- Siéntate que papá te va a ayudar. --su papá tomó al bebé y se lo colocó en las piernas, Sabrina estaba muy emocionada, acariciaba con cuidado la carita de su hermano--

- Papi yo puedo dormir con él para cuidarlo --decía con su gran sonrisa--

- Está muy pequeño, princesa tal vez cuando esté un poco más grande.

- ¿Promesa?

- Promesa.

Los días fueron pasando, cada día a Sabrina se le ocurría algo nuevo. La relación con sus padres era muy buena, pues ella no sintió ese descarte familiar por la llegada del nuevo bebé, más bien se unieron más. Sabrina estaba un poco molesta porque sus padres no la dejaban dormir con su hermano y un día decidieron dormir todos en la misma cama, solo para complacer a la princesa de la casa.

- Hermanito, yo te cuidaré toda la noche. Duerme bien, te quiero mucho --decía Sabrina mientras acaricia la carita de Jhoan; Lucía y Jhon Santiago la miraban con ternura, hasta que Sabrina se quedó dormida abrazando a su pequeño hermano--

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