La declaración de Sofía, continuación...

A mí me dolía mucho el rechazo y las burlas de mis padres y hermana. Pero no puse hacer nada. Conforme fueron pasando los años, yo me sentía más enferma de odio. No soportaba la manera en que nos comparaban a mí y a Alexa. Que si ella era más hermosa, que si más delgada, etc.

Yo siempre soñé que mis padres me amaban, pero eran solo eso, sueños. Sueños que jamás serán una realidad.

Ellos nunca me amaron, incluso creo que mi madre estaba pensando en el aborto, no lo llevó a cabo porque los doctores le dijeron que eso no era posible. Hoy en día me siento como una rata maloliente, de esas que salen de las alcantarillas. Así me hacían sentir ellos.

Empecé muy chica a trabajar porque ellos no me daban ni un quinto, por eso cuando tenía 25 ya era una experta en moda femenina sin haber estudiado nada. Así fue como me fui ganando la vida. Siempre ahorrando para no tener que pedirles nada a mis padres. Yo a mis 25 años era totalmente independiente. Únicamente vivía con ellos porque aún no me alcanzaba para una casa, o al menos un depa barato. Yo no les pedía nada, al contrario, ellos me quitaban dinero para los servicios. Y yo, por no pelear se los daba. En cambio, a mi hermana no le pedían ni un solo centavo. Quesque porque ella sí aportaba sin que nadie se lo pidiera, cosa que era totalmente falso. Alexa se la pasaba de fiesta en fiesta, todo lo que ganaba en una semana lo despilfarraba en un día, y, adivinen, ¿quién pagaba los platos rotos?

A mí me cobraban hasta la risa. Era insoportable vivir con ellos.

Alexa con sus 26 años no hacía nada por ganarse la vida, mis padres le daban todo.

Recuerdo bien que ese día mis padres estaban discutiendo porque yo les debía algo de dinero de un préstamo que me hicieron.

Mi madre le decía que me diera tiempo para pagarle al fin y al cabo estaba aquí y no me pensaba cambiarme de casa, pero mi padre le decía que eso no era posible y que yo tenía que pagar a como diera lugar.

En ese momento Alexa se había subido a su cuarto.

Mis padres gritaban como locos, mi padre se acercó a mí y empezó a gritarme que le pagara su maldito dinero.

Yo no pude evitar molestarme por los gritos incesantes que me aventaba mi padre, entonces agarré lo primero que encontré y le asesté un golpe en pleno rostro. Y lo seguí golpeando con una sartén.

Mi madre gritaba que lo dejara y se acercó a mí amenazante, pero también a ella le di con el sartén, le pegué varias veces.

Cuando me di cuenta que los había matado (o al menos eso creía ella) el mundo se me nubló y caí desmayada.

Cuando desperté ellos no estaban y había mucha sangre por todo el piso.

En eso llegó Alexa y me dijo que ella me iba a ayudar, pero yo le dije que se fuera que ella no tenía nada que ver, yo fui la culpable de todo.

Lo único que no recuerdo es que yo los haya destazado y echado en esas bolsas eso sí, no le voy a mentir, no me acuerdo de nada de eso.

De todos modos es obvio que yo los maté no me acuerdo de eso, pero sí, yo los destacé y los eché en esas bolsas ya no tengo más nada que declarar.

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Alison se quedó perpleja por la declaración. "Si ella dice que no se acuerda de haberlos destazado, entonces no fue ella, fue su hermana", pensó ella.

"Tal vez no estaban muertos y Alexa terminó por matarlos y destazarlos".

"Sí, eso debió haber pasado".

"Alexa aprovechó para terminar el trabajo que dejó a medias Sofía, así la metían a la cárcel y ella se quedaría con toda la herencia".

"Todo esto le cayó como anillo al dedo".

.

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Al día siguiente Alison platicaba con Igor.

Amor, perdóname por haber llegado tarde ayer. Estaba muy consternada por la declaración que hizo Sofía. Ahora más que nunca estoy segura de que ella es inocente y la voy a ayudar a salir de la cárcel. Cueste lo que me cueste lo haré.

 Vaya, pones mucho énfasis, así pusieras énfasis cuando me ves, jajaja...

Ay, mi amor, no digas eso. Tú eres lo más importante en mi vida. Solo que estoy muy atareada tratando de encontrar la verdad de Sofía.

Amor, deja que el abogado que contrataste se encargue de todo eso. Puede que tengas razón, pero no eres tú la que tiene que aclarar esas cosas sino el abogado y el detective que contrataste.

Yo lo sé amor, pero esto es más fuerte que yo.

Está bien, dejemos ese tema por la paz, ¿quieres que cenemos juntos, o quieres que me vaya a dormir y luego ceno yo solo?

Perdóname, mi amor, de verdad, quiero que comamos los dos juntos.

Menos mal porque ya está todo servido en la mesa.

Pues ándale porque tengo mucha hambre.

Igor abrazó a Alison y juntos llegaron al comedor.

La ayudó a sentarse en la silla y luego se sentó él, la comida ya estaba servida y todo listo para comer.

Todo era un verdadero banquete, Alison comió saboreando cada bocado.

Después de degustar toda la comida, entre los dos se pusieron a asear la cocina.

Al terminar se fueron a sentar a la terraza en las mecedoras cómodas que allí tenían.

Ahí duraron un buen rato platicando de cosas triviales.

Por un momento, Alison se olvidó de la declaración de Sofía.

Igor tenía el poder de transmitirle mucha paz.

Y otras cositas que prefiero no mencionar.

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