Capítulo 3

La frente de Egy se arrugó. "Si quieres abrir un servicio de fotografía, ábrelo. ¿Por qué tienes que preguntar primero?", espetó.

"Eso también es un negocio, Gy. Y todo negocio necesita una estrategia. Para que pueda venderse rápidamente", respondió Wildan.

"¿Qué tipo de fotos te gusta tomar, Dan?", preguntó Jaka.

"Cualquier cosa. ¡Siempre y cuando la imagen sea estética y atractiva!", respondió Wildan.

"¿Qué tal si creas un nombre único? He oído que eso puede llamar la atención de mucha gente", sugirió Yoga.

"¿Un nombre?" Wildan se interesó.

"Yoga tiene razón, Dan. Voy a intentar darte una sugerencia para un nombre. ¿Qué tal fotógrafo arruinado?", dijo Jaka.

"¡Maldita sea! ¡Ese nombre es horrible!", respondió Wildan. Luego golpeó a Jaka en la cabeza.

"¿Pero no es bueno?", respondió Jaka mientras se frotaba la cabeza.

"¡No!", rechazó Wildan con firmeza.

"¿Qué tal fotógrafo ensalada mixta?" Ahora fue Egy quien hizo la sugerencia.

"¡Uf! ¡Eso no suena nada bien, Gy! La gente pensará que Wildan es un fotógrafo de comida", intervino Yoga. Él, Wildan y Jaka se echaron a reír.

"Como sea. Lo importante es que le he dado mi opinión a Wildan", respondió Egy.

En ese momento, llegó el profesor que impartía la clase. Wildan y sus amigos volvieron automáticamente a sus asientos. Comenzaron la clase.

El profesor que impartía la clase ese día era el Sr. Dani. Era el profesor que impartía el curso de videografía. El Sr. Dani asignó a todos los alumnos la tarea de hacer un cortometraje. Wildan y sus compañeros de clase tenían un mes para hacer el cortometraje. También se les pidió que eligieran sus grupos libremente.

Estaba claro que Wildan y sus tres amigos formarían un grupo juntos. Sin embargo, todavía les faltaba una persona más. Porque cada grupo debía estar formado por cinco personas. A cada grupo también se le exigía que tuviera una mujer.

"Tenemos que encontrar una chica para el grupo", dijo Jaka.

"¿A quién creéis que deberíamos pedírselo?", preguntó Yoga.

"A cualquiera. Mientras sea una chica", respondió Wildan. Para ser sinceros, no se había concentrado en la clase. Wildan se estaba esforzando por encontrar el nombre adecuado para su negocio de fotografía.

"No podemos hacer eso. No podemos elegir a cualquiera al azar. Creo que lo principal es que sea buena actuando y guapa", añadió Egy. No había dejado de mirar a una chica. Jaka y Yoga también se fijaron en la chica. Sus ojos se posaron en una persona, Natasha. La chica más guapa y conocida como la chica más popular del campus.

"¿Hablas en serio, Gy? Es difícil acercarse a Natasha. Parece que va a elegir el grupo de Rendra", susurró Jaka.

"¿Qué hay de malo en intentarlo? Además, ¿no queréis tener a una chica guapa como ella en el grupo?", respondió Egy. Miró a sus tres amigos por turnos.

Jaka y Yoga permanecieron en silencio. No discutieron las palabras de Egy. Después de todo, chicos como ellos no rechazarían a alguien como Natasha.

Mientras tanto, Wildan parecía no importarle. Seguía pensando en el nombre del servicio de fotografía que quería poner en marcha.

"Dejadme hablar con ella", dijo Egy mientras se acercaba a Natasha.

Jaka y Yoga observaban desde atrás. Pero al fijarse bien, parecía que Egy había sido rechazado. Natasha sonrió con tristeza y se marchó.

Con el rostro abatido, Egy volvió a reunirse con sus amigos.

"Te ha rechazado, ¿verdad?", preguntó Jaka.

"Sí. Esa chica es muy arrogante. Se cree mucho por ser guapa", se quejó Egy.

Después de terminar su clase, Wildan se fue a casa. Conducía su moto con calma. Atravesando las calles vacías hacia la salida del campus. Además, lloviznaba.

La atención de Wildan se centró en una chica al borde de la carretera. La chica no era otra que Natasha. Parecía molesta mientras se llevaba el teléfono a la oreja de vez en cuando.

Como conocía a Natasha, Wildan se detuvo.

"¿Qué pasa, Nat? ¿Se te ha estropeado el coche?", preguntó Wildan.

"Sí. Es muy molesto. El número de mi mecánico habitual ya no está activo", se quejó Natasha.

"Déjame echar un vistazo a tu coche. Tal vez pueda ayudarte", dijo Wildan.

"S-sí. Por supuesto. ¡Adelante, Dan!" Natasha aceptó encantada.

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