¿Prueba superada?

La música seguía envolviendo la habitación con su ritmo lento y provocador, y yo me movía con ella.

Mis caderas se balanceaban de forma calculada, mis manos recorrían mi cuerpo con una suavidad que no se sentía natural, pero que estaba aprendiendo a fingir. Incliné la cabeza hacia un lado, dejando que mi cabello cayera sobre mi hombro mientras arqueaba la espalda con un movimiento lento, sintiendo mi respiración controlada subir y bajar.

Y entonces, nuestros ojos se encontraron. Su mirada me atravesó como un maldito rayo. Oscura, hambrienta.

Me mordí el labio sin pensarlo y giré sobre mis pies, deslizándome hasta el suelo en una apertura de piernas que sabía que se veía bien. Me incorporé con una ondulación lenta de mi torso, dejando que mi cuerpo hiciera el trabajo mientras mi mente gritaba que esto no estaba bien.

Pero Vincent no veía mi incomodidad, él solo veía lo que quería ver.

Me acerqué al escritorio con pasos lentos, me apoyé en él con una mano y curvé mi espalda mientras mi otra mano recorría mi cuello, mi clavícula, mi vientre. Todo medido, todo calculado. Cada mirada fugaz, cada leve mordida de labios, todo era parte del juego.

Pero lo que no calculé… Fue su reacción.

Lo vi moverse en su asiento, su respiración cada vez más pesada. Sus dedos crispados sobre el reposabrazos, su mirada quemándome como si quisiera devorarme ahí mismo.

Y entonces, lo hizo. Con un simple gesto de su dedo, me indicó que me acercara. Sentí un nudo en el estómago. Mi cuerpo quería quedarse en su sitio, pero mi mente sabía que dudar no era una opción. Así que respiré hondo y caminé hacia él con un contoneo que ya salía automático.

No aparté los ojos de los suyos ni un segundo y cuando quedé justo frente a él, no supe qué hacer. Pero Vincent sí. En un movimiento rápido, tomó mi muñeca y tiró de mí, haciéndome caer sobre su regazo.

—Ah… —solté un leve jadeo de sorpresa.

Mi respiración se cortó cuando sentí la dureza en su pantalón presionando contra mi trasero. Mi cuerpo se puso tenso, pero no me moví. Su mano seguía sujetando mi muñeca con firmeza, mientras la otra se deslizaba lentamente por mi muslo desnudo.

—Lo has hecho bien, Sienna —murmuró, su voz más ronca de lo normal.

Sentí mi piel arder bajo su tacto. Cerré los labios con fuerza, intentando ignorar el escalofrío que recorrió mi espalda.

—Puedo mejorar… —murmuré sin pensar.

¿Por qué dije eso? Vincent soltó una leve risa, baja, peligrosa.

—Estoy seguro de ello.

Su mano subió un poco más por mi muslo y me estremecí.

No. No puedo dejar que me controle así. Tomé aire y me obligué a hablar.

—¿Puedo levantarme? —pregunté, tratando de que mi voz sonara firme, aunque por dentro sentía que el aire me faltaba.

Vincent me miró fijamente, como si estuviera decidiendo si soltarme o seguir jugando conmigo. Y entonces, sin soltar mi muñeca, se inclinó hasta quedar peligrosamente cerca de mi oído.

—¿Por qué? ¿Te incomodo?

Su aliento caliente me rozó la piel y un escalofrío me recorrió la espalda. Apreté los dientes con fuerza.

—No. Pero no creo que esto sea parte de la prueba.

Soltó una risa baja, esa risa suya que siempre sonaba como si supiera algo que yo no.

—Oh, Sienna… aquí todo es una prueba.

Y con esas palabras, me soltó la muñeca, pero no dejó que me moviera de su regazo.

—Lo hiciste bien —dijo con esa calma suya que me sacaba de quicio—, pero cometiste errores.

Fruncí el ceño, molesta.

—¿Errores?

Asintió, con su expresión de siempre, esa cara de “yo sé todo y tú no sabes nada”.

—Nunca debes dudar. Si un cliente te llama, te acercas. No te quedas ahí esperando instrucciones. Tomas la iniciativa… a menos que el cliente prefiera lo contrario.

Parpadeé, confundida.

—¿Lo contrario?

Vincent inclinó la cabeza con una leve sonrisa.

—Algunos hombres quieren dominar te. Otros quieren que los dominen a ellos. Depende del tipo de fantasía que tengan. Y tú debes saber cómo descubrirlo.

Un escalofrío me recorrió la espalda.

—¿Y si no quiero descubrirlo?

Él sonrió, pero esa sonrisa no tenía nada de amable.

—Aquí no se trata de lo que quieres. Se trata de lo que debes hacer.

Apreté los dientes con fuerza, sintiendo cómo la rabia se me acumulaba en la garganta.

—Mientras estés en el escenario del club, nadie podrá tocarte —continuó, ignorando completamente mi enojo—. Solo podrán mirar.

Desvié la mirada, sin responder.

—Pero si un cliente te elige para un baile privado… —hizo una pausa, y su voz bajó un tono, casi en un susurro— entonces todo cambia.

Sentí su mano en mi muslo, cálida, quemándome como si me estuviera marcando la piel. Ya había terminado con su discurso, así que intenté de nuevo.

—Entonces… ¿puedo levantarme?

Vincent sonrió.

—Puedes. Pero quiero algo a cambio.

Mi cuerpo entero se puso alerta.

—¿Algo?

—Sí.

—¿Qué demonios podrías querer de mí, si ya me has quitado todo? —solté, sin filtro, con veneno en la voz.

Vincent rió bajo, sin inmutarse.

—Solo quiero una cosa.

Tragué saliva.

—¿Qué cosa?

—Un beso.

Mi corazón se detuvo por un segundo.

—¿Qué?

—Lo que oíste. Dame un beso y te dejaré ir.

Negué con la cabeza.

—No.

Vincent arqueó una ceja.

—¿No?

—Debe haber otra cosa.

—Solo quiero tus labios.

Sentí la piel arder.

—De momento —añadió, con esa voz grave suya que me ponía los pelos de punta.

Mi respiración se descontroló. No quería hacerlo. Pero tampoco quería seguir sentada en su regazo, sintiéndolo contra mí.

Así que respiré hondo y dejé de pensar. Me acerqué y presioné mis labios contra los suyos, rápido, sin darle más significado del que ya tenía.

Vincent, por supuesto, no iba a conformarse con eso. En cuanto sintió el contacto, su boca se movió contra la mía con hambre contenida. Me tensé de inmediato, pero antes de que pudiera apartarme, su mano subió hasta mi nuca y me sujetó con fuerza, hundiendo los dedos en mi cabello.

Me atrapó. Su lengua se deslizó entre mis labios sin pedir permiso, reclamándome, haciéndome sentir completamente impotente. Intenté apartarme, pero me jaló más contra él. Su erección presionó contra mi vientre.

Mi estómago se revolvió de asco. Mi mente gritaba que lo empujara, que hiciera algo, pero mi cuerpo entero se quedó congelado. Vincent siguió besándome como si quisiera devorarme. Como si esto no fuera solo un beso, sino una forma de demostrarme que él tenía el control.

Y lo odié. Lo odié con todo mi ser.

—Bien —murmuró, pasándose la lengua por los labios—. Ahora puedes irte.

No esperé ni un segundo más, me levanté de su regazo de un tirón y salí corriendo.

No me importó si me veían, si alguien preguntaba qué me pasaba. Solo corrí por los pasillos hasta encontrar el baño más cercano. Apenas entré, caí de rodillas frente al inodoro y vomité.

El asco me revolvía el estómago, cada bocanada de aire me hacía recordar su boca sobre la mía, su aliento, sus manos, su cuerpo pegado al mío. Sentí náuseas de nuevo y volví a vaciar lo poco que quedaba en mi estómago.

Me quedé allí, con la frente apoyada en el frío borde del inodoro, respirando entrecortadamente, con los ojos ardiendo.

Más populares

Comments

David Aparicio

David Aparicio

Sienna hirió el ego de Vincent, pero yo creo que él sin darse cuenta todavía ya se enamoró de ella

2025-02-27

0

Total
Capítulos
1 prólogo.
2 Rutinas
3 Algo No Está Bien
4 Oscuridad y miedo
5 Sombras en la Oscuridad
6 Jaula de Sombras
7 Esperanza Fugaz
8 La traición
9 Jaula de oro
10 La prueba
11 No soy tuya
12 La Rosa Negra
13 Reglas
14 Madame Livia
15 Dos semanas
16 Celos
17 Prueba
18 ¿Prueba superada?
19 Una Apuesta Peligrosa
20 Virgen
21 Encaprichamiento
22 No Era Parte Del Trato
23 ¡No, no, no!
24 Agonía
25 Deseo retorcido
26 Placer retorcido
27 Sin retorno
28 Bajo su dominio
29 Lo odiaba tanto que dolía.
30 No soy tuya... ¿o sí?
31 Cayendo
32 Propuesta desesperada
33 Pecado Y Ambición
34 Un Día Como Otro Cualquiera
35 Bajo La Superficie
36 El Cliente
37 Deseo Y Dolor
38 Rota
39 Fingiendo
40 Jugando Con Fuego
41 Placer culposo
42 Secretos y mentiras
43 Liv
44 Promesas Rotas
45 Sorpresa Inesperada
46 Caricias Con Sabor A...
47 Suave como la seda
48 Cautiva Del Deseo
49 Lo Que No Mata, Enseña
50 Mil cuatrocientos sesenta días
51 Nuevo cliente
52 ¿Quién demonios es este hombre?
53 Molestia
54 Pecados
55 Asqueada
56 No Sabes Nada De Mí
57 Un Precio Incalculable
58 Irreal
59 Brisa de Libertad y Sal
60 A Fuego Lento
61 El sabor del momento
62 El peligro de sentirse real
63 Entre Luces, Sombras y Besos
64 Una Mañana Deliciosa
65 Entre el deseo y la frustración
66 Perdición
67 Vendetta
68 Dragón
69 Oscuridad
70 Curiosidades y Verdades
71 Ni una más
72 Sombras del pasado
73 Rutina Letal
74 Depravación
75 Lujuria trazada en seda
76 Sorpresa inesperada
77 Hangar nueve
78 Propuesta
79 Indefinido
80 Elegir(se)
81 Libre... o no
82 Erase una vez...
83 ¡No pares!
Capítulos

Updated 83 Episodes

1
prólogo.
2
Rutinas
3
Algo No Está Bien
4
Oscuridad y miedo
5
Sombras en la Oscuridad
6
Jaula de Sombras
7
Esperanza Fugaz
8
La traición
9
Jaula de oro
10
La prueba
11
No soy tuya
12
La Rosa Negra
13
Reglas
14
Madame Livia
15
Dos semanas
16
Celos
17
Prueba
18
¿Prueba superada?
19
Una Apuesta Peligrosa
20
Virgen
21
Encaprichamiento
22
No Era Parte Del Trato
23
¡No, no, no!
24
Agonía
25
Deseo retorcido
26
Placer retorcido
27
Sin retorno
28
Bajo su dominio
29
Lo odiaba tanto que dolía.
30
No soy tuya... ¿o sí?
31
Cayendo
32
Propuesta desesperada
33
Pecado Y Ambición
34
Un Día Como Otro Cualquiera
35
Bajo La Superficie
36
El Cliente
37
Deseo Y Dolor
38
Rota
39
Fingiendo
40
Jugando Con Fuego
41
Placer culposo
42
Secretos y mentiras
43
Liv
44
Promesas Rotas
45
Sorpresa Inesperada
46
Caricias Con Sabor A...
47
Suave como la seda
48
Cautiva Del Deseo
49
Lo Que No Mata, Enseña
50
Mil cuatrocientos sesenta días
51
Nuevo cliente
52
¿Quién demonios es este hombre?
53
Molestia
54
Pecados
55
Asqueada
56
No Sabes Nada De Mí
57
Un Precio Incalculable
58
Irreal
59
Brisa de Libertad y Sal
60
A Fuego Lento
61
El sabor del momento
62
El peligro de sentirse real
63
Entre Luces, Sombras y Besos
64
Una Mañana Deliciosa
65
Entre el deseo y la frustración
66
Perdición
67
Vendetta
68
Dragón
69
Oscuridad
70
Curiosidades y Verdades
71
Ni una más
72
Sombras del pasado
73
Rutina Letal
74
Depravación
75
Lujuria trazada en seda
76
Sorpresa inesperada
77
Hangar nueve
78
Propuesta
79
Indefinido
80
Elegir(se)
81
Libre... o no
82
Erase una vez...
83
¡No pares!

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play