Atribuyendo su estrés a la difícil situación que pasaban y siendo un hombre muy atractivo, seguía cayendo irremediablemente en los brazos de otras mujeres que buscaban consolarlo. Para él fue difícil negarse, le gustaban jóvenes y hermosas.
Sin embargo, se negaba a dejar ir a Claire, aun cuando ella le había pedido varias veces el divorcio. Su corazón dolía con tan solo imaginar teniéndola lejos de él o que rehiciera su vida con otro. Aunque no podía dejar tampoco su pasión por las mujeres.
Por eso, después de salir de un hotel cercano a la comisaria, tras haber estado con una de sus amantes de turno, quien era compañera en el mismo escuadrón que su esposa, condujo de regreso a su apartamento. No obstante, faltando unos minutos para llegar, se detuvo un momento en una tienda de dulces.
—¡Muchas gracias por su compra!—exclamó el anciano.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Scott, mientras cargaba de regreso al auto una bolsa llena con los chocolates favoritos de su esposa. Le gustaba mimarla un poco y que ella se pusiera roja comiendo esos chocolates, hacía que su corazón palpitara con ternura.
Asintiendo mientras conducía a su hogar, supo enseguida que nunca dejaría ir a Claire. Aunque fuera una mujer fea y no le llegara a los talones a sus amantes, sería su esposa hasta el fin de sus días. Sin embargo, al no ver el auto de esta en el parking privado, el miedo invadió su corazón.
Su temor se hizo cierto al encontrar sus trajes de novios y la fotografía de su matrimonio hechas trizas. Buscando por todo el apartamento, notó una carta con su nombre encima de la mesa. Leyendo cada palabra que había escrito Claire, el hombre pelirrubio comenzó a llorar.
Teniendo la esperanza de volver a recuperarla como las otras veces, condujo por varias partes de la ciudad, a los lugares donde de pronto habría podido ir su esposa; sin embargo, nunca pudo encontrarla.
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UN AÑO DESPUÉS...
Claire se encontraba observando a su hijo en la sala neonatal del hospital donde el esposo de su hermana trabajaba como director. Desde que se había divorciado, su único refugio había sido su hermana, la cual aceptó ayudarla aun cuando decidiera escoger ser madre soltera.
Por su hijo había cambiado, inclusive, después de cinco meses de su parto, había retomado su labor como detective privado y había comenzado a ir al gimnasio para terminar de bajar los kilos de más que había comenzado a perder desde que se fue de la ciudad.
No obstante, ni su precaria situación económica ni la depresión que tenía, eran equiparables al miedo que sentía por perder a su hijo. El pequeño, quien había nacido con leucemia, necesitaba la transfusión de sangre de su padre para poder sobrevivir.
—Mamá volverá—susurró entre lágrimas—y traerá al tonto de tu padre contigo... así que tienes que ser fuerte.
Intentaron por todos los medios conseguir otro tipo de donante, incluso su cuñado intervino y financió la búsqueda, pero el tipo de sangre de su hijo solo lo tenía su exesposo. Así que, tragándose con dolor su orgullo, no tuvo de otra más que volver al lugar en el que tanto tiempo había sufrido.
Ni la chaqueta manga larga roja, ni su casco negro, podían protegerla del todo de la inclemente tormenta que estaba azotando aquella desolada avenida.
Observando a lo lejos lo que parecía ser una gasolinera, agradeció a Dios por aquella oportunidad de oro. Sus llantas no estaban resistiendo el agua y casi estaba quedándose sin combustible.
Una vez llegó al lugar, se sorprendió de encontrar todo a oscuras, no había nada más que las leves luces exteriores. No obstante, cuando detuvo su moto, tuvo que ir al resguardo bajo el techo de la bomba de gasolina, donde revisó su celular.
—¿Clarisa?—preguntó al contestar la llamada.
—¡Por Dios, Claire!—la voz de su hermana resonó al otro lado—¡Te he estado llamando desde hace más de dos horas!
—Perdón, hay una tormenta...—respondió revisando la bomba de gasolina—¿Vacía?
—¿Claire?—preguntó preocupada—¿Cómo que hay una tormenta? ¿Dónde estás?
—A diez minutos de Hell City—respondió secándose la cara con un pañuelo—me he detenido antes para cargar gasolina, pero la bomba está vacía y la gasolinera oscura...
Preocupada, puesto que se suponía era una gasolinera 24 horas, intentó asociar aquello con la tormenta; sin embargo, tenía un mal presentimiento.
—¡Maldita sea, Claire!—gritó—Por favor...ten cuidado. ¡¿Cómo es posible que te estés arriesgando por ese infiel?!
Claire suspiró, cerrando los ojos ante el estrés que tenía. Si bien las palabras de su hermana no estaban ayudando, podía entender su preocupación.
Había tenido que salir de urgencia, ante la amenaza de que su hijo no aguantara la semana. Necesitaba la sangre de su exesposo.
Por lo que, había tenido que hacer un largo viaje en moto para venir a la ciudad que había dejado atrás e implorar le al padre de su hijo salvar la vida de un bebé que jamás supo de su existencia.
Cuando estuvo por contestarle a su hermana, un grito proveniente del interior de la gasolinera la alertó.
—Clarisa, escuché un grito—respondió acercándose a la puerta de entrada.
—¡Claire! ¡Ni se te ocurra entrar!—gritó.
—Si en diez minutos no te llamo, avisa a la policía—dijo antes de colgar la llamada.
Su instinto como ex policía la estaba orillando a revisar lo que estaba ocurriendo. Aunque ahora solo era una detective privada que luchaba para llegar a fin de mes, no podía ignorar el peligro.
Sabiendo que alguien estaba en espera de su regreso, sacó su arma y una lámpara e ingresó al lugar. Un ruido con su pie hizo que bajara la mirada.
Varios trozos de vidrio ensangrentados hizo que se alertara aún más. Teniendo la piel de gallina, caminó entre los estantes hasta llegar a la zona de la caja registradora.
—A...yu...da—un susurro se escuchó por lo bajo.
Claire, con cuidado, saltó al otro lado del mostrador y se encontró con una mujer anciana vestida con el uniforme dela gasolinera.
—Mi...nieto...—dijo antes de morir.
Sin poder ayudar a la agonizante mujer, quien estaba casi sin vida sobre un charco de su propia sangre, cerró sus ojos con dolor ante la escena.
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Comments
SULAY MARGARITA TORRES
guao este capitulo me tiene en suspenso bravo por ti autora algo diferente 👍👻💀😮
2024-07-11
1
Ivon Caraballo
no creo que su dolor le dure mucho ...no se la merece
2024-06-09
0
Maria Elena Maciel Campusano
Ahora ir por el cucaracho infiel de su ex marido, puede costarle la vida pues al parecer tendrá que enfrentar un peligro latente que puede costarle la vida 😰😰😰
2024-06-09
0