Dos locos

Bese sus labios hasta que tuve que separanos por falta de aire, sus mejillas estaban sonrojadas y sus pupilas dilatadas, su cuerpo pedía a gritos atención, y yo pues también la necesitaba, pero en mi condición sería imposible, tenía las costillas vendadas y mi brazo izquierdo estaba inmóvil por un cabestrillo…. 

Si podría darle placer no como lo deseaba pero no la dejaría así, insatisfecha.

-Me deseas Kristy- pregunté, mientras mordía su labio inferior- solo debes decirlo, yo no te negaría eso, nunca- sus ojos me observaron con suspicacias, pero también con lujuria-.

-Estás lastimado, debes descansar- dijo aquellos desviando la mirada, pero la tensión que irradia su cuerpo decía todo lo contrario-

-No fue eso lo que pregunté- mordisquie el lóbulo de su oreja, y la escuché jadear- además hay muchas formas de dar placer Kristy- susurré en su oído y la escuché tragar con dificultad-

Llevé mi mano libre a su entrepierna, para mí suerte llevaba un vestido, fue más fácil apoderarse de aquella zona.

-Alex pará, por favor- dijo suplicante, mientras su voz se entrecortaba- yo…

-No te contengas nena, toma lo que deseas, a tu antojo y a tu gusto- dije sobre sus labios, mientras mi mano tocaba la humedad de su sexualidad-.

Me apodere de sus labios, mientras invadía con mis dedos aquel lugar húmedo y caliente, ella dejó de contenerse rodeó mi cuellos con sus brazos… el beso se tornó  apasionado y desesperado a la vez.

La invadi rápido y lento, con delicadeza y rudeza, la escuche gemir contra mis labios, mientras sus manos se apoyaban en mis hombros, de pronto su cuerpo se tensó sus gemidos fueron más fuerte, estaba por terminar, aumente la velocidad y en cuestión de segundos sus líquidos inundaron mis dedos.

Se apoyó en mí, tratando de recuperar el aliento, mientras sentía, como mi cuerpo ardía, mi erección dolía, pedía de forma desesperada salir y ser complacido.

No tuve que decir nada, luego de recuperar el aliento empezó a desnudarme, no dijo una palabra, sus ojos lo dijeron todo, estaba excitada, su cuerpo pedía más, mi dedos no habían sido suficiente para dejarla satisfecha del todo.

Retiro mi sudadera con cautela, con cuidado de no lastimarme, también se deshizo del cabestrillo, beso mi pecho y luego mis labios, y sin perder tiempo terminó  de desvestirme.

Me ordenó sentarme mientras ella se desvestía, dejando a la vista esos pezones rosas que me pedían a gritos atención.

Se posó sobre y sin pensarlo se sentó en mi dura, gruesa y alargada erección, me tomó a su ritmo, a lo que ella deseaba, yo solo me concentre en lamer y chupar aquellos botones rosas que daban justo en mi rostro.

Estar dentro de ella era una perdición, era tan húmeda y estrecha que no quería salir de allí.

Estuvimos así por largo rato, la habitación estaba inundada de aroma a sexo y sus gemidos no dejaban de retumbar por el lugar, llegamos al climax juntos, satisfechos y estaciados como debía ser.

-Estás bien- le pregunto luego de su largo silencio, seguía sentada sobre mí, pero de pronto se volvió distante y muy seria-.

-Esto no está bien- intentó ponerse de pie, pero fué apresada por mis manos en sus caderas-.

-Qué no está bien, sé clara y dime que pasa.

-Todo pasa, no te das cuenta todo está mal, intentaron matarte- dijo con la voz quebrada- mi padre lo hizo, y tu y yo estamos teniendo sexo mientras hay un problema serio fuera de aquí-.

-Ya te dije que tú no eres tú padre…..

-No era eso lo que pensabas antes, estoy aquí justo por eso, porque decidiste vengarte conmigo- quitó mis manos de su cuerpo y se puso de pie recogiendo su ropa-

-Las cosas cambiaron Kristy, aceptó que en un principio sólo deseaba venganza y escogí la peor forma de hacerlo- el remordimiento y la culpa me invadieron- te herí lo sé, jugué con lo que sentías, no tienes idea de lo arrepentido que estoy de haberte usado así, déjame arreglar lo que hice- quedé frente a ella, mientras tomaba su mejilla en mi mano-.

-Eso siempre estará presente, o vas decir que vas a olvidar tu odio y tus ganas de vengarte- me aleje de ella, mientras negaba en completo desacuerdo- ves eso te marcó y también a mí, nunca podremos vivir en paz con eso de por medio.

-No puedes pedirme olvidarlo, era mi hermana, no puedo solo ahora dejar al responsable de destruirla vivir como si nada, el tiene que pagar- solté con odio, mientras mi respiración se volvía agitada-  

Ningún Ford saldrá ileso, van a pagarlo.

-Yo soy una Ford- dijo con pesar, y sus ojos se llenaban de lágrimas-.

-Eres mi  esposa, ahora eres Kaen, al igual que mi hijo, no tienes nada que ver con esa familia.

-No puedo pedirte olvidar, no sería justo entiendo que quieras venganza, juro que sí- limpio su cara mientras sorbía su nariz- soy la hija del hombre que causó que tú hermana se quitará la vida, eso nunca vas olvidarlo, esa realidad siempre estará presente, no puedes evitar verme y recordar aquello, llegara el momento en donde me reproches eso, puede que no sea hoy ni mañana pero pasará y yo no quiero pasar por lo mismo de nuevo.

Se colocó el vestido y se fue dejándome allí, frustrado, enojado y sobretodo dolido, ella tenía razón, no podía verla y no recordar a Laura, ella no era culpable pero yo ya la había destruido, la había hecho pagar, la ilusione y luego la humille.

Nunca debí hacerle eso, debí enfocarme en Harvey, pero ya era tarde para lamentarse,las cosas se habían dado de esa forma ahora solo me quedaba compensar el daño que le hice.

Me vestí y fui a buscarla, esto debíamos resolverlo ahora, no quería dejar las cosas así, tal vez era lo mejor, dejarla en paz hasta que las cosas se calmaran, pero ya había pasado dos días sin verla, no quería pasar otro día así.

-Podrías dejarme sola- dijo apenas me vio entrar, estaba envuelta en una bata de baño- necesito espacio.

-No kristy, esto debemos resolverlo ahora, entiendo que estes molesta, y decepcionada, es mi culpa lo aceptó, porque no me dejas enseñarte mi verdadero yo, el verdadero Alexander- me acerque tomándola de la cintura- dame esa oportunidad, se que no la merezco pero inténtalo conmigo, solo eso pido.

No dijo nada por un rato, mientras yo me dedique a acariciar su vientre y depositar un beso en su frente, no se que estaba haciéndome, pero todas mis defensas se venían al piso con ella, desde la muerte  de mi madre  me arme de una actitud fría y distante que usaba la mayor parte del tiempo, solos las personas cercanas conocen mi verdadero ser, y ahora estaba ella, me mantenía alejado porque sabía lo que podía pasar, lo supe desde el primer momento que la ví frente a mí pero a este punto ya era imposible mantenerme lejos de ella, me enamoré lo acepto y ahora lo que menos veo es que sea la hija de quien es, para mí solo es Kristy mi esposa la madre de hijo, pero no sé cómo hacer para que entienda eso.

-Creo que eso sería justo, tú conoces todo de mí y la verdad yo casi nada de tí-

-Hagámoslo entonces, estoy aquí puede ser la forma en que querías, como esposa, como amigos, como amantes- dije eso último con coquetería a los que ella soltó media sonrisa- desde ahora soy un libro abierto, solo pregunta sabrás.

-Vas hacer que me vuelva loca, estuve estos días asustada de tu reacción al llegar luego de lo que pasó, de como mi madre vino aquí y las cosas que dijo y tú llegas así con esta actitud que no espere- su semblante se volvió triste, y volvió a desviar la mirada-

-Déjate llevar, tal vez estar loca es la única opción válida- me posé sobre ella, haciéndola  quedar acostada- quien dice que la locura no es el verdadero camino a la felicidad- mordí su labio inferior- solo imagina lo que podrían llegar a hacer dos locos juntos, este mundo se nos quedaría pequeño…..

-Alex, estás escuchando acaso- Josh me hizo volver a realidad, no dejaba de pensar en Kristy y en nuestros último encuentro- te he explicado esto mas de tres veces.

-Lo siento Josh, estoy pensando en otra cosa- pase una mano por mi cara, tratando de concentrarme- empecemos otra vez.

-No, dime ahora que te tiene así, te conozco y estás demasiado distante, no parece ser tu- se cruzó de brazos recargándose en la silla-.

-Estoy jodido Josh, completamente jodido- alzó una de sus cejas, mientras soltaba una sonrisa ladeada- Estoy enamorado, no puedo dejar de pensar en ella.

-Ya lo sabía, siempre lo has estado, desde el día que empezaste con todo esto, la forma en que la describiste supe que te perderías  por ella- él tenía razón,esto fue desde el primer momento- solo te faltaba aceptarlo, pero eso siempre estuvo allí dentro de ti, solo lo estabas reprimiendo. 

-Ahora me toca hacer que ella crea eso, se que duda, de mis intenciones, estamos más cerca que antes, pero se que está siendo precavida, y la entiendo, teme que vuelva a herirla.

-Alex porque no solo se van de aquí, empieza de cero en otro lugar con ella, deja todo esto atrás, ya es hora de que empieces a vivir por ti.

-¡No! lo sabes, debo hacer que el pague, no estare tranquilo hasta que lo vea destruído- el solo negó y se puso de pie-.

-Tienes pruebas para denunciarlo, deja que las autoridades se encarguen de él, eres tan terco Alexander- resople cansado, Josh no entendía siempre me decía lo mismo, pero yo no podía solo dejarlo-.

-Nunca vas entender, está decidió las cosas se harán como las planee- soltó un suspiro cansado, ambos lo estábamos-.

-Dices quererla, pero te detuviste a pensar en cómo la afectará lo que piensas hacer, de una u otra manera ella saldrá herida- camino hasta la puerta, ambos estábamos molesto, era mejor calmarnos y él lo sabía.

En serio espero que luego no te tengas que arrepentirte de tu necedad, le hiciste daño y aún así ella está intentando creer en tí, pero sigues empeñado en lo mismo, ojalá también no tengas que perderla a ella.

Sentí una punzada en mi interior, perderla, no había pensado en eso, no soportaría perder a alguien más, eso no pasará me dije, nunca lo permitiré, es mi mujer y estará a mi lado pase lo que pase

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