La traición

Desperté envuelta en un calor reconfortante. Por un momento, mi cerebro medio dormido pensó que todo había sido una pesadilla, pero entonces, el dolor en mis músculos y los recuerdos de la noche anterior me golpearon de lleno.

Abrí los ojos de golpe, con la respiración acelerada.

No. No fue un sueño. Todo fue real. Mi mirada recorrió la pequeña habitación. La cama era sencilla, las cortinas viejas, el aire olía a madera y café.

Sigo aquí… Mi cuerpo se relajó un poco. Estoy a salvo… me repetí en mi cabeza, como si decirlo pudiera hacerlo más real, pero un golpe suave en la puerta me hizo tensarme.

—¿Niña? ¿Puedo entrar? —Era la voz de Rosa.

—Sí…

La puerta se abrió despacio y Rosa asomó la cabeza con una sonrisa amable.

—Buenos días, hija. Te traje algo de desayuno.

Llevaba una bandeja con pan, huevos y un vaso de leche. El olor hizo que mi estómago gruñera ruidosamente. No recordaba la última vez que había comido algo decente.

—Gracias… —mi voz salió aún rasposa.

Rosa dejó la bandeja sobre la mesita y me miró con dulzura.

—José está preparando el coche. En cuanto termines, iremos al pueblo a buscar ayuda.

Mis ojos se abrieron con alivio.

—¿En serio?

—Por supuesto, niña. Nadie merece pasar por lo que tú pasaste.

Sus palabras hicieron que mi garganta se cerrara y sentí ganas de llorar otra vez, pero me obligué a tragarme las lágrimas. Me apresuré a comer, sintiendo cómo la comida me devolvía un poco de energía.

Cuando terminé, me levanté y me puse los zapatos sin perder tiempo. Enzo nos esperaba afuera, al lado de un viejo camión oxidado.

—Vamos, el pueblo no está lejos —dijo, con voz firme.

Asentí y subí en la parte trasera del camión. Rosa se sentó adelante con él. El motor rugió y comenzamos a avanzar por el camino de tierra.

Ya casi.

El viento frío me golpeaba la cara, despejando mi mente. Me aferré a la esperanza de que pronto todo esto terminaría. Que en unas horas estaría en la comisaría, contando mi historia, esperando que alguien llamara a mi familia, pero entonces… algo no cuadró.

Fruncí el ceño y miré alrededor, el camino no parecía llevar a un pueblo. Mi pecho se apretó con un mal presentimiento. Me incliné hacia adelante, tratando de no sonar paranoica.

—Oye… ¿seguro que este es el camino correcto?

Enzo no contestó de inmediato, en cambio Rosa se giró un poco en su asiento, su expresión algo tensa.

—No te preocupes, hija. Solo tomaremos un atajo.

Un atajo. Mis latidos se aceleraron. Miré a mi alrededor otra vez. El paisaje se volvía cada vez más solitario. Nada de casas. Nada de señales de civilización. Solo campo, árboles secos y un cielo gris.

Mis dedos se apretaron contra la madera del camión.

No. No, no, no…

—Detengan el camión —dije, mi voz apenas controlando el pánico.

Silencio, nadie respondió y Enzo siguió conduciendo.

—¡Que detengan el maldito camión! —grité, incorporándome rápidamente.

Pero justo cuando intenté moverme, un dolor agudo explotó en mi cabeza. El golpe me mareó de inmediato, mi vista se volvió borrosa y me tambaleé, sintiendo cómo el mundo giraba.

Lo último que vi antes de que todo se oscureciera fue el rostro de Rosa y la culpa en sus ojos.

...----------------...

El murmullo de voces me sacó del letargo. Parpadeé, mi cabeza latiendo con un dolor insoportable.

¿Qué…? Intenté moverme, pero algo apretaba mis muñecas y tobillos. Eran cuerdas, otra vez.

—No… no puede ser… —murmuré, mi voz apenas un susurro.

No. No. No. Mi cuerpo entero empezó a temblar. ¿Todo era un engaño? Respiré hondo, tratando de aclarar mi visión. La habitación estaba oscura y olía a humedad y madera podrida. Las paredes eran de concreto desnudo, sin ventanas.

El aire me quemaba la garganta. ¿Cómo pude ser tan estúpida? Confié en ellos... Unos pasos se acercaron y mi corazón se detuvo. La puerta se abrió con un chirrido lento y agonizante y ahí estaba ella. Rosa.

No traía armas, ni una expresión cruel. Solo… culpa. Pero no me importaba.

—Lo siento, niña… —susurró, sin poder mirarme a los ojos.

El fuego en mi pecho explotó.

—¡¿Lo sientes?! —Mi voz se quebró de la rabia—. ¡Me entregaste a estos malnacidos!

Ella bajó la mirada, con los hombros caídos.

—No teníamos opción…

—¡Claro que la tenían! ¡Podrían haberme ayudado, podrían haberme dejado ir!

Se acercó un poco, pero yo me aparté como pude, las cuerdas quemándome la piel de nuevo, esa maldita sensación.

—¡No me toques!

Rosa suspiró, frotándose las manos con nerviosismo.

—Nos amenazaron, niña… Nos dijeron que si no cooperábamos, nos matarían.

Mi mandíbula se tensó.

—¿Y qué? ¿Por eso me vendieron como si fuera un maldito pedazo de carne?

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no me conmovió.

—Enzo y yo somos gente simple… No tenemos poder contra esa gente… contra él.

Algo en su tono me hizo fruncir el ceño.

—¿"Él"?

Antes de que pudiera contestar, la puerta se abrió de golpe. Rosa se apartó de inmediato, como si su sola presencia lo incomodara y entonces, lo vi. Un hombre alto, vestido de negro, con una presencia que helaba la sangre. Su mirada era oscura, afilada, como la de un depredador. Algo en su sonrisa torcida me revolvió el estómago.

—Así que esta es la chica problemática —murmuró, con un tono casi divertido.

Mi cuerpo se tensó.

—¿Quién eres?

Él dejó escapar una risa baja, casi burlona.

—No tienes idea de en qué mundo has caído, ¿verdad?

No le respondí. No iba a darle el gusto, pero su sonrisa se ensanchó y se inclinó hacia mí, demasiado cerca, haciendo que sintiera su aliento cálido chocar contra mi rostro. Mi piel se erizó de puro asco.

—Bienvenida de vuelta, princesa.

Y ahí lo entendí. Nunca tuve una oportunidad de escapar, pero incluso así, jamás iba a rendirme.

Capítulos
1 prólogo.
2 Rutinas
3 Algo No Está Bien
4 Oscuridad y miedo
5 Sombras en la Oscuridad
6 Jaula de Sombras
7 Esperanza Fugaz
8 La traición
9 Jaula de oro
10 La prueba
11 No soy tuya
12 La Rosa Negra
13 Reglas
14 Madame Livia
15 Dos semanas
16 Celos
17 Prueba
18 ¿Prueba superada?
19 Una Apuesta Peligrosa
20 Virgen
21 Encaprichamiento
22 No Era Parte Del Trato
23 ¡No, no, no!
24 Agonía
25 Deseo retorcido
26 Placer retorcido
27 Sin retorno
28 Bajo su dominio
29 Lo odiaba tanto que dolía.
30 No soy tuya... ¿o sí?
31 Cayendo
32 Propuesta desesperada
33 Pecado Y Ambición
34 Un Día Como Otro Cualquiera
35 Bajo La Superficie
36 El Cliente
37 Deseo Y Dolor
38 Rota
39 Fingiendo
40 Jugando Con Fuego
41 Placer culposo
42 Secretos y mentiras
43 Liv
44 Promesas Rotas
45 Sorpresa Inesperada
46 Caricias Con Sabor A...
47 Suave como la seda
48 Cautiva Del Deseo
49 Lo Que No Mata, Enseña
50 Mil cuatrocientos sesenta días
51 Nuevo cliente
52 ¿Quién demonios es este hombre?
53 Molestia
54 Pecados
55 Asqueada
56 No Sabes Nada De Mí
57 Un Precio Incalculable
58 Irreal
59 Brisa de Libertad y Sal
60 A Fuego Lento
61 El sabor del momento
62 El peligro de sentirse real
63 Entre Luces, Sombras y Besos
64 Una Mañana Deliciosa
65 Entre el deseo y la frustración
66 Perdición
67 Vendetta
68 Dragón
69 Oscuridad
70 Curiosidades y Verdades
71 Ni una más
72 Sombras del pasado
73 Rutina Letal
74 Depravación
75 Lujuria trazada en seda
76 Sorpresa inesperada
77 Hangar nueve
78 Propuesta
79 Indefinido
80 Elegir(se)
81 Libre... o no
82 Erase una vez...
83 ¡No pares!
Capítulos

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1
prólogo.
2
Rutinas
3
Algo No Está Bien
4
Oscuridad y miedo
5
Sombras en la Oscuridad
6
Jaula de Sombras
7
Esperanza Fugaz
8
La traición
9
Jaula de oro
10
La prueba
11
No soy tuya
12
La Rosa Negra
13
Reglas
14
Madame Livia
15
Dos semanas
16
Celos
17
Prueba
18
¿Prueba superada?
19
Una Apuesta Peligrosa
20
Virgen
21
Encaprichamiento
22
No Era Parte Del Trato
23
¡No, no, no!
24
Agonía
25
Deseo retorcido
26
Placer retorcido
27
Sin retorno
28
Bajo su dominio
29
Lo odiaba tanto que dolía.
30
No soy tuya... ¿o sí?
31
Cayendo
32
Propuesta desesperada
33
Pecado Y Ambición
34
Un Día Como Otro Cualquiera
35
Bajo La Superficie
36
El Cliente
37
Deseo Y Dolor
38
Rota
39
Fingiendo
40
Jugando Con Fuego
41
Placer culposo
42
Secretos y mentiras
43
Liv
44
Promesas Rotas
45
Sorpresa Inesperada
46
Caricias Con Sabor A...
47
Suave como la seda
48
Cautiva Del Deseo
49
Lo Que No Mata, Enseña
50
Mil cuatrocientos sesenta días
51
Nuevo cliente
52
¿Quién demonios es este hombre?
53
Molestia
54
Pecados
55
Asqueada
56
No Sabes Nada De Mí
57
Un Precio Incalculable
58
Irreal
59
Brisa de Libertad y Sal
60
A Fuego Lento
61
El sabor del momento
62
El peligro de sentirse real
63
Entre Luces, Sombras y Besos
64
Una Mañana Deliciosa
65
Entre el deseo y la frustración
66
Perdición
67
Vendetta
68
Dragón
69
Oscuridad
70
Curiosidades y Verdades
71
Ni una más
72
Sombras del pasado
73
Rutina Letal
74
Depravación
75
Lujuria trazada en seda
76
Sorpresa inesperada
77
Hangar nueve
78
Propuesta
79
Indefinido
80
Elegir(se)
81
Libre... o no
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Erase una vez...
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¡No pares!

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