Capítulo 5. El cuento...

Sabrina sabe perfectamente que esto no es un juego de niños, está bastante asustada, pero no tanto por ella sino por su pequeño primo Axel, quien a duras penas sé quedó dormido sin soltar la mano de Sabrina, pues ella sé las ingenio para contarle una historia donde los personajes principales eran ellos es la situación que están viviendo en ese preciso momento; ya era bastante tarde y no les dieron nada de comer ni beber, pero ella sabe que las personas que los tienen en ese lugar no son tan tontos como para dejar que se enfermen o lo peor, que se mueran de hambre...

- Érase una vez unos primos que se quieren mucho estaban en una fiesta celebrando el cumpleaños de una buena amiga...

- Sabrina ¿Cómo nosotros? --decía recostado de ella--

- Si Axel, como nosotros.

- Pero ahora estamos aquí encerrados.

- ¡Axel! Escucha esta historia que es muy bonita, no me interrumpas. ¿Bueno?

- Pero si los primos van a estar como tú y yo...

- No te preocupes, ya verás que ellos tienen un final feliz.

- Está bien, te escucho.

- Axel, te decía que estaban en el cumpleaños y luego unos hombres muy grandes se los llevaron y los tienen encerrados en un cuarto oscuro sin nada de comida...

- ¿Sabrina, es nuestra historia?

- Si, es nuestra historia

- ¿En tu historia los padres encuentran a sus hijos?

- Si, los encuentran muy rápido... Nuestros padres nos están buscando, no te preocupes. Papá y el tío Maximiliano nos están buscando por todos lados.

- Mejor sigue con la historia, quiero saber cómo los encuentran.

- Ok, te decía que tenían a los niños sin nada de comida --ella le iba contando mientras acaricia su carita-- Bueno así lo tuvieron todo el día y en la noche, ellos tenían hambre...

- Yo también --dijo Axel a sobar su barriguita que estaba sonando, ella tenía por costumbre llevar consigo unas barritas nutritivas de avena o galletas caseras--

- Toma, Axel come esta barrita te ayudará a calmar un poco tu gruñente estómago.

- Gracias y tu.

- Yo tengo otra, pero come tú primero, si aún tienes hambre le doy la otra.

- Papá dice que no es de caballeros comer y dejar a las damas viendo, así que comeremos este junto.

- Esta bien, tu ganas --le dijo con su hermosa sonrisa--

- Cuando salgamos de aquí te invitaré a una rica comida.

- Ok, acepto.

- Sabrina, eres muy bonita.

- Gracias caballero, usted también es muy guapo.

- Sabrina te prometo que cuando sea más grande, te llevare a una cena... Así como papá le invita a mamá en el jardín.

- ¿Y como es?

- Ellos bailan, el la cuida mucho, no suelta su mano, la comida es muy rica, tienen velas y están solos...

- ¡Que lindos! Si, los tíos se quieren mucho... Entonces es una promesa, cuando estés un poco más grande tendremos esa cena.

- Sabrina, continúa con la historia, a los niños aún no los encuentran...

- ¡Ah! Si, bueno esa noche cenaron barritas nutritivas que el tenía en el bolsillo de su pantalón...

- Pero tú me las diste...

- Pero en nuestra historia es diferente, tú me las diste porque yo tenía mucha hambre --le dice ella mientras le guiñe el ojo--

- Bueno, esta bien... Sigue --Axel se vuelve a recortar en la pierna de ella--

- Ok, ellos se quedaron dormidos juntitos uno al lado del otro tomados de las manos, pues así se sentían seguros, él protegía a su prima como si fuera su princesa, al día siguiente cuando los hombres abrieron la puerta, él... --ella se dio cuenta de que Axel ya sé había quedado dormido-- Él fue muy valiente, todo un caballero de armadura... Como en los cuentos de hadas, pero esto no es ningún cuento y mucho menos de hadas... Mami Nicole por favor ayúdame, se que siempre estas a mi lado, especialmente no me dejes sola en esto... --Sabrina sé recosto sin soltar la mano de Axel y pronto se quedó dormida--

En la casa de la familia Paredes, lugar donde se realizaba la fiesta de cumpleaños, aún estaba todo el cordón se seguridad de la familia Villanueva...

- ¿Fred cuéntame, que tenemos?

- Señor Jackson ¿Cuando llegó? --Fred estaba emocionado de ver a su jefe, pero a la vez se sentía nervioso-- Asdrúbal, tiempo en verlo --se saludan con un apretón de manos, que los jefes de seguridad del señor Jhon y de la señora Isabel estén en la ciudad, eso tan solo quiere decir que, los grandes jefes vinieron--

- Fred, muchacho ¿Como piensas que no estaríamos aquí ayudándolos con esto?

- Es que, como usted no está en la ciudad.

- No estaba hijo, ahora vamos a revisar con detalle todo lo que tienen.

- Si, por supuesto. --Fred le empezó a mostrar todo y sus deducciones, Fred admira al señor Jackson desde sus inicios en esta profesión, pues Jackson no es cualquier jefe, él enseña y te ayuda, te guía y cuando tiene que regañar o felicitar lo hace, es muy servicial, pero más que todo es excelente en su trabajo, por eso es que tiene tantos años con el Señor Jhon Villanueva--

- Muy bien, sigamos este patrón, según la información que me pediste...

Ellos pasaron toda la noche y la madrugada trabajando, buscando y siguiendo pistas, los equipos no dejaron de moverse por toda la ciudad. Jhoana por muy obvias razones ella estaba bastante asustada no podía pegar el ojo, Maximiliano y Jhon Santiago no salían de la habitación donde estaban manejando todo el procedimiento de rescate. Lucia estaba dormida por efectos del calmante y el resto de la familia cuidaban a los niños mientras estaban al pendiente de cualquier noticia.

En la mañana Sabrina despertó por el muy agradable olor a comida y el sonido de los pájaros, ella abrió los ojos y los pocos rayos de sol entraban por el pequeño orificio, vio que en la mesita había comida, frutas, jugo, leche y hasta café con leche. Axel también se despertó...

- Buenos días Sabrina.

- Buenos días Axel.

- Pensé que era un sueño, pero estamos aquí encerrados.

- Mira no estés triste, yo estoy contigo... Anoche te quedaste dormido y no escuchaste la parte de la historia que dice "al despertar, ellos tenían mucha comida en su Mesa" --dice con su hermosa sonrisa mientras le señala--

- ¡Oh! Esa parte se hizo realidad --sus ojitos brillaron-- Ahorita me puedes contar, cuando ellos regresen a casa, para cerrar mis ojos y que se haga realidad.

- Si, pero después de comer.

Ella sabia que eso estaba un poco lejos de la realidad, pero no imposible pues su padre no descansará hasta encontrarlos, ella rogaba en su interior salir de ese lugar lo más pronto posible y compartir el resto de su vida con su familia.

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