La culpabilidad y el terror recorrieron cada centímetro del cuerpo del capitán de policía, conocido por ser un hombre que sabía mantener su compostura en momentos de alto estrés.
—¿A qué se refiere con un aborto?—preguntó sorprendido.
—Sí, su prometida, tuvo un aborto espontáneo—respondió—lamentamos mucho lo sucedido. Estamos intentando controlar su situación. Una vez terminemos con el protocolo, podremos pasarla a una habitación.
—¿Pero cómo?—cuestionó—sé que Claire tiene una salud un poco débil, pero de allí a un aborto espontáneo.
—Aún no podemos responderle eso—respondió serio—apenas nos envíen los resultados de los laboratorios, podremos darle una respuesta.
Leon volvió a la sala de espera, mientras estaba pendiente al aviso de que pasaron a su prometida a habitación. Tan solo recordando lo mal que la había encontrado, la culpabilidad no lo dejaba.
Si hubiera estado con ella antes o hubiera llegado con antelación, tal vez hubiera salvado a su hijo. Ante ese hecho solo negó con la cabeza, ya habría otras oportunidades de que Claire quedara de nuevo embarazada y le diera un hijo.
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Mientras tanto, en el departamento de Claire, Sara estaba durmiendo cuando a las dos de la mañana recibió la llamada del hospital. Suspirando con pesadez, tomó su celular y contestó.
—¡Mi amor!—habló fingiendo dulzura.
—Dulzura—respondió el coordinador del laboratorio—he hecho lo que me pediste.
Sara sonrió con una mirada de victoria, ante lo que estaba escuchando. Sabía que, una vez empezara a intoxicar con anticonceptivos a su roommate, era cuestión de tiempo para que fuera al hospital.
Por lo que, seduciendo al coordinador del laboratorio, quien era su “novio”, este ocultaría cualquier rastro de la sustancia en el sistema de Claire. Todo por una vil mentira que le había contado.
—Esa perra sabrá lo que es provocar la muerte de un bebé—respondió el hombre con enojo—¿Cómo es posible que ella haya matado a nuestro hijo?
—Yo tampoco lo entiendo, cariño—habló mientras lloraba—solo sé que fue ella la que metió su pie para hacerme caer por las escaleras… Nuestro hijo…
Isaac intentó consolarla. Se sentía bien al vengarse de Claire, y aunque no la pudiera llevar a juicio por ser esposa del hijo del alcalde, haría junto con Sara un infierno para la vida de la mujer.
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TRES AÑOS DESPUÉS...
"¡Eres una idiota!"
"¿De verdad creíste que él cambiaría?"
"¡Eres una mujer fea!"
"Teniendo él un séquito de mujeres hermosas... ¿De verdad creíste que sería fiel contigo?"
Eran las miles de preguntas que ella misma se hacía para martirizarse, mientras conducía hasta el departamento que compartía con su esposo.
Su corazón había sido lastimado varias veces por este, pero al menos esperaba que siendo la esposa de un comandante de policía hiciera que sus compañeras tuvieran la decencia de hablar a sus espaldas sin ella darse cuenta.
No obstante, cada vez era difícil hacer oídos sordos a las habladurías de estas. Inclusive, cuando escuchó como apostaban por ser la próxima esposa del comandante Williams, solo se hizo la desentendida.
Ya tenía suficiente con que se burlaran por su apariencia física mientras luchaba con la depresión que sentía por el cuarto aborto espontáneo que había tenido.
Temblando de la ira, recordando como había visto a su esposo besándose con una de sus compañeras de escuadrón en pleno estacionamiento de la comisaria, aquello fue la gota que rebasó la copa y lo que necesitaba para tomar la decisión que había tenido que tomar hacía tiempo atrás.
Entrando al parking privado del conjunto de apartamentos, ignoró el saludó del vigilante y subió al tercer piso de uno de los bloques, sacando nerviosamente su copia de las llaves. Allí, en frente de la puerta de entrada, la fotografía de su matrimonio de hacía tres años se mostraba burlona ante ella.
—¡Maldición!—gritó con ira.
Tomando la fotografía, la aventó contra el piso, haciendo que el vidrio se partiera. Sin mirar más el recuerdo de su patético amor, tomó en su maleta las pocas cosas que tenía. Muchas veces se había preguntado si había sido su falta de cuidado físico o el hecho de que fuera una mujer muy sencilla, lo que había provocado las infidelidades de su esposo.
Incluso, era una mujer con muy pocas cosas. Cabían todas perfectamente en su única maleta, puesto que su vida como policía la había hecho usar casi todo el tiempo, su uniforme y olvidarse de otras cosas; sin embargo, el mentiroso de su marido decía que así él la amaba.
—Mentiroso...—susurró llorando.
"Espero que Sara te dé lo que no pudiste encontrar en mí... y espero que no vuelvas a buscarme. Si tienes un mínimo de dolor por los hijos que perdimos, no me buscarás. En estos días te enviaré con un abogado la petición de divorcio".
Saliendo de su habitación, tomó un poco de papel y un bolígrafo y comenzó a escribir en este mientras sus lágrimas lo humedecían un poco.
Luego de terminar de escribirle, dejó la nota en la mesa y tomando una tijera de su cocina, sacó los trajes de novios tanto de ella como de su esposo.
Tras varios minutos en que destrozó ambas prendas y las dejó en la cama, aventó a un lado la tijera y se fue arrastrando con cansancio su maleta del apartamento.
Esa tarde no tuvo de otra más que conducir hasta un motel cercano a la frontera de la ciudad, ya que era lo más económico que podía costearse.
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El capitán Leon Williams, hijo del alcalde de la ciudad, había sido promovido recientemente al puesto de comandante. Aunque muchos lo atribuían a su influencia familiar, pronto Leon demostraría que sus habilidades eran dignas de aquel puesto.
No obstante, había algo que inclusive hasta su propio padre le había reprochado, ya que no era digno de él y era su esposa. Cuando la conoció, se quedó enamorado a primera vista de ella, tanto por su bello físico como su personalidad.
Pero, con el paso de los meses, a causa de sus embarazos fallidos y la depresión que pasaba, su esposa había cambiado y había descuidado su apariencia física.
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Comments
Ivon Caraballo
de verdad que la Sara es de lo peor siguió revolcándose con el imbécil...se tardó mucho en dejarlo
2024-06-09
2
Maria Elena Maciel Campusano
En lugar de investigar el infeliz y darse cuenta de lo que una de sus amantes le hacía a su esposa hubiera sido más fácil entender el porqué de los abortos😡😡😡
2024-06-09
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