Trabajando ando...

Al parecer, Muchos me veían de arriba abajo, creí que era por que no me habían visto la noche anterior, pero algo en su mirada, me mostraba desaprobación y negación, tanto de mujeres y de hombres, pero en fin nadie se atrevió a decirme algo, pensé que solo era yo.

En fin todos nos pusimos a desayunar, yo le pasaba las cosas a Eduardo, de la cocina al comedor entonces comenzó nuestra platica.

Eduardo : por que me estas sirviendo tu el desayuno?

Yo: esta prohibido??

Eduardo : no, pero di la orden, de que no era necesario que tú, hicieras esta clase de cosas.

Yo: a mi no me molesta, aparte puedo y quiero ayudar a Teresita.

Eduardo: no es necesario, aparte no estas vestida para estar ayudando con las cosas de la casa

Yo : como? No entiendo

Eduardo : si, mira, los pantalones de mezclilla es solo para los hombres, los vestidos y faldas, son para que las mujeres hagas las labores domesticas, disculpa se que no eres de aquí, pero sin embargo estamos en un pueblo algo machista, por mi no hay problema, pero no quiero que te hagan sentir mal, o te menosprecien.

Yo:........ Si no mal recuerdo, dijiste que este pueblo es civilizado, por que aun tienen esos pensamientos tan mediocres?, ¿entonces si voy a trabajar al campo me veré bien si voy en pantalón? (dije sarcásticamente)

Eduardo : mmm no aquí, las mujeres no van al campo, se quedan en la casa o en todo caso, trabajan atendiendo algún comercio de venta.

Yo: no hay más trabajo que eso? Y si quiero ir a trabajar las tierras que pasaría?

Eduardo : realmente dudo que sepas utilizar una pala

Me levante furiosa de la mesa, y subí a mi cuarto, esperé a que se fuera la mayoría de gente, entonces baje y le pedí algo a Teresita.

Yo: disculpa Teresita, ¿ la hora del almuerzo cuando es?

Tere: niña, la hora del almuerzo es a las 2 de la tarde, ¿por que, se quedo usted con hambre.?

Yo: no que va, y ¿ quien viene por la comida o como la mandan?

Teresa: mire pues.... Viene el niño Alfonso, es un chiquillo de 14 años que trabaja aquí.

Yo: ahh y le puedo ayudar haciendo la comida

Teresa : mire mija, no soy la mala yo, pero el patrón dio la orden de que usted no puede hacer estas cosas. Discúlpeme.

Teresita se apresuró a comenzar a lavar los trates y a colocar carne a hervir para hacer el almuerzo, yo me puse más molesta, por que ese estúpido, prohibido que ayudara en la cocina, cree que tiene el control para decir en que si puedo o no ayudar, no me cree capaz de hacer más cosas, o en serio le molesta tanto mi forma de vestir, si es así le daría motivos para que se enoje de verdad.

A la 1:50 pm, estaba esperando en la puerta grande al pequeño Alfonso, para que me llevara con el al campo, finalmente salió de la hacienda con las mochilas amarradas en el caballo, le grite y le pedí que por favor me llevara, qué necesitaba decirle algo urgente a Eduardo, él se negó, pues dice que no tenían permitido las mujeres ir allá, pero como lo amenaze en decirle a Eduardo que me desobeció, finalmente acepto en llevarme, advirtiendo qué si Eduardo se enojara, le dijera que lo obligue a llevarme, entonces nos pusimos en marcha hacia el campo.

Al llegar todos se sorprendieron y algunos hasta comenzaron a reclamar a Eduardo por ser tan permisivo conmigo.

Eduardo : (molesto) ¿que paso Poncho, que acaso no te sabes aun las reglas o qué?

Alfonso : disculpe patrón, pero ella insistio en venir a verlo. Y como usted dijo que se le obedeciera igual que a usted, pues no tuve de otra

Eduardo : es eso cierto Kristal?

Yo: si es cierto, pasame una pala y te enseñaré que sí la puedo utilizar.

Todos comenzaron a reír, pero no les duró mucho su gusto, pues no se esperaban que realmente sabía como sembrar y surcar un terreno, mi padre un Tiempo trabajó en un pequeño invernadero y de pequeña me llevaba a verlo, mientras mi madre se quedaba cuidando a mi hermano recién nacido, mientras trabaja la tierra, me decía como hacerlo, quizás para el se le hacía matar el tiempo explicandome, pero yo si recuerdo todo lo que me decía.

Con un poco de esfuerzo y algo tarde logré alcanzarlos, pero aún así, todos se veían indígnados de que una mujer l¿Yo estuviera igualando, así que comenzaron a molestar a Eduardo.

Yo: qué cabrones? No que muy muy, y una vieja les está dando en la torre, pa eso me gustaban bola de patanes.

Eduardo : ya dejaste de jugar, es hora de regresar a la casa.

Yo : (molesta) esta bien, horale me voy, pero si no recuerda PATRÓN no se montar.

(mirando a los demás trabajadores) ¿será que alguno de ustedes me pueda llevar de vuelta?

La mayoría levanto la mano diciendo que si, pero Eduardo en su enojo, me agarro de la mano y me llevo a un caballo lo ensilló y me subió, él tomó otro caballo y subió en el, mientras jalaba las riendas del mio y avanzamos, en el camino me dijo.

Eduardo : no se a que carajos estas jugando Kristal, pero es la última vez que le pides a esos que te lleven, no sabes como piensa un hombre de esos al ver una mujer como tú .

Yo: qué tengo de especial? Aparte si no fuera por ti que me estas prohibiendo todo, yo no estaría aquí, aparte por que vienes en ese caballo?

Eduardo: te prohíbo las cosas, por que no es necesario que las hagas.

Yo: Estonces ante tus ojos, ¿soy una inútil que debería estar todo el día, arregladita usando vestiditos, solo esperando a usted para acompañarlo a comer?

Qué pasa con la gente que trabaja para que la comida esté lista cuando usted la necesite? Con los del campo que la esperan con ganas, después de que el cansancio se apoderarse de ellos? No soy una buena para nada y te lo acabo de demostrar.

Eduardo : no quiero que hagas eso para nadie más, que no sea yo entiendes, no te quiero cortar tu libertad, pero hay mucho bastardo que quiere hacerte daño, incluso siendo mis empleados no puedo protejerte todo el tiempo, no te dejo venir al campo, porque hay mucho enfermo mental, que tiene pensamientos sucios, entiende... Aquí no es la ciudad que tiene pensamientos más libres sobre las mujeres, aquí aún se piensa de esa forma, y no quiero que te hagan daño, no quiero.....

Yo: (sorprendida) si realmente me quieres proteger, enseyame a defenderme, no me mantengas en una habitación, enseñame a como poder sobrevivir en estas tierras.

Eduardo : eso mismo haré hoy, hoy que vi que no te puedo mantener quita, por eso vienes en ese caballo, comenzaré con enseñarte a montar.

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