Las compañeras de celda de Sofía no dejaban de molestarla, pero ella no se defendía ni nada. No tenía deseos de discutir y menos por babosadas.
¿De verdad no te piensas defender?, ¿vas a dejar que estas mujeres te sigan acosando?, dijo una de las reas que estaban allí, a ella tampoco le gustaban los pleitos.
Eso a ti no te importa métete en tus asuntos, dijo Sofía con mal carácter.
Uy, eso me saco por querer charlar contigo.
¿Y quién te dijo a ti que quiero charlar con alguien?, no necesito a nadie, déjame en paz.
Pues entonces que te maten, ¿sabes que yo tengo el poder de defenderte si me da la gana?, insistió la rea.
Pues úsalo para defenderte a ti misma que buena falta te hace.
Una lluvia de carcajadas se oyó en todo el lugar, lo que hizo que sintiera que le ardía la cara.
Ustedes de qué se ríen, dijo la rea al borde de la histeria.
Eso te pasa por querer ayudar a las reas peligrosas, dijo otra de las prisioneras.
Todas querían hablar al mismo tiempo. Se hizo un barullo total que la celadora llegó a poner orden.
¿Qué está pasando aquí?, vayan todas a sus celdas.
Sin dejar de reír todas obedecieron.
Ya en su celda la rea habló con su grupo.
Hay que darle una lección a esa asesina. A mí nadie me humilla sin recibir su castigo.
Pues tú nomás dinos qué quieres que hagamos.
Sofía no les prestaba atención a nadie, la verdad no le importaba vivir o morir. Ella seguía dibujando en sus hojas de máquina que le habían proporcionado ahí mismo.
No se daba a notar, pero Adelaida, la rea, no soportaba que la ignoraran y estaba decidida a vengarse.
Dos días después, Sofía estaba dibujando en su celda cuando entraron varias reas del grupo de Adelaida.
Sin que ella pudiera defenderse la golpearon entre todas, dejándola casi muerta.
Una de las celadoras mandó a cada una a una celda de castigo; ahí se van a quedar tres días, casi matan a su compañera.
Debimos de haberla matado, humilló a nuestra compañera delante de todas nosotras.
Tomar la justicia en sus manos no es legal. Ya deberían de saberlo. Por algo están aquí.
Ojalá se muera, porque si no, nosotras nos encargaremos de que así sea.
Tengan cuidado, no me provoquen porque podrían pasar el resto de sus días aquí, dijo la celadora, ella no tenía "pelos en la lengua".
Las dejó ahí y fue a ver a Sofía.
Sofía estaba muy malherida. Pero estable. A ella la agarraron por sorpresa, ni tiempo le dieron para defenderse.
Afortunadamente, no pasó a mayores, le dijo la doctora a la celadora. Se recuperará. ¿Pues qué pasó?, preguntó a la celadora.
Ajustes de cuentas según parece.
Pues deben de ser muy caras porque casi la matan.
Ya sabes como se las gastan estas mujeres.
Sofía en su cama de hospital de cárcel, estaba maquinando la idea de vengarse de esas mujeres. Ya las conocía bien. Ella también podía ser peligrosa.
"Ya verán estas hijas de la chin..., ni crean que esto se quedará así", pensó Sofía.
A Sofía todas las reas le temían, pero al grupo de Adelaida le gustaba desafiar a las demás. Les encantaba la adrenalina. Siempre estaban creando problemas.
Ya habían visto que una periodista estaba muy interesada en ella, hasta creían que ella estaba pensando sacarla de ahí.
Pero antes de que eso suceda la mataremos. Primero muerta que libre, ¿estamos todas de acuerdo?
Las cinco mujeres dijeron a través de las rejas: ¡Sí!
Estas mujeres eran muy peligrosas, y no querían que Sofía saliera libre. La iban a agarrar de su chivo expiatorio.
O como se dice vulgarmente: "de su puerquito".
Al día siguiente, Sofía ya estaba en su celda, no estaba del todo bien, pero la doctora no veía el caso de tenerla ahí. La recuperación la haría en su celda.
Espero que no causes problemas, no les sigas la corriente a esas mujeres. O también a ti te meteré a una celda de castigo.
Sofía observó a la celadora sin ninguna expresión en la cara.
La celadora la dejó sola.
Sofía se puso a recordar todo lo que había pasado. Alexa no se había tomado la molestia de visitarla. Y a su abogado tampoco lo había visto.
De todos modos ella ya estaba resignada a permanecer en esa cárcel el resto de su vida. Nadie la sacaría de ahí. Ese era su destino.
Lo que había hecho no era nada gracioso, y merecía estar ahí de por vida.
Así que no le importaría despacharse a otro humano más.
Pronto se quedó dormida.
En sus sueños veía a sus padres pidiendo clemencia, ellos no se podían defender, los resultados de la autopsia revelaron que aún estaban vivos cuando los destazó.
Fue un acto sin piedad, demasiado cruel para ser sus padres.
Sofía no se midió para cometer su crimen.
Veía cómo ellos trataban de defenderse. Eso la llenó de horror, y se despertó muy agitada.
Mirando despavorida para todos lados, pero no había nadie más que ella.
Pero al voltear hacia la pequeña ventana de rejas, creyó ver a su padre señalándola con el dedo huesudo.
Por primera vez en su vida el miedo le recorrió el cuerpo, ya no sabía si era un sueño o era real lo que estaba viendo.
Ella sabía que sus padres estaban muertos porque ella misma los había matado, pero entonces, ¿por qué los estaba viendo a través de la ventana de la cárcel?
Sudaba copiosamente cuando se despertó, sobresaltada por lo que creía ver.
Observando a su alrededor se dio cuenta de que no había nada, "solo fue un mal sueño", pensó.
Sin embargo, ya no pudo dormir y se la pasó en vela el resto de la noche.
Nadie venía a consolarla, su madre siempre prefirió a Alexa por encima de ella. Nunca tuvo una caricia. Su madre siempre demostraba que la preferida era Alexa.
"Te lo merecías, madre, debí matarla a ella también para que te haga compañía".
"Si la llego a ver te la mandaré para allá donde estés".
Ya tenía la mente predispuesta a hacer lo que pensaba. Si se le presentaba la oportunidad, lo hará. De eso no tenía ninguna duda.
Ya nada le importaba.
"De todos modos no saldré de aquí", pensó.
Se quedó quieta en su cama, el sueño llegó reparador, ya no tuvo pesadillas.
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Comments
Lourdes Castañeda
hola, una pregunta en un principio, se dijo ue su hermana se llamaba gema, porque a su mamá le gustaban mucho las joyas y ahora se llama Alexa, está todo bien. gracias por la atención.
2025-04-08
2
Elizabeth Yepez
entonces sí fue ella los que los mató
2025-03-31
1