Capítulo 11. El regreso...

Jhoana se abrazó muy fuerte a su esposo, una lágrima de felicidad corrió por su mejilla.

- Gracias a Dios. Maximiliano nuestro hijo y nuestra sobrina ya van a volver.

- Sí, mi amor --él le beso la coronilla de la cabeza--

- Mamá ya rescataron a mis sobrinos --dice bastante emocionada Astrid--

- Sí, me siento un poco aliviada de saber eso, espero con ansias verlos y abrazar a mis nietos.

- Ya todo esto término, gracias mi Dios --dice Lucia abrazada a su esposo--

- Si mi amor, se terminó. Ahora ya quiero ver a mi hija y a mi sobrino, esto fue una horrible pesadilla.

En la mansión Villanueva se respira otro aire, ahora todos están esperando el regreso de sus niños, están muy felices de saber que ya están fuera de peligro, pero a la vez están preocupados por las secuelas psicológicas que puedan tener sus hijos por la experiencia vivida...

🎙Fred cuéntanos ¿Como están? --le dice Jhon Santiago por la radio--

🎙Estamos bien. --todos escuchan atentos--

🎙Quiero escuchar a mi hija y a mi sobrino.

🎙Por supuesto señor.

🎙Papá, papito estamos bien, gracias a Fred y por supuesto que a su equipo.

🎙Hija de mi vida que bueno escucharte. ¿Cómo está Axel, queremos escucharlo?

🎙Esta asustado... No quiere hablar.

🎙Axel, Axel mi amor soy mamá --Jhoana no podía contener las lágrimas, Axel al escuchar que ella le hablaba quería decir algo, pero no le salían las palabras y se puso a llorar--

🎙Tía, él está un poco...

🎙Hijo mío, hijo de mi corazón. Axel tu papá, tu hermano y yo te estamos esperando. Te amo, ya no tengas miedo.

🎙Mami te quiero. --fue lo único que Axel le pudo decir a su mamá--

🎙Yo te amo mucho más, papá y tu hermano también te aman, ya queremos abrazarte.

🎙Tia, Axel está muy sentimental.

Jackson, Esteban y sus equipos llegaron ya cuando el equipo de Fred estaba dándole los primeros auxilios a los heridos, pero ellos no sobrevivieron, la femenina que estaba en el equipo de Fred tomó a la bebé en sus brazos y luego de una larga batalla logró calmarla y dormirla. Por obvias razones tuvieron que dar parte a la policía de lo sucedido. Los pocos vecinos estaban alrededor impresionados por todo lo sucedido. La policía y la ambulancia no tardaron mucho en llegar.

- Señores les recuerdo que no pueden salir de la ciudad. --decía el oficial--

- No se preocupe señor oficial, estaremos a la orden. --respondió Jackson-- Gracias.

- Señor Jackson, la bebé se la va a llevar la policía hasta que aparezca algún familiar.

- Entiendo. --responde Jackson-- ¿Fred como te sientes? --Fred tiene un desgarre muscular en su pierna izquierda--

- Estoy bien, gracias. Señor Jackson. Yo no quise matarlo, pero el le disparó a Axel, usted sabe que mi deber es cuidar la vida de mis jefes.

- Lo sé perfectamente, yo también hubiese hecho lo mismo por protegerlos.

- Los niños Axel y Max son los ojos de la señora Jhoana...

- ¿Sabes? A Jhoana la conozco desde antes de nacer --Jackson se sonríe-- siempre a sido una persona muy amable, cariñosa, centrada y ahora con su propia familia es muy sobre protectora; por eso fue que no te dejo por fuera de su personal de seguridad cuando se casó.

- La señora Jhoana siempre ha sido buena jefa.

- Ella confía plenamente en ti. Siempre la has cuidado muy bien desde jovencita, luego cuando se casó con el señor Maximiliano no te dejo ir, después se embarazó del niño Max, luego llegó Axel a sus vidas y tú siempre has estado allí con y para ellos. Ellos te aprecian mucho.

- Los señores Relish me han ayudado mucho, primero la señora y luego el señor cuando se casaron, gracias a ellos tengo a mi familia en mejores condiciones...

En el mismo lugar, pero en una ambulancia están atendiendo con los primeros auxilios a los primos, él no se quiere separar de Sabrina y ella está un poco más tranquila al ver a todo el equipo de Seguridad de su abuelo...

- ¿Sabrina te duele mucho?

- Ya no me duele tanto. ¿Tú como estas?

- Tenías mucha sangre. --dice mientras le toca con cuidado el brazo herido--

- Solo fue un rasguño.

- Tu pie...

- ¡Ah! Por unos días tendré que descansar. Ya pronto vamos a regresar a casa con nuestros padres.

- Ellos no son mis papás --dice Axel con gran tristeza--

- Claro que si son tus padres.

- Ese hombre dijo que ellos me recogieron del basurero...

- Axel --ella lo abrazo-- No vuelvas a decir eso, la tía Jhoana y el tío Maximiliano te quieren mucho, no vuelvas a decir que te recogieron del basurero.

- Pero...

- ¡Shhhh! Ese hombre no sabe lo que dijo. Te quiero mucho --ella besa su frente--

En la mansión Villanueva todos han visto la hora en la pared muchas veces, tanto así que sienten que el reloj no sirve. Jackson ya pasó todo el reporte y ellos esperan con ansias a sus hijos, caminan de un lado a otro, Jhoana no se despega de la ventana mirando hacia el portón principal. Ya es bastante tarde en la madrugada, nadie en esa casa se quiso ir a dormir a excepción de los más pequeños.

Jhoana ve que el portón eléctrico se empieza a abrir, una luz de auto y cuando comienzan a ingresar las camionetas, automáticamente ella sale corriendo a la puerta principal para recibir a sus niños, Maximiliano así como el resto de la familia llegan a su lado, apenas se están estacionando y ella siente que en algún momento su corazón se le va a salir de su pecho. Abren las puertas y cuando todos se encuentran, primero las llorosas miradas y luego los abrazos, Axel no quiere soltar la mano de Sabrina porque ahora se siente muy extraño, ella no puede caminar muy bien y su padre corre a abrazarla, al igual que Jhoana corre por su hijo al cual abrazo muy fuerte y lo llena de besos...

- Mi amor, mi vida no sabes cuanto te extrañe. --Maximiliano llega a su lado y lo carga para llenarlo de besos--

- Hijo mío. Gracias a Dios ya estas de regreso. Te quiero mucho abrazó se abrazó fuerte a sus padres mientras lloraba--

- Ya todo paso, mi amor. --le decía Jhoana al besar su espalda, sus brazos-- Estoy feliz de tenerte aquí con nosotros.

Luego fue el turno de cada quien por abrazar y besar a Sabrina y a Axel; por fin esa noche podrán descansar ya sabiendo que sus hijos estsn con ellos. Jhon Santiago, Lucia, Jhoana y Maximiliano no se quisieron despegar de sus hijos así que cada pareja durmió con su respectivo hijo; minutos antes las madres los ayudaron a bañar y a cambiarse de ropa para dormir, les dieron un té con un somnífero que les recetó el doctor para que ellos pudieran descansar.

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