Que se vaya al diablo

Gerardo Noriega estaba muy molesto porque Alison no se había presentado a trabajar.

¿Pues qué se habrá creído esta mujer?, ¿que puede faltar cuando quiera?

Le habló a Sheila por el interfono.

Preséntate en mi despacho de inmediato.

Dígame, señor.

¿Sabes por qué no ha venido Alison?

Bueno, yo supongo que está preparando su reportaje.

Pues más le vale que así sea, de lo contrario, no llegará al mes aquí.

Dele chanza, patrón, ella es una periodista muy competente.

Era, en tiempo pasado. Si siguen así las cosas voy a tener que hacer un reajuste.

Alison está haciendo todo lo posible.

Pues quiero que haga lo posible y lo imposible también, no para eso está ganando una buena cantidad de dinero.

Sheila se quedó pensativa, "¿una buena cantidad de dinero?, pero si muy apenas nos alcanza para lo más indispensable, viejo codo". "Nada me daría más gusto que ver a Alison renunciar a este maldito periódico".

Es todo puedes retirarte. Tú te encargarás de darle la noticia a Alison.

Sheila salió sin decir nada más.

Los compañeros más cercanos le hicieron bulla.

¿A poco ya se van a ir las dos, jajaja?, dijo Uriel al ver la cara de Sheila sumamente molesta.

No te metas en lo que no te importa, Uriel. Quiero que sepas que todos estamos en la cuerda floja. ¿Por qué no se afanan en buscar unos buenos reportajes en vez de estar ahí de metiches?

Uy uy uy uy andas de malas por lo que veo, es lo que intentamos hacer, pero no encontramos nada bueno para traer aquí.

Pues si Alison se pone buza va a traer el mejor reportaje y con eso el periódico se va a elevar al 100%.

Pues nosotros pensamos que Alison es la mejor de este periódico y se lo merece. Ojalá pueda traer ese reportaje.

Mientras tanto, ustedes se ponen a trabajar y dejen de andar chismeando, ¿de acuerdo?

Sí, jefa, dijeron todos casi de inmediato.

El resto de la tarde transcurrió sin más incidentes.

A la hora de salida Sheila optó por ir a ver a Alison.

Cuando llegó tocó a la puerta suavemente.

Igor abrió, iba solo con un short sin playera, se veía atractivo.

Sheila tragó saliva, se puso nerviosa, bu... buenas tardes, dijo. Soy Sheila, la jefa de Alison.

Sí, te conozco, ya te he visto en varias ocasiones, pero no hemos cruzado palabras.

Pásale, enseguida le hablo.

Igor fue hasta la recámara. Estaba acostada en lo que él preparaba la comida.

Amor, aquí está tu jefa.

¿Sheila?

¿Tienes otra jefa?

Por supuesto que no, lo que quise decir es que está haciendo aquí.

¿Vas a bajar o le digo que suba?

Sí, por favor, dile que suba estoy muy cansada.

Bueno, le diré que suba y mientras terminaré la comida.

Sí, mi amor, gracias. Y, por favor, ponte una camisa, no quiero que mi amiga se vaya a enamorar de ti.

Y luego dices que yo soy el tóxico, jajaja...

Igor bajó y cinco minutos después Sheila estaba en su cuarto.

Hola, flojonasa. ¿Por qué no has ido a trabajar? Tu jefe está muy molesto.

Qué bueno que me lo dijiste, estaba tan preocupada.

Alison, ¿qué te pasa, por qué últimamente estás a la defensiva, te sientes mal?

Lo que pasa que ya estoy harta de que me quieran hacer como su monigote. ¿Cuándo se van a dar cuenta de que todavía tengo vida social?

Pues espero que hayas faltado al trabajo porque estás preparando tu reportaje, de otra manera estás al borde del abismo. Tu trabajo pende de un hilo.

¿Cuántas veces me has dicho lo mismo? A mí no me interesa, la verdad si me quieren correr córranme, pero de una vez; ya estoy harta de tanto mugrero.

Bueno, tampoco es para que te pongas así. Alison, yo no quiero ser mala, pero mi jefe me trae pinta, ya no lo soporto.

No creo que seas la única.

Lo sé, pero debemos seguir ahí por nuestro propio beneficio.

"Tal vez muy pronto les dé una sorpresa", pensó Alison.

¿En qué piensas?, le preguntó Sheila.

Nada importante, ¿te quedas a comer?

¿No te importa?

Claro que no, le diré a Igor que ponga otro cubierto.

Al poco rato ya estaban todos reunidos en el comedor.

Se pueden servir que tengan buen provecho, dijo Igor.

Estaban comiendo tranquilamente.

Entonces, ¿qué le digo a Gerardo?, preguntó Sheila como si hablara para sí misma.

Dile que se vaya al diablo.

Está bien, de tu parte.

Se pusieron a platicar durante un buen rato y luego Sheila se despidió.

Espero verte mañana en el periódico y de ahí te vas al reclusorio.

De acuerdo, mañana ahí estaré. Ya me siento mejor.

Pues eso espero, no te arriesgues a que Gerardo te corra.

Que se atreva el muy zopenco.

Bueno, Alison, me voy y recuerda que antes que tu jefa soy tu amiga.

Gracias, lo sé.

Ambas mujeres se despidieron.

¿Ya se fue tu amiga?, ¿ya me puedo quitar la camisa?

Claro que sí, mi amor, y gracias por portarte a la altura de las circunstancias.

No quiero ni pensar en el día de mañana.

Amor, no te preocupes, yo sé que lo harás bien, pero en todo caso si no quieres ir no vayas nadie te va a obligar a hacer lo que no quieras.

Gracias, mi amor. Eres muy comprensivo.

Yo soy todo lo que quieras que sea.

Por eso me gustas tanto y te amo.

¿Qué tanto me amas?

De aquí a la luna y de regreso.

Y yo te amo mucho más que eso.

Pues demuéstramelo, mi amor. Ya fue mucha palabrería, ¿no se te hace?

Sin decir nada, Igor la tomó en sus brazos, entre besos y caricias le fue quitando la ropa hasta dejarla completamente desnuda.

Así fue como empezaron con el ritual del amor.

Más populares

Comments

Elizabeth Yepez

Elizabeth Yepez

Alisson no fue a trabajar por qué está cansada de tanto hacer el ritual del amor

2025-03-11

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play