Capítulo 14

Wildan ya se había ido del hotel. Conducía su moto de regreso a casa. Tenía prisa por crear el archivo e imprimir las fotos que había tomado.

Al llegar a casa, Wildan fue directamente a su habitación. Quería usar su computadora portátil. Pero por desgracia, no la encontró por ninguna parte.

Wildan llamó a Arman. Le preguntó a su hermano menor por el paradero de su computadora portátil.

"Creo que la computadora portátil del hermano Wildan se la llevó el hermano Jali y sus secuaces. Mira, nuestra televisión también se la llevaron".

Esa fue la respuesta que Wildan recibió de Arman. Esto lo hizo resoplar con enojo. Pero no podía posponer su trabajo ahora. Cuanto más tiempo lo pospusiera, más tiempo se retrasaría su pago.

Wildan finalmente decidió pedir prestada la computadora portátil de uno de sus amigos. Jaka. Por suerte, Jaka estuvo dispuesto a prestársela.

Ahora Wildan tenía que ir a la pensión de Jaka. Se fue de nuevo en su moto.

Al llegar a su destino, Jaka recibió a Wildan inmediatamente. Le dijo que se sentara en una silla del porche. Fumaron allí.

"Tu vida es muy dura, Dan. Hasta tu computadora portátil ha sido víctima", dijo Jaka.

"Sí... ¿Qué puedo hacer? Pero voy a recuperar mi computadora portátil. Tengo muchos archivos valiosos ahí", respondió Wildan.

"¿Archivos valiosos? ¿Te refieres a vídeos porno?", bromeó Jaka.

"¡Ah! ¡Cállate!" Wildan hizo un puchero. Pero no duró mucho, porque pronto sonrió y dijo: "¡Lo sabes!"

Por un momento se rieron juntos. De repente, Jaka abrió mucho los ojos. Se le ocurrió algo.

"¡Dan! ¿Trajiste tu cámara?", preguntó Jaka.

"Sí. ¿Por qué?", respondió Wildan con curiosidad.

"Toma algunas fotos de mi pensión. Tal vez puedas captar una aparición", susurró Jaka.

"¡Vamos! ¿Qué estás diciendo? ¡A plena luz del día no hay fantasmas!"

"¡Lo sé! Pero mi pensión está encantada, Dan. Cada noche, los ruidos extraños son el pan de cada día de los que vivimos aquí".

"Si está encantada, ¿por qué no te mudas?". La frente de Wildan se frunció.

"¡Vamos! Sabes que soy un hombre pobre. Esta es una de las pensiones más baratas de la ciudad. Sólo espero que las molestias no se vuelvan más extremas". Se vio a Jaka exhalando una bocanada de humo de su cigarrillo. Miró a Wildan con seriedad. "Pero intenta tomar fotos con tu cámara, Dan. Si no consigues nada, no pasa nada. Pero si lo consigues, sería genial para ti", continuó.

"¿Genial para mí? ¿En qué sentido?". Wildan estaba cada vez más confundido.

"A la gente de este país le gustan las cosas de terror, Dan. Podrías usar tus fotos para ganar dinero. Si funciona, podemos crear una cuenta en las redes sociales dedicada a este tipo de cosas", sugirió Jaka.

Wildan se quedó en silencio por un momento. Una vez más, estaba recibiendo una sugerencia desafiante de su amigo. Después de pensarlo, Wildan finalmente decidió estar de acuerdo.

Jaka llevó a Wildan al interior de la pensión. Lo llevó a una de las habitaciones vacías que había allí.

"¿Por qué aquí?", preguntó Wildan.

"Porque aquí es donde solemos oír y ver cosas raras", respondió Jaka mientras abría la puerta de la habitación vacía que tenía delante. "Dicen que el propietario nunca alquila esta habitación", continuó, ya dentro de la habitación.

Wildan pudo entonces ver el estado de la habitación. No daba ninguna sensación de horror. Estaba completamente vacía y no había ni un solo mueble. La habitación también estaba limpia.

"¡Intenta tomar algunas fotos!", ordenó Jaka.

Wildan sacó inmediatamente la cámara de su bolso. "¿Quieres que te fotografíe también a ti?", preguntó.

"Claro", respondió Jaka. Luego hizo una V con sus dedos. En ese momento, Wildan usó su cámara.

¡Thump!

Wildan se sorprendió mucho al usar su cámara. Porque vio que Jaka no estaba solo. Había una mujer de pie detrás de él. La mujer vestía de blanco, con el pelo largo y despeinado. Su aspecto era exactamente el de los fantasmas "kuntilanak" que Wildan solía ver en las películas.

Wildan bajó rápidamente la cámara. Se asustó aún más, porque cuando bajó la cámara, la mujer ya no estaba.

"¿Qué te pasa, Dan? ¿Pasa algo?", preguntó Jaka.

Wildan no respondió. En cambio, intentó mirar a través de su cámara de nuevo. Efectivamente, la mujer volvió a ser visible a través de su cámara.

Después de tener escalofríos por ver a gente haciendo el amor, ahora Wildan volvía a tener escalofríos por el fantasma que quería hacerse notar a través de su cámara.

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